Llevamos unos
años viendo películas donde se unen un buen puñado de estrellas para
deleitarnos. Aunque muchas veces se comparan estas uniones con las que nos
ofreció Stallone en su actual trilogía de Los
Mercenarios, anteriormente disfrutamos de ese clásico del cine de Hong Kong
que es Comando Infernal (1987),
también conocida como Eastern Condors.
Pero volviendo a la actualidad, este tipo de producciones se han multiplicado,
sobre todo en el cine de acción y marcial, y esta semana traigo al blog una de
estas películas donde tenemos a estrellas marciales habituales en la serie B,
incluyendo algunas caras que no han conseguido el estrellato pero lo
suficientemente conocidas y con méritos para ser estrellas. Una auténtica serie
B de calidad, como tantas que disfrutamos en los ochenta y noventa y que ahora,
en pleno siglo XXI, vuelve con fuerza este concepto, ofreciendo acción y artes
marciales de la más alta calidad.
Un equipo de
seguridad privada pierde algunos de sus hombres en una misión, provocando que
sus fundadores vendan la compañía. Años después, la mujer de uno de ellos es
violada y asesinada, secuestrando además a su hija. Por ello, su ex-socio
llamará a su viejo equipo para iniciar una carrera llena de tiroteos,
persecuciones y peleas. Sencillo, ¿no? Es lo que este tipo de historias
necesita, un guion simple pero bien construido que ofrece momentos de calma con
el lucimiento de sus actores, empezando por el protagonista, el gran Mark Dacascos, acompañado de Matthias Hues (Dark Angel), Mike Möller (One Million K(l)icks), Mike Leeder (City Hunter), Mathis Landwehr (Lasko, el Puño de
Dios) y Brandon Rhea (Fearless)
Möller se encarga además de las coreografías, siendo el que más se luce en todo
el film. Landwehr está algo desaprovechado, e incluso Dacascos, que aunque es
el protagonista y tiene sus momentos, pelea menos de lo esperado. Pero estamos
ante una película coral, con momentos para todos los actores, aunque hay que
destacar siempre las peleas de Möller, que es además co-productor junto a
Leeder, toda una institución en el cine de Hong Kong como director de casting,
actor y productor. La dirección de Martin
Christopher Bode, que debuta como director tras el cortometraje Eine Gute Geschichte, es perfecta,
permitiendo ver las maravillosas peleas, además del trabajo de los stunts, toda una delicia. Hay que
destacar la pelea de Möller contra los motoristas, armados todos con bates de
Baseball y que recuerda a los duelos de espadas del cine de Kung Fu gracias a
la plasticidad del alemán, pero no se queda sólo aquí. Las técnicas que realiza
en salto hacen que desafíe la ley de la gravedad, con triples patadas y muchas
más, una especie de carta de presentación internacional.
No todo es
bueno, ya que hay algunos fallos en el guion, pero todo perdonable por varios
motivos. Uno de ellos es el presupuesto, muy ajustado pero con una idea,
ofrecer un entretenimiento de calidad, con muy buena acción y aunque no es
perfecta, es una película ideal para disfrutar y recordar esos clásicos que tantas
horas de satisfacción nos han dado. Resumiendo, para ir terminando, Ultimate Justice recupera a algunos
actores de las últimas décadas del siglo XX para ofrecer acción y artes
marciales, un producto directo y sencillo aportando además coreografías actuales
que no envidian a lo que el británico Scott
Adkins nos tiene acostumbrados, con algunos tiroteos y giros de guion que,
aunque se ven venir, no restan nada a la película, siempre que la veas con la
única pretensión de divertirte y pasar una buena hora y media. Y sí, es mucho
mejor que la vapuleada Showdown in
Manila y que, por lo visto, Maximum
Impact (2017), otra de estas reuniones que parece conformar una trilogía
con la mencionada película de Manila y esta de la que hoy te hablo,
coincidiendo en las tres Dacascos y Hues (en Maximun Impact tenemos además a Alexander Nevsky, Danny Trejo, Bai Ling,
Tom Arnold, Kelly Hu, William Baldwin y Eric Roberts) El espíritu ochentero de
acción regresa de forma irregular pero devolviendo las ganas de ofrecer entretenimiento
puro y duro, alejándose de los grandes presupuestos y demostrando que se puede
hacer cine de acción sin necesidad de meter cientos de millones de dólares.
NOTA: 7
Comentarios