De vez en
cuando aparecen nuevos valores del cine marcial que intentan sobresalir a nivel
mundial, y en muchos de estos casos no pasan de tener un puñado de títulos,
pocos de ellos realmente reseñables. Pero no tenemos que tirar por tierra estos
intentos, ya que sabemos lo difícil que es poner en marcha proyectos
independientes, y más de artes marciales. Los productores no suelen apostar
demasiado por este género, ni si quiera en China, donde al margen de gente como
Donnie Yen o Jackie Chan, no suelen tener el éxito de taquilla de los ochenta y
parte de los noventa. Si a esto le sumamos los escasos títulos de otros países,
puramente de artes marciales, poder ver películas como Revenger, de Corea del Sur, en plataformas como Netflix, es toda una alegría para el
aficionado. Todo lo dicho hasta ahora encaja a la perfección en este film, con Bruce Khan intentando hacerse un hueco
en el firmamento marcial cinematográfico con una película pequeña pero
espectacular.
Una isla donde
llevan a los presos más peligrosos es el escenario de la venganza del
protagonista, un silencioso policía que busca a quien mató a su mujer e hija.
El guion es tremendamente básico, e incluso flojo, con unos personajes muy
planos a pesar de los esfuerzos por dar cierto empaque al protagonista, pero
sin conseguirlo. Lo mismo pasa con los secundarios, meros arquetipos que
aparecen para cumplir con sus papeles de relleno, unos para dar algo más de
drama, otros que aportan un humor que no funciona demasiado y otros para
ejercer de némesis del protagonista. Supongo que estarás pensando que lo dicho
de momento puede parecer negativo, así que… ¿por qué recomendar Revenger? Por lo que digo siempre, una
película de artes marciales debe tener como mínimo buenas escenas de lucha, y
si el guion acompaña, mejor, y aunque no es el caso, este film es sin duda una
película altamente recomendable para cualquier amante de las artes marciales,
empezando por Khan, co-guionista de la película y coreógrafo, que construye una
película para lucirse con unas estupendas peleas, muy bien planificadas y con
un buen grupo de especialistas que es golpeado sin piedad por el héroe. Está
claro que la experiencia de Khan como especialista, que incluye títulos como El Poder del Talismán (2003) de Jackie
Chan ha favorecido ese ligero parecido con el cine de Hong Kong, apoyado en la
espectacular técnica de pierna del acto, al margen de la dinámica dirección de Lee Seung-woon, que debuta en estas
labores tras trabajar en diversos campos como el guion, o en el departamento de
dirección. También hay que destacar la maravillosa secuencia de lucha con espadas, rapidísima y espectacular, una de las mejores de toda la película.
No quiero dejar
de recordar a otros actores que aportan su granito de arena, como T.J. Storm (Punisher: War Zone), algo
desperdiciado pero siempre agradable de ver, o Choi Je-heon, otro actor que se luce marcialmente. La verdad es que
tenemos algunos secundarios sin experiencia marcial pero que enriquecen el
resultado, como Yoon Jin-seo
(Jackpot), o el villano, Park Hee-soon
(Beautiful World), que se encarga del arquetípico villano. Pero está claro que
el lucimiento de Khan es el plato fuerte de la película, con esas escenas
brutales y violentas que protagoniza. Resumiendo, Revenger se enmarca en el típico subgénero de las venganzas, tan
del gusto de Corea del Sur, todo ello dentro de un despliegue marcial
estupendo, a pesar de esos fallos de guion. Khan no tiene el carisma que él
mismo cree tener, pero ver a un hombre de 50 años moverse con su rapidez y
técnica me hace desearle una carrera con más títulos, aunque sea en la serie B,
para poder disfrutar de más cine marcial surcoreano de calidad, y si encima
consigue tener buenos guiones, mejor aún. No puedo terminar sin recordar esa
escena post-créditos que además de plantear una secuela, lo hace en un marco
que recuerda, y mucho a El Puño de la
Estrella del Norte, por lo que mi respuesta a esa hipotética continuación
es un sí enorme, esperando q ue sea otro despliegue marcial espectacular y
violento.
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