NIAFFS'17: SWORD MASTER (2016)

Los remakes no son exclusividad de los norteamericanos. El cine chino y hongkonés lleva ya unos cuantos años ofreciendo nuevas versiones de películas míticas, como hemos podido ver con La Espada del Dragón, Jackie Chan Presents: Amnesia, Iceman 3D (cuya secuela está olvidada de la mano de Buda pendiente de estreno tras el estrepitoso fracaso de crítica y público de la primera parte) o el clásico de John Woo A Better Tomorrow (siempre he preferido este título que el español, Un mañana mejor) y veremos con Miracle Fighters rebautizada como The Thousands Faces of Dunjia, o Chasing the Dragon con Donnie Yen y Andy Lau, por no seguir nombrando diversos proyectos que  avanzan despacio pero adaptando siempre películas de mayor o menor éxito comercial. El basarse en novelas clásicas con versiones cinematográficas anteriores suele obligar a compararla no sólo con el original en papel, si no con cualquier adaptación, incluyendo animadas, como el Rey Mono que nos trajo Donnie Yen (que tiene ya secuela, por si alguien lo dudaba) Curiosamente en varios de los títulos que he nombrado tiene un nombre en común, Tsui Hark.


El director y productor de origen vietnamita ha dirigido o producido algunas de estas nuevas versiones de clásicos, incluyendo Sword Master, adaptación de Duelo a Muerte (1977), un clásico de la Shaw Brothers que dirigió Chor Yuen y que tuvo a Derek Yee y Ling Yun como protagonistas además de poder verse a gente como David Chiang, Ti Lung, Lo Lieh e incluso a Yuen Biao, Corey Yuen o Yuen Wah, que aparecen como extras y especialistas, con alguna línea de diálogo. Hark produjo este remake, dejando a Derek Yee, sí, el mismo que protagonizó la original dirigió la nueva versión, dejando a Kenny Lin (La Conquista de la Montaña del Tigre) y a Peter Ho (The Monkey King) el protagonismo. La acción es obra de Dion Lam y Yuen Bun, lo cual ya nos garantiza un mínimo aceptable de calidad y si tenemos en cuenta dos títulos de Yee como director como son Protègè, con Andy Lau y La Venganza del Dragón, con Jackie Chan, podemos respirar algo más tranquilos. Lo malo es el anuncio del 3D lo que da más miedo. Esto se debe a que en muchas ocasiones, el Hark metido en temas de 3D, hace que se centre mucho en el uso del mismo en detrimento de un mayor trabajo de guion que evite que sea un muestrario de avances técnicos y rebaje la calidad de la película. En esta ocasión tengo que decir que ese problema no lo tenemos. La historia, básica dentro de este estilo, funciona perfectamente, si bien al principio puede desconcertarnos un poco, pero una vez que entras en la película, consigue mantener la atención. Intriga, duelos, traiciones, los elementos tradicionales del wuxia en un híbrido entre modernización y homenaje el género, no redondo del todo, pero con más fuerza y personalidad que otras películas de este tipo que hemos podido ver en los recientes años. Un neo-wuxia que se apoya en el aspecto visual y que Sword Master lidera con esta co-producción entre Hong Kong y China. Derek Yee nos transporta al mundo de las artes marciales, acercándose así al Jiang Hu, ese otro género literario más fantástico donde los héroes vagan incansables luchando contra el mal, con poderes extraordinarios, con magia y gestas por el honor. 


Es la mayor diferencia con la película original, puro wuxia con sus caballeros y sus magníficas peleas de espadas, con alguna que otra exageración visual, pero mucho menor que en el Jiang Hu. Sabiendo esto, no nos choca todo lo que vemos, esos vuelos imposibles y técnicas impresionantes alejadas de la realidad. Yee utiliza muy bien el 3D (no la he visto en dicho formato, pero tiene toda la pinta de ser un buen espectáculo visto en ese formato), tanto en los momentos donde los objetos “nos atacan” al propio diseño de cada plano, con una preciosa paleta de colores que le dan una atmósfera irreal, mágica y fantástica, como de cuento. Todo ello con la misma idea, pero con numerosos cambios tanto de diseño de personajes como de historias secundarias, pero todo dentro de la lógica narrativa de la nueva versión, y con unas estupendas escenas de lucha, muy bien coreografiadas, ejecutadas y dirigidas. Le falta algo de fuerza en los actores principales, que cumplen de sobra pero hubiese preferido ver a otros actores con mayores conocimientos marciales. Con esto no quiero criticarles, pero aunque están de sobra a la altura, les he visto algo sosos, pero su buen hacer y lo arropados que están con los numerosos secundarios, consiguen convertir la película en una cita obligatoria para los amantes del wuxia más fantástico. Es la respuesta de este tipo de cine a lo que representa Call of Heroes para el wuxia más clásico. Resumiendo, Sword Master es un fantástico trabajo visual y de artes marciales, con sus cables habituales, una historia de espadachines tradicional pero con un aspecto moderno, no apta para los que no disfrutan de guerreros voladores pero que consigue transportarnos a un mundo mágico lleno de Kung Fu con una estética poética pero sin los excesos habituales de Hark, todo bien hecho y equilibrado, con buenas escenas de acción, buen uso de los efectos digitales y tradicionales y un ritmo muchas veces pausado y algo efectista para ofrecernos planos muy bonitos pero sin olvidar el tipo de película que es. Más así, por favor aunque sean una o dos al año.

NOTA: 7’75

Comentarios