No puedo ocultar que me encanta
Donnie Yen. Poco a poco se ha convertido en una de las mayores estrellas del
cine hongkonés gracias a su visión de la acción, pasando de un actor
espectacular en cuanto a artes marciales, a uno de los mejores directores de acción
del cine asiático. Supongo que más de uno, cuando lea estas palabras pensará
que me ciega mi parte de fan, pero a esas personas quiero recordarle que mi
planteamiento a la hora de escribir una crítica se divide en la parte de fan y
la parte más objetiva, intentando equilibrar ambas formas de pensar. Remarco
este punto antes de meterme con la crítica en sí para intentar dejar claro que
mi parte de fan, inevitablemente, comparará la película que critique con las
anteriores del actor, director, actriz o coreógrafo, buscando la evolución o
no, para pasar después a una valoración de la película al margen de la estrella
de turno, me guste o no. Y tras, espero, dejar claro esto, empiezo.
“Iceman 3D”, como ya sabrá todo
el mundo aficionado, es una nueva versión de “The Iceman Cometh” de 1989, que
dirigió Clarence Ford con Yuen Biao como protagonista, además de director de
acción junto a su equipo de especialistas, Yuen Wah (villano de la película),
Yuen Tak y Chin Ka-lok y acompañado en el reparto de Maggie Cheung y Anthony
Wong. La idea era modernizar la película manteniendo el toque humorístico pero
dividiéndola en dos partes de las que de momento se ha estrenado la primera. ¿Y
qué puede aportarnos este remake? De
primeras, la historia la han hecho más…densa, bueno, no es la palabra flashbacks continuos que ayudan a que la
historia se alargue más que en la original. En ese sentido, Yen está perfecto,
con un toque cómico al descongelarse en la actualidad, 500 años después de su
época, la dinastía Ming, y su ejecución de técnicas marciales sin cable es la
habitual en él, muy rápido y técnico, al igual que el de sus compañeros
descongelados, Wang Bao-Qiang y Yu Kang, cuyos personajes son bastante
caricaturescos pero que cuando tienen que ponerse serios y agresivos, lo hacen
perfectamente. Incluso esta mezcla me chirría un poco, al pasar de dos
tontorrones fuera de su lugar a peligrosos guerreros. Pero bueno, es la gracia
de la película y aunque no me ha convencido algunas veces, cumplen su función
para relajar el ambiente en ciertos momentos. Pero detrás de ellos tenemos a
Simon Yam orquestando todo y dando forma a la verdadera trama de la película.
Poco a poco va ganando enteros y su personaje termina siendo de lo mejor de la
película. Se agradece tener a gente como Lam Suet como secundario en un papel
algo plano pero como siempre, realizado a la perfección por Suet. Los intentos
de dar mayor empaque a los personajes respecto a la original no están demasiado
mal conseguidos, pero sinceramente, la historia no pide personajes complejos,
si no entretenimiento como ofrecía y daba la película original. No quiero dejar
de lado a la fémina de la película, Eva Huang, que está algo lejos de Maggie
Cheung, que lo interpretó originariamente. Está correcta, con algún que otro
momento bueno, pero es demasiado arquetípico y para mi gusto le falta algo más
de carisma, pero cumple en su papel tanto cómico como dramático.
adecuada, ya que tampoco es un guión muy elaborado. Extiende y desarrolla más la historia, si bien es cierto que tampoco era realmente necesario, pero sí consigue modificar lo suficiente la historia como para crear una nueva película basándose en la misma idea. Es evidente que por mucho que se aumente la historia, el guión no llega a ser ejemplar ni consigue que esta primera entrega sea el cañonazo de película que se esperaba, sobre todo debido a Donnie Yen, protagonista y director de acción de la película. El tono de humor no encaja demasiado bien con algunas secuencias violentas y sangrientas, usando el humor cantonés sin demasiado acierto, sobre todo con una banda sonora épica y bastante buena, pero que desentona con el tono del film. Pero claro, tengo la impresión que en ningún momento, cuando Mark Wu y Lam Fung escribían el guión, pensaban en una historia compleja, llena de matices e interpretaciones para conseguir galardones. En el aspecto de las interpretaciones, no quiero que parezca que son malas, al contrario, las veo acertadas y ajustadas, pero los personajes no tienen una profundidad excesiva. El personaje de Donnie Yen, He Ying, va ganando profundidad a medida que vamos conociendo su pasado, a través de
adecuada, ya que tampoco es un guión muy elaborado. Extiende y desarrolla más la historia, si bien es cierto que tampoco era realmente necesario, pero sí consigue modificar lo suficiente la historia como para crear una nueva película basándose en la misma idea. Es evidente que por mucho que se aumente la historia, el guión no llega a ser ejemplar ni consigue que esta primera entrega sea el cañonazo de película que se esperaba, sobre todo debido a Donnie Yen, protagonista y director de acción de la película. El tono de humor no encaja demasiado bien con algunas secuencias violentas y sangrientas, usando el humor cantonés sin demasiado acierto, sobre todo con una banda sonora épica y bastante buena, pero que desentona con el tono del film. Pero claro, tengo la impresión que en ningún momento, cuando Mark Wu y Lam Fung escribían el guión, pensaban en una historia compleja, llena de matices e interpretaciones para conseguir galardones. En el aspecto de las interpretaciones, no quiero que parezca que son malas, al contrario, las veo acertadas y ajustadas, pero los personajes no tienen una profundidad excesiva. El personaje de Donnie Yen, He Ying, va ganando profundidad a medida que vamos conociendo su pasado, a través de
De momento, haciendo un pequeño
resumen, tenemos un guión más desarrollado que la original, actores que cumplen
su cometido, personajes que se van desarrollando poco a poco y las líneas
maestras de la trama que concluirá en una secuela. Pero no sería la película
que es sin no tuviésemos en cuenta las escenas de acción, el campo por
excelencia de Donnie Yen. Mucho se ha criticado las últimas películas de Yen,
sobre todo “Special I.D.”, al esperarse otro “Flashpoint” o “Duelo de dragones”
y no serlo, pero sinceramente (y en parte habla el fan) la grandeza de sus
secuencias de acción no sólo están por ser brutales y contundentes, usando
técnicas de suelo, de grappling,
proyecciones y demás, si no por conseguir alejarse de un estilo excesivamente
definido e innovar en conceptos íntimos de las artes marciales. El ritmo, la
ejecución de las técnicas y cierto grado de realismo sustituyen a las peleas
épicas de lo que parecen superhombres, incluso atravesando paredes. Eso fue “Special
I.D.”, si bien el tono cómico de muchas secuencias no consiguió encajar con el
resto de la película, ayudando a que aumentasen las críticas negativas. Yen
adapta su visión de la acción al tipo de proyecto que es, y “Iceman 3D” es una
película fantástica sobre unos soldados imperiales de la dinastía Ming
descongelados en nuestra época, por lo que la acción tenía que ir acorde, y los
cables y los efectos digitales ayudarían a que Donnie se acercase al jianghu, ese género literario un paso
por delante al wuxia o género de
espadachines, donde los héroes pueden proyectar su energía interna o prácticamente
volar, lleno de magia y fantasía. Yen se desmelena con algunas técnicas de Kung
Fu sobrehumanas y todas y cada una de ellas perfectamente ejecutadas y muy bien
filmadas, incluyendo la locura del shieldboarding,
vamos, snowboarding en escudos. Lo
único que las lastra un poco son los efectos especiales digitales, seguramente
pensados para el 3D y que al no verse en este formato, resultan demasiado
evidentes. Incluso algunos chroma, la
famosa pantalla azul o verde donde se incrustan en post-producción los efectos
y / o fondos por ordenador, hacen daño a los ojos. Por suerte, si entras en la
película, pensando bien el tipo de producto que es, puede verse sin problemas y
disfrutar de unas muy trabajadas secuencias de acción y bien dirigidas por Law
Wing-Cheong, miembro de la Milkyway de Johnnie To, aunque en determinados
momentos podrían haberse filmado incluso mejor, pero nada importante.
En definitiva, una película
espectacular, muy entretenida y fantástica, con ciertos toques de humor
cantonés que no terminan de encajar del todo, una historia algo alargada pero
con buenas secuencias de acción que equilibran todo y unos efectos digitales
peores de los que deberían ser. A pesar de todo, excepcional el trabajo de
Donnie Yen como director de acción a pesar del abuso de cables en ciertos
momentos y sobre todo con una pelea final muy épica en el puente Tsing Ma de
Hong Kong, el séptimo puente colgante más largo del mundo, sin duda de lo mejor
de la película, pero sin menospreciar otros combates como en la discoteca.
Espero que la segunda parte, con mayor papel para Simon Yam, o eso indica todo,
mejore los fallos perdonables de esta primera entrega.
NOTA: 7
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