NIAFFS'19: ULTIMATE JUSTICE (2017)


Llevamos unos años viendo películas donde se unen un buen puñado de estrellas para deleitarnos. Aunque muchas veces se comparan estas uniones con las que nos ofreció Stallone en su actual trilogía de Los Mercenarios, anteriormente disfrutamos de ese clásico del cine de Hong Kong que es Comando Infernal (1987), también conocida como Eastern Condors. Pero volviendo a la actualidad, este tipo de producciones se han multiplicado, sobre todo en el cine de acción y marcial, y esta semana traigo al blog una de estas películas donde tenemos a estrellas marciales habituales en la serie B, incluyendo algunas caras que no han conseguido el estrellato pero lo suficientemente conocidas y con méritos para ser estrellas. Una auténtica serie B de calidad, como tantas que disfrutamos en los ochenta y noventa y que ahora, en pleno siglo XXI, vuelve con fuerza este concepto, ofreciendo acción y artes marciales de la más alta calidad.

Un equipo de seguridad privada pierde algunos de sus hombres en una misión, provocando que sus fundadores vendan la compañía. Años después, la mujer de uno de ellos es violada y asesinada, secuestrando además a su hija. Por ello, su ex-socio llamará a su viejo equipo para iniciar una carrera llena de tiroteos, persecuciones y peleas. Sencillo, ¿no? Es lo que este tipo de historias necesita, un guion simple pero bien construido que ofrece momentos de calma con el lucimiento de sus actores, empezando por el protagonista, el gran Mark Dacascos, acompañado de Matthias Hues (Dark Angel), Mike Möller (One Million K(l)icks), Mike Leeder (City Hunter), Mathis Landwehr (Lasko, el Puño de Dios) y Brandon Rhea (Fearless) Möller se encarga además de las coreografías, siendo el que más se luce en todo el film. Landwehr está algo desaprovechado, e incluso Dacascos, que aunque es el protagonista y tiene sus momentos, pelea menos de lo esperado. Pero estamos ante una película coral, con momentos para todos los actores, aunque hay que destacar siempre las peleas de Möller, que es además co-productor junto a Leeder, toda una institución en el cine de Hong Kong como director de casting, actor y productor. La dirección de Martin Christopher Bode, que debuta como director tras el cortometraje Eine Gute Geschichte, es perfecta, permitiendo ver las maravillosas peleas, además del trabajo de los stunts, toda una delicia. Hay que destacar la pelea de Möller contra los motoristas, armados todos con bates de Baseball y que recuerda a los duelos de espadas del cine de Kung Fu gracias a la plasticidad del alemán, pero no se queda sólo aquí. Las técnicas que realiza en salto hacen que desafíe la ley de la gravedad, con triples patadas y muchas más, una especie de carta de presentación internacional.


No todo es bueno, ya que hay algunos fallos en el guion, pero todo perdonable por varios motivos. Uno de ellos es el presupuesto, muy ajustado pero con una idea, ofrecer un entretenimiento de calidad, con muy buena acción y aunque no es perfecta, es una película ideal para disfrutar y recordar esos clásicos que tantas horas de satisfacción nos han dado. Resumiendo, para ir terminando, Ultimate Justice recupera a algunos actores de las últimas décadas del siglo XX para ofrecer acción y artes marciales, un producto directo y sencillo aportando además coreografías actuales que no envidian a lo que el británico Scott Adkins nos tiene acostumbrados, con algunos tiroteos y giros de guion que, aunque se ven venir, no restan nada a la película, siempre que la veas con la única pretensión de divertirte y pasar una buena hora y media. Y sí, es mucho mejor que la vapuleada Showdown in Manila y que, por lo visto, Maximum Impact (2017), otra de estas reuniones que parece conformar una trilogía con la mencionada película de Manila y esta de la que hoy te hablo, coincidiendo en las tres Dacascos y Hues (en Maximun Impact tenemos además a Alexander Nevsky, Danny Trejo, Bai Ling, Tom Arnold, Kelly Hu, William Baldwin y Eric Roberts) El espíritu ochentero de acción regresa de forma irregular pero devolviendo las ganas de ofrecer entretenimiento puro y duro, alejándose de los grandes presupuestos y demostrando que se puede hacer cine de acción sin necesidad de meter cientos de millones de dólares.

NOTA: 7

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