En 2016, la
división asiática de HBO produjo dos
películas de Kung Fu clásico con Corey
Yuen como productor y siendo el debut como director de Guo Jian-Yong, director de acción y actor que ha colaborado en
numerosas ocasiones con Yuen. Master of
the Shadowless Kick – Wong Kei-Ying profundizaba en uno de los maestros de
mítico Wong Fei Hung y curiosamente
existe una conexión entre éste film y el que esta semana traigo al blog, Master Of The Drunken Fist – Beggar So,
quien no es otro que el que interpretó el mítico Yuen Hsiao-Tien en El Mono
Borracho en el Ojo del Tigre (1978), ya que en dicho film Jackie Chan interpretaba al propio Fei
Hung. De esta forma en 2016 se cerraba el círculo entre ambas producciones,
pero al margen de este dato anecdótico, esta segunda película es un estupendo
ejercicio de clasicismo que aúna el Kung Fu con el drama y las intrigas
palaciegas.
Su Can es un joven
miembro de la guardia de la Emperatriz Dowager que por circunstancias termina
convertido en un mendigo y aprenderá la técnica del Boxeo Borracho, o Zui Quan
mientras prepara su venganza por los asesinos de su familia. Tenemos por ello
una historia de venganza, con un malvado eunuco detrás, escenas de aprendizaje,
una pequeña historia de amor, y el complot del eunuco contra el poder imperial,
elementos más que conocidos por los amantes del cine de Kung Fu de los sesenta
y setenta, todo bien mezclado, exceptuando en su segunda parte, con algunos
giros de guion poco creíbles pero que no restan un ápice de entretenimiento a
la película. Para interpretar al protagonista tenemos a Jun Cao (The Guillotines) acostumbrado al medio televisivo,
totalmente convincente en los momentos dramáticos y marciales y con un parecido
a Fan Siu Wong y al propio Jet Li (otro dato curioso es que el
director ha doblado a Li en varias películas norteamericanas) Su maestro es Chen Zhi-Hui, que podemos ver en Ip Man (2008) o Saving General Yang (2013), mientras que el villano es Jiang
Ming-Yang, repitiendo con el director tras la otra producción de
HBO. Las coreografías, de Liu Chunlei,
desconocido especialista que consigue unas estupendas coreografías, tanto de
Boxeo Borracho como de Bajiquan, el Puño de las Ocho Extremos, con un buen
uso de cables puntual. No tenemos tantas secuencias de acción como nos
gustaría, pero las que hay son de calidad, y más durando hora y media y dejando
sitio para el resto de géneros que se dan cita. Recordemos que estamos ante un biopic, aunque sea ficticio, y que es
una película puramente china, por lo que el folletín está presente.
Quizás esta
parte de telenovela es la más criticable, negativamente hablando, ya que
ralentiza algo la película, pero por otro lado busca dar cierta profundidad
dramática al protagonista. Su caída desde una posición acomodada es necesaria
para empatizar con el personaje, aunque tenga una estructura básica y el giro
de guion final no sea demasiado convincente, pero hay que admitir que este
intento de ser algo más que una sucesión de escenas de lucha no le sienta nada
mal. Por ello sólo me voy a quejar de una cosa, y es que tras una secuencia
donde el protagonista sufre un despertar espiritual que le ayuda a comprender
la esencia del Zui Quan, en vez de ayudar a convertir a Su en todo un badass, hay un cambio de ritmo y tono
que precipita el final. Pero bueno, ese final incluye una buena demostración de
Kung Fu. Resumiendo, Master of the
Drunken Fist – Beggar So es una película superior a su hermana, con una
buena historia llena de tópicos pero efectivos, un drama marcial con una estupenda
fotografía y una excelente dirección artística que consigue tenernos
entretenidos durante todo su metraje y que hace que esperemos con ganas las dos
nuevas películas ya anunciadas por HBO Asia para este año, y sólo le pido que
sea de una calidad similar a ésta, para poder seguir disfrutando de buenas
historias con buen Kung Fu. Además, tenemos algunos pequeños guiños al clásico
de Jackie Chan que mencionaba al principio, a pesar de tener en mente este
curioso estilo de Kung Fu en la versión existente dentro del Wushu actual en
vez de los Ocho Dioses Borrachos, por mucho que nombren a algunos. Sí, claro
que podría ser mejor, pero viendo el panorama del cine marcial actual, ¿para
qué queremos más?
NOTA: 6’5
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