No es la
primera vez que hablo de una película independiente y financiada por alguna de
las plataformas de crowfunding. Y
tampoco es la primera vez que aparece una película que homenajea los ochenta,
aprovechando esa nostalgia tan actual y mencionada. Pues estos dos elementos
son los que han conseguido que Commando
Ninja tenga una alta repercusión en las redes. Y no es para menos. Ya sólo
el título deja clara las intenciones, y da lo que promete. Un homenaje/parodia
de los ochenta con referencias en cada plano pero sin dejar de cuidar la
acción. Un trabajo concienzudo que encantará a todos los que crecimos con Van
Damme, Schwarzenegger o Sho Kosugi, con Stallone y Norris, y todo ese cine de
acción de serie B que tantas horas de entretenimiento nos ha dado. El revival actual se marca un nuevo éxito
con esta historia sobre un militar retirado, traumatizado por la Guerra de
Vietnam y cuya hija es secuestrada.
¿Te suena de
algo? Multitud de películas de los ochenta, tras el éxito de los desaparecidos
en combate de Norris y el John Rambo acorralado de Stallone, aparecieron explotations hasta de debajo de las
piedras, convirtiéndose en un subgénero y que es la columna vertebral de esta
modesta película, que es evidente que se basa en la mítica Commando (1985), todo, o casi, orquestado por Benjamin Combes, cortometrajista que amplia la duración de sus
anteriores trabajos hasta llegar a poco más de una hora. Combes se encarga del
guion, la dirección, el casting, la dirección artística, el diseño de
producción, del vestuario, edición, efectos digitales, de la dirección de
fotografía y de operar con la cámara, intentando quitarle el récord Guiness a
Jackie Chan. Y ya que he mencionado algunas referencias, o los títulos de las
películas, voy a hacer un pequeño repaso de los detalles que podemos apreciar
durante la película. Nada más empezar tenemos a un grupo de militares en
Vietnam, que recuerdan el grupo de Schwarzenegger en Depredador (1987), a la que se continúa haciendo referencia con la
visión del extraterrestre cazador. Tras un salto a la actualidad, o mejor
dicho, a los ochenta, el héroe se saluda con su superior recordando el saludo
entre Schwarzenegger y Carl Weathers en la misma película. Después tenemos
imágenes de un videojuego mítico, Operation
Wolf (1987), vemos un videojuego de las Tortugas Ninja, así como varios
muñecos de las mismas además de He-Man o cómics de G.I. Joe. Pósters de Acorralado,
Contacto Sangriento, Tiburón, Todo en un día, El Guerrero
Americano y Ninja III: La Dominación,
sin olvidar los VHS con títulos como Operation
Dragon, Depredador, Robocop o Conan, el Bárbaro. Incluso vemos un vídeo de gimnasia con Arnie. Claro
está que la segunda palabra del título tiene mucho peso, y tenemos muchos
ninjas, incluyendo referencias visuales a Duelo
Final y La Venganza del Ninja,
que en este último caso es una pelea en un tejado como el de Kosugi y el
villano al final. También podemos incluir referencias a los ninjas de la IFD y Filmark, a Regreso al Futuro
(con un fugaz vistazo a un almanaque deportivo) Terminator, al epic Split
de Van Damme en Contacto Sangriento,
y podemos ver un juego mítico y revolucionario (y que yo conservo aún, aunque
dudo que funcione) como fue Hundir la
Flota por Computador. Para terminar con este aluvión, la película toma
ciertas licencias homenajeando películas más modernas, como Solo en Casa, Parque Jurásico e incluso a Turbo
Kid, otro éxito reciente surgido del crowfunding.
Es más que probable que haya más referencias, pero creo que con estas quedan
claras las influencias y el cine que ama Combes.
Pero toca
hablar en sí de la película y de sus actores. El guion, como he dicho, es sencillo,
pero funciona muy bien, a pesar de ciertos momentos donde pierde un poco la
conexión entre secuencias, como si tuviese en mente unas escenas-homenaje casi
con estructura de sketchs, pero que
si consigue conformar una película llena de ritmo y acción. Un desconocido Eric Carlesi se encarga de interpretar
convincentemente al héroe, llamado John
Hunter, cuyo apellido podría recordar al de Norris en Invasión U.S.A… Venga, otra referencia más de la que acabo de darme
cuenta. Es el único actor que resalta, a pesar de los esfuerzos del resto del
reparto, todos bien en sus respectivos papeles pero sin ser tan llamativos como
Hunter. En la acción, tenemos como coreógrafo de artes marciales a otro
desconocido, Julien Richert-Leone,
que firma unas peleas buenas pero sin ser especialmente espectaculares. Al
estar rozando el límite de la parodia, el film se entretiene en todas estas
referencias para meter de todo en su hora y poco, peleas con katanas, escenas
de entrenamiento al más puro estilo Van Damme, tiroteos interminables, apoyados
por efectos digitales, algo a lo que ya estamos acostumbrados en el cine de
acción, momentos gore y un toque de ciencia-ficción, sobre todo en su parte
final. Resumiendo, Commando Ninja es
sin duda una película que agradece a todo ese cine de los ochenta y parte de
los noventa su propia existencia, una carta de amor sumamente entretenida y
sumamente modesta, lo cual no resta un ápice de diversión, perdonando sus
fallos, y no por el factor nostalgia, si no por lo complicado que es hacer cine
ahora mismo, y más de forma independiente como es el caso. Por cierto, es
francesa aunque se rodó en ingles, lo cual también favorece ese doblaje algo
chusquero. Vamos, una estupenda forma de pasar una hora este fin de semana, si
es que no la has visto ya.
NOTA: 7
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