El cine asiático, como el del
todo el mundo, tiene películas que amamos y otras que odiamos. Unas que recomendamos,
pero otras de las que aconsejamos huir. Pero hay, entre medias, algunas
películas que no encajan en esta dualidad. Filmes que se dejan ver pero que tampoco
aportan demasiado a sus respectivos géneros. Estas películas realmente son
meros productos que mantienen vivo a sus géneros mientras esperamos a que
aparezcan esos títulos emblemáticos que disfrutamos tanto, e incluso esos otros
deplorables, de los que hay que huir como si te persiguiesen los manchúes pero
que también ansiamos ver para poder ponerlos a parir. Pues esas pelis que
quedan en medio, que podemos ver igualmente pero de las que esperamos poco, pero
al menos que entretengan, son las mejores películas que podemos ver un domingo
por la tarde, tranquilamente en casa, antes de empezar la nueva semana con sus
obligaciones laborales. Por todo esto, a partir de ahora irán apareciendo los
domingos en este blog críticas a ese tipo de pelis, buenas, pero que se quedan
algo cortas para llegar al notable. Y empezamos con Corea del Sur, con un blockbuster a medio camino de las buddy movies, A Violent Prosecutor.
Si unes al director de Kundo: Age of Rampant (2014), Lee Il-hyeong, con las estrellas Hwang Jung-min (El Extraño) y Gang Dong-won (The Priests), con un
título como Un Fiscal Violento,
piensas que será un thriller violento
y oscuro, o bien una superproducción llena de acción y humor. Pero el resultado
está lejos de ser lo primero y aunque se acerca al segundo tipo, tampoco
consigue arrancar del todo. Se mantiene en una línea intermedia cercana a las
películas de compañeros pero manteniendo un tono de intriga, con Dong-won
aportando el punto cómico y dejando el resto a Jung-min. La relación entre
ellos y sus respectivas vidas, además de la trama en la que ambos trabajan se
van desarrollando suavemente, dejando espacio para que ambos se luzcan, tanto
por separado como juntos. El plato fuerte se centra en las maquinaciones del
personaje de Jung-min desde la cárcel, una intriga básica pero entretenida, y
aunque tenemos acción, es bastante secundaria, quedándole grande el título.
Todo es muy tópico, incluso los protagonistas, pero el buen hacer de ambos
actores, que no necesitan esforzarse mucho, consigue que no nos aburramos.
Como suele pasar en el actual thriller surcoreano, tenemos conexiones
con políticos, pero de nuevo se tratan como se puede ver en numerosas películas
y dramas televisivos. Quizás el actual éxito de los dramas, con una importante
incorporación de series a plataformas digitales en España, junto a la
masificación de ellas mismas en los distintos canales de televisión coreanos
nos convierta en personas más exigentes cuando estamos ante una película de
estas características. No nos vale con buenos actores y tramas mediocres,
queremos algo nuevo, impactante, y cuando terminamos de verla, claro, se nos
queda corta. Pero si la vemos pensando simplemente en para un buen rato, nos
damos cuenta que A Violent Prosecutor
es una víctima de su época donde se han llegados a cotas de thriller muy altas con películas
míticas. Por ello, a pesar de todo, es una película para sentarse en el sofá y
relajarse, viendo los esfuerzos del director y guionista por hacer una película
que funcione, y está claro que funciona. La trama está bien escrita, sin cabos
sueltos y sus dos horas se pasan volando. Respecto a la acción, firmada por Heo Myeong-haeng (The Berlin File) y Song Ming-seok (Train to Busan) es
escasa, nada marcial, pero demuestran el buen hacer de los surcoreanos, aunque
se queda excesivamente corta en este sentido. Pero como he dicho, es más thriller que de acción, y el título
puede llevar a engaños, aunque violento sí que es. Resumiendo, una película del
montón, entretenida, de investigación y con ritmo, y una parte final que se
centra en un juicio que tampoco resta al conjunto. Una película hecha para
lucimiento de sus actores y atraer a sus fans al cine con producciones menores en
sus filmografías pero que les mantienen en el candelero, y no olvidemos que
este mismo año, Jung-min estrenaba El
Extraño y Asura: The City of Madness
y Dong-won Vanishing Time: A Boy who
Returned y Master. Simpática y
perfecta para una tarde de domingo.
NOTA: 6
Comentarios