Hoy Bruce Lee hubiese cumplido 80 años, y, como siempre, me dispongo a rendir mi tributo personal. Sin lugar a dudas, el Pequeño Dragón es un icono del siglo XX, no sólo para los amantes de las artes marciales o el cine, y ya sabemos, como he dicho en anteriores ocasiones, que se ha escrito hasta la extenuación sobre él, ya sean artículos o libros. Siendo como es mi inspiración personal, desde que pasé a escribir profesionalmente, al margen de artículos para Dragonz Magazine, no le he dedicado un libro. El motivo está claro. Hay gente que sabe mucho más y tiene otras herramientas para plasmar en uno, sus investigaciones y teorías, y creo que en el aspecto biográfico poco se puede aportar nuevo, exceptuando si puedes dedicarle muchísimo tiempo para buscar entre tanta paja y conseguir material inédito. No es imposible, claro está, como demuestran nuevas obras que aparecen de gran calidad y con ese material inédito. Pero no puedo evitar tener esa espinita clavada y poder contribuir con mi pequeño granito de arena a la historia bibliográfica de Bruce Lee…
Mi primer libro, Bruceploitation. Los Clones de Bruce Lee
no existiría sin Bruce, e incluso el segundo, Sho Kosugi: El Rey Ninja, tiene nexos ya que el propio Kosugi
participó al principio de su carrera en una película del mencionado subgénero. Y
en este 80 aniversario de su nacimiento, tendremos numerosos actos y
publicaciones en su memoria. Algunas serán repetitivas, otras contribuirán sólo
al coleccionismo, por lo que podría parecer difícil contribuir con algo
diferente. ¿O no? Durante principios del 2021, si va todo bien, verá la luz una
obra mía que intentará diferenciarse de otros trabajos. De momento no voy a
desvelar mucho más, ni crear falsas expectativas ante el material que saldrá,
pero sin duda ofrecerá algo diferente y sobre todo personal. El artículo que
iba a aparecer en este blog hoy se queda bien guardado hasta que ese proyecto
salga, pero tranquilo, que lo que lo sustituye, no será una promoción pura y
dura ya que, como he dicho, no voy a desvelar nada más de momento. Lo que
quiero que quede claro es que la importancia de Bruce en tantas vidas ha
provocado que aparezcan obras como la mía, y otras diferentes, siendo ese icono
que decía al principio que ha marcado a tanta gente. Celebrar su 80º cumpleaños
es una fecha redonda, muy importante para cualquier estrella, del campo que
sea. Y su influencia continúa traspasando fronteras y generaciones, y aunque
aparezcan otras estrellas, concretamente de las artes marciales y el cine
marcial, su impacto sigue siendo mucho menor, ya se llamen Jean Claude Van
Damme o Scott Adkins, Donnie Yen o Jackie Chan. No les quito mérito a ninguno
de ellos, pero los 32 años que vivió Bruce han marcado a muchísima más gente de
las que todas estas estrellas han conseguido superándole en edad. También la
sociedad ha cambiado, internet permite una inmediatez y accesibilidad a
determinadas películas que en los setenta no había, y eso deja clara la
importancia de Bruce, le pese a quien le pese.
Si el Pequeño Dragón estuviese vivo, ¿qué nos hubiese ofrecido? Es una pregunta que muchos nos hemos hecho. Nuevas películas, una mayor evolución de su Jeet Kune Do, una nueva generación de actores marciales… Pero también hubiese impedido la Bruceploitation o series como Warrior, o hubiesen aparecido igualmente, pero de forma diferente. Una pregunta y unas respuestas que realmente nos dan igual, ya que no se puede cambiar el hecho de su fallecimiento, pero sí elucubrar y fantasear con dichas respuestas. 80 años, toda una vida que se truncó tristemente, pero no hay que lamentarse, al menos hoy, ya que toca celebrar su nacimiento, su obra y vida, y agradecerle lo que nos dejó, su enorme legado e influencia. Y a veces no hacen falta ni palabras para ello ya que ese agradecimiento lo llevaremos todos nosotros dentro, de forma consciente unas veces y otras inconscientes, en lo que hacemos, en nuestras motivaciones, proyectos y forma de afrontar la vida y los problemas. Una inspiración que nos motiva a seguir luchando, aunque a veces queramos devolverle todo lo que nos ha dado con artículos como éste, con libros, coleccionando merchandising suyo o de cualquier otra forma que se nos ocurra, y es eso justo lo que esa obra que decía al principio es, un agradecimiento muy personal en su gran mayoría, lejos de intencionalidades económicas, con el propósito de conmemorar el 80º cumpleaños de la mayor leyenda del cine de artes marciales, una especie de diálogo entre Bruce y yo para abordar temas diferentes con enfoques personales para aportar mínimamente algo a la figura del Pequeño Dragón ya que, sin él, es más que probable que yo no fuese como soy, y todo esto es por lo que dos veces al año escribo para conmemorar su nacimiento y fallecimiento, una simple muestra de agradecimiento y cariño. Por ello, una vez más, ¡felicidades Bruce! Y, siempre, gracias por todo.
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