
Xu Haofeng es un novelista
reconvertido a guionista y director que ha llamado la atención tras el libreto
de The Grandmaster a pesar de contar
con The Sword Identity y Judge Archer en su filmografía anterior
a la película de Wong Kar Wai. Tras adaptar su propia novela en Judge Archer, repitió jugada en 2015
con The Master, titulada en su
lanzamiento internacional como The Final
Master. Haofeng está creando un
estilo propio, tanto como director como guionista al ofrecer un tipo de cine marcial
diferente, más cercano al cine de autor pero sin pesar en exceso. Un guion
sólido con actores geniales y unas estupendas coreografías del propio director
junto a Fu Yunfei y es que Haofeng comenzó a estudiar artes marciales a los 14
años plasmando parte de sus vivencias en algunos de sus libros. Y ya que
menciono su obra literaria, quiero remarcar que la novela original que adaptó
Chen Kaige, Monk Down the Mountain,
es obra suya.
Volviendo a este film, deja su peso en Liao Fan (Black Coal), que
aporta su carisma y aplomo tanto en las escenas dramáticas como en las
marciales, todas muy bien dirigidas, mostrando perfectamente las escenas de
lucha, tanto con armas como sin ellas. Un drama con el Wing Chun de fondo que
mantiene el nivel del género bastante alto, tomándose en serio a sí misma pero
lo
justo ya que a veces esto suele lastrar a muchas películas que quieren mostrar cine marcial pero como si les diese vergüenza este tipo de cine, aumentando el drama y dejando las artes marciales como secundarias, sin la importancia que tienen. De esta forma, el director deja clara su pasión por el Kung Fu demostrando que se puede hacer una buena película sin olvidar la espectacularidad y la calidad general. Todo esto ha quedado claro con los premios y nominaciones conseguidas. Por un lado ganó en el Beijing Student Film Festival el premio del jurado a la mejor película, así como las nominaciones a mejor guion, actor, actriz y efectos visuales, mientras que en los China Film Director’s Guild Awards fue nominada a mejor director, guion y actriz. En los Golden Horse de Taiwan consiguió el premio a la mejor coreografía, con sendas nominaciones a mejor guion adaptado y actriz de reparto. Por último, en los Shanghai Film Critics Awards obtuvo un premio al mérito, todo esto remarca que no estamos sólo ante un film de artes marciales, con un perfecto equilibrio con el drama, una historia sobre un maestro de Kung Fu que deberá vencer a ocho oponentes para poder abrir una escuela, pero no todo es lo que parece. Es obvio el paralelismo entre este film y The Grandmaster, dos perspectivas diferentes del funcionamiento del mundo de las artes marciales, los duelos y pruebas a los que se sometían pero sin efectismos a pesar de la fuerza visual del film de WKW. Tenemos además a algunas caras conocidas delante de las cámaras, como Xin Xin Xiong o Jiang Wenli, aportando así calidad entre todos. También quiero remarcar la fotografía, algo oscura que aporta una atmósfera triste, lejos de otras coloridas propuestas y dándole así una mayor personalidad al film.
justo ya que a veces esto suele lastrar a muchas películas que quieren mostrar cine marcial pero como si les diese vergüenza este tipo de cine, aumentando el drama y dejando las artes marciales como secundarias, sin la importancia que tienen. De esta forma, el director deja clara su pasión por el Kung Fu demostrando que se puede hacer una buena película sin olvidar la espectacularidad y la calidad general. Todo esto ha quedado claro con los premios y nominaciones conseguidas. Por un lado ganó en el Beijing Student Film Festival el premio del jurado a la mejor película, así como las nominaciones a mejor guion, actor, actriz y efectos visuales, mientras que en los China Film Director’s Guild Awards fue nominada a mejor director, guion y actriz. En los Golden Horse de Taiwan consiguió el premio a la mejor coreografía, con sendas nominaciones a mejor guion adaptado y actriz de reparto. Por último, en los Shanghai Film Critics Awards obtuvo un premio al mérito, todo esto remarca que no estamos sólo ante un film de artes marciales, con un perfecto equilibrio con el drama, una historia sobre un maestro de Kung Fu que deberá vencer a ocho oponentes para poder abrir una escuela, pero no todo es lo que parece. Es obvio el paralelismo entre este film y The Grandmaster, dos perspectivas diferentes del funcionamiento del mundo de las artes marciales, los duelos y pruebas a los que se sometían pero sin efectismos a pesar de la fuerza visual del film de WKW. Tenemos además a algunas caras conocidas delante de las cámaras, como Xin Xin Xiong o Jiang Wenli, aportando así calidad entre todos. También quiero remarcar la fotografía, algo oscura que aporta una atmósfera triste, lejos de otras coloridas propuestas y dándole así una mayor personalidad al film.
Respecto a las coreografías, como
he dicho son excelentes, muy reales con un uso mínimo de cables y con golpes
que duelen cuando se ven. Este aspecto realista se da en todo el film, algo que
la convierte en una estupenda película de artes marciales, una propuesta
diferente, algo arriesgada pero sin lugar a dudas, indispensable en el género,
sobre todo viniendo de China, ya que tanto las películas chinas como
hongkonesas de artes marciales no son ni numerosas ni de calidad, en su mayor medida
por lo que encontrarse con una película como ésta, que ha pasado sin pena ni
gloria en el circuito de aficionados a este cine, se agradecen y mucho.
Resumiendo, una gran película de
artes marciales, pausada a veces para enfatizar en la parte dramática, un nuevo
escalón en la carrera de un escritor y director hacia el panteón de grandes
autores, alejado de lo puramente comercial pero sin entrar de lleno en el cine
de autor, apoyándose en excelentes actores y teniendo claro lo que quiere
ofrecer, una buena historia y unas buenas coreografías, muy técnicas y con un
uso espectacular de los cuchillos, un deleite para los amantes del cine marcial
y de las artes marciales.
NOTA: 8
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