NIAFFS'19: BLEACH (2018)


Sin duda uno de los expertos en adaptar mangas o animes es Shinsuke Sato. Desde que debutó como director con la maravillosa The Princes Blade (2001), con Donnie Yen como coreógrafo y con Kenji Tanigaki en el equipo, no ha parado de entrar y salir del mundo del live-action, acumulando títulos como las tres entregas de Gantz, I’m a Hero (2015), Death Note: El Nuevo Mundo (2016) o Inuyashiki (2018), ésta última recibiendo excelentes críticas, que se juntan las que tiene la última película que el incansable director, que ha acelerado el ritmo de producción estos últimos años, Bleach, basada en el manga de Tite Kubo. Como en otras ocasiones, no he leído el cómic ni visto el anime, por lo que no podré comparar demasiado la adaptación, centrándome en de si funciona como película o no, y la verdad, funciona perfectamente. Fantasía, artes marciales, humor y toques románticos y dramáticos, pero todo ello sin llegar a aburrir, dejando el drama como algo secundario para dar profundidad a los personajes.


Ichigo puede ver fantasmas, pero además existen los hollows, entidades malvadas contra los que deberá luchar, pero convirtiéndose en Shinigami, Dios de la Muerte, por mucho que al principio se niegue. Una historia de orígenes que arranca de forma potente y no baja demasiado la velocidad, manteniendo un ritmo fluido y que alterna las secuencias de acción con los momentos más calmados, pero sin entorpecerse una cosa con la otra. El guion, de Daisuke Habara (Hula Girls) nos trae la acción de golpe, tomándose más tiempo en ir construyendo los momentos que, como dije en la entradilla, dan profundidad a los personajes, incluso mostrando subtramas intrascendentes para el desarrollo de la película con el único propósito de aumentar el universo de la película, con el padre, por ejemplo, el único pero que le puedo poner. Cargante, Yosûke Eguchi (Kenshin), hace todo los contrario que en la trilogía del guerrero samurái, con ese mensaje moralista que agota nada más salir de su boca. Pero bueno, al menos nos presentan la vida diaria de Ichigo, Sôta Fukushi (La Espada del Inmortal), famoso en televisión por encarnar uno de los Kamen Riders. Su interpretación es totalmente convincente, aunque su carisma tampoco brilla demasiado, resultanto insulso en algunos momentos. Hana Sugisaki (La Espada del Inmortal) regrasa a los live-actions, empalmando éxitos, y aunque tampoco tengo queja, se repite lo de Fukushi, y es que en el aspecto dramático sólo brilla Miyavi, el guitarrista samurái, que se encarga de interpretar al villano, con una presencia que supera a la des resto del reparto. No me malinterpretes, todos están muy bien en sus respectivos papeles, pero parece un poco reparto de clase B, funcional, eso sí. Sobre todo en las escenas de acción, tanto Sugisaki, en las escasas escenas de este tipo, como Fukushi o Taichi Saotome (Memoirs of a Murderer), además de Miyavi, que aunque tiene pocas y lo opuesto a espectacular, encaja perfectamente con el momento de la película.


Las coreografías se centran en las espadas, incluyendo el uso de cables para determinados momentos fantásticos, muy bien ejecutados y demostrando un estupendo trabajo a la hora de plasmar la acción al estilo manga, recordando incluso a las peleas de Kenshin, sin conseguir superarlas pero manteniendo un buen nivel a pesar de la utilización de CGI en determinados momentos, notándose demasiado, pero aún así, es visualmente espectacular, y debido incluso a ese acercamiento visual al estilo de la serie de animación, al mundo del cómic, perdonamos algunos errores de este estilo ya que promete entretenimiento y acción, y la ofrece de sobra. También ayuda su duración, que sin llegar a las dos horas, mantiene el ritmo y no se hace pesada cuando se pone seria. Y los hollows están muy bien animados, que se me olvidaba mencionarlo. La mezcla de los efectos digitales con lo que los actores ruedan está muy conseguido en determinados momentos, a pesar de lo dicho unas líneas más arriba, sobre todo en las peleas donde salen coches volando y demás. La atmósfera algo oscura la aleja de producciones como la primera, y mencionada ya demasiadas veces en esta crítica, de Kenshin, siendo otro punto de separación para evitar comparaciones, aunque tampoco es que haya servido de mucho. Estaba claro que adaptar un anime de estas características obligaría a muchos a esta comparación, pero Bleach se merece hablar sin compararla, e incorporándose a la lista de live-actions buenos que últimamente estamos teniendo.

NOTA: 7´5

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