En las navidades del año 2000 salía el número 3 del fanzine, y uno de
sus artículos lo dediqué a la banda sonora original de Crying Freeman, la cual, por cierto, me costó encontrar en España
incluso en las habituales tiendas de grandes almacenes que solían traer
productos de importación como esta banda sonora. Por suerte terminé por encontrarla.
De esta forma ampliábamos horizontes hablando de la música de una película.
Como siempre, es el texto original sin ningún cambio. El resto de contenidos
fueron: Zen; Estrenos: "X-Men", "El arte de la guerra",
"Los Ángeles de Charlie", "The Ring"; Balance anual;
Película recomendada: "Erase una vez en China"; Ficha: Jean Claude
Van Damme; Noticias; Pasatiempos; Banda sonora: " Crying Freeman";
Libros: "Analectas" de Confucio; Filosofía: El lagarto, el gallo y el
dragón"; Do-In. Automasaje III; La energía II. Los responsables del chi y
su transformación; Grabados: Retrato de Van-Ta-Zhin; Cultura: Reigi (Cortesía
japonesa); Vocabulario japonés; Países: La India; Horóscopo hindú; El Año de la
Serpiente; Artes Marciales: Kalaripayat; Ilustración; Listas Top Ten.
LA MÚSICA QUE ACOMPAÑA LAS IMÁGENES DE LAS PELÍCULAS ES MUY IMPORTANTE,
SOBRE TODO PARA QUE LA ATMÓSFERA DEL FILM SEA LA ADECUADA. ESTE ES EL CASO DE
LA BANDA SONORA ORIGINAL QUE NOS OCUPA.
Patrick ha grabado siete
álbumes en solitario para la empresa BMG, y otros dos para su propia compañía, Deep
Cave Records.
El disco que nos ocupa ha sido
producido por el propio productor del film, Samuel Hadida, y ha sido grabado en el estudio del compositor.
Podemos encontrar 19 cortes de muy distinta duración, desde 38 segundos a 13
minutos. La duración del CD es de 69 minutos y 29 segundos. Todo instrumental,
asistimos a una mezcla de estilos, con reminiscencias orientales y una
estupenda utilización de la batería y los sonidos bajos. En definitiva, una
estupenda compañía para la película, adecuándose al ritmo visual del film.
Lo único relativamente pobre
es el librillo, de dos hojas con algunas fotos del film y una pequeña reseña del compositor.
Desde aquí aprovecho para
reivindicar las bandas sonoras instrumentales, un tanto olvidadas por las
discográficas. Las canciones comerciales de las películas están muy bien, pero
un buen tema instrumental, hecho para la película es un ejemplo perfecto de
unidad entre las imágenes y los sonidos.
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