81 CUMPLEAÑOS DE BRUCE LEE: MÁS ALLÁ DE BRUCE LEE

Hoy Bruce Lee hubiese cumplido 81 años. Y como cada año, aquí estoy para conmemorar este aniversario, pero este es un año muy especial para mí. En 2017 salía publicado mi primer libro, Bruceploitation. Los Clones de Bruce Lee, editado por Applehead Team Creaciones, y aunque tenía que ver con el Pequeño Dragón, no era estrictamente un libro sobre él, aunque sí un aspecto de su legado. Por otro lado, gracias a mi trabajo escribiendo sobre cine marcial en Dragonz Magazine, he podido escribir varios artículos sobre Bruce, llegando a meter dos o tres artículos en esos números especiales (agotados, como no podía ser de otra forma), pero me faltaba aún otro granito de arena que aportar a la historia de Bruce Lee, y era dedicarle un libro por completo, algo que he conseguido en este 2021 gracias a Dragonz y su línea de libros, que incluyen el cine marcial y mis colaboraciones en general y que tendrá continuidad, fuera de Bruce Lee. Pero como para eso queda aún algún tiempo, dejemos los proyectos futuros para centrarnos en el hoy, en el cumpleaños de Bruce y en ese libro que puedes conseguir si eres de la Comunidad Dragonz, o bien en Amazon. Por ello, permitidme que hoy, celebrando el nacimiento de Bruce Lee, me haga algo de autopublicidad.

En el prólogo de Mas Allá de Bruce Lee, espero haber dejado claro lo que hay en el interior. Siempre digo (y lo veréis escrito en el libro) que de Bruce se ha escrito mucho, y un humilde aficionado como yo, poco podría aportar de novedoso, pero por si acaso, voy a reproducirlo aquí para dejar claro el objetivo de este libro.

“Todos sabemos de la importancia de Bruce Lee en tantos artistas marciales, actores, músicos, deportistas y todo tipo de gente. La influencia que ha tenido en el siglo XX es abrumadora, difícilmente comparable e igualada. Esto ha conllevado que aparezcan millones de hojas escritas, de opiniones vertidas alrededor de cualquier aspecto de su vida y obra, y con las nuevas tecnologías (que ya de nuevas tienen poco), millones y millones de webs con críticas y demás material video o fotográfico. Todo esto hace muy difícil que aparezcan nuevas obras que arrojen algo de luz, en un sentido u otro, sobre la figura del Pequeño Dragón. Pero aquí estás, querido lector, con un nuevo libro con Bruce como protagonista. Y después de lo que he dicho, te preguntarás sobre lo que vas a encontrarte en estas páginas, y más titulándose Más Allá de Bruce Lee. La idea principal es dar un paso lejos de insistir en el innegable legado que ha dejado. Analizar, sin resultar pedante, lo adelantado a su tiempo que estaba y hacer un recorrido por su vida tratando de no cegarme por la estrella venerada por legiones, entre los que, evidentemente, me incluyo.

El mundo nunca ha sido el mismo desde su aparición, y su evolución personal como artista marcial, actor, director y ser humano es algo que ha ido de la mano con la sociedad china e incluso occidental, influyéndose mutuamente. La revolución dentro del cine marcial es algo que ocurrió debido a la propia evolución personal de Bruce y de esta forma, su Jeet Kune Do trasciendo el tema marcial para ser una filosofía de vida, algo aplicable, como demostró el Pequeño Dragón, a la vida personal. Y ese es el tema central de los diferentes capítulos que conforman este libro. Desde la evolución de su cine para convertirlo en la leyenda que es, pasando por los propios cambios que se producían en el cine hongkonés, un efecto dominó provocado por la arrolladora potencia como ser humano de Bruce. Un pensamiento diferente a lo que había antes de 1971 en el cine de artes marciales y en sus propios compatriotas chinos, un punto de inflexión para la cultura china y su lugar en el mundo.

Colección particular del autor

En el campo de las artes marciales sabemos que innovó mucho, desarrollando unos conceptos que influyeron a numerosos deportistas y llegando a considerarse el padre de las MMA, una forma de lucha que entronca con esos principios de su JKD. Si unimos esto a su influencia como icono del Siglo XX para tanta, gente, vemos que incluso es algo bastante habitual en las últimas generaciones de luchadores y actores marciales. Desde Van Damme hasta Adkins, han dejado patente que es la figura de Lee la que les impulsó a entrar en el cine marcial, y podría enumerar ahora luchadores profesionales que han apoyado esto públicamente, tanto en entrenamientos, como en el arsenal técnico, cubrir las diferentes distancias de combate, usar cualquier técnica, del estilo o arte que provenga, en busca de la eficacia, mezclando como un buen cocinero diferentes ingredientes, e incluso desarrollando protecciones.

Bruce Lee era un hombre adelantado a su tiempo, y prueba de ello son los experimentos que realizó en acondicionamiento físico, entrenamiento, protecciones, aparatos e incluso marcialmente hablando o coreografiando para el cine. Tenemos que recordar que Bruce se consideraba primero artista marcial y luego actor (al revés que su hijo Brandon, por cierto) por lo que, para ver esta influencia, he querido empezar por la parte marcial.

A pesar de haber sido actor desde que nació, participando en películas desde su infancia hasta la adolescencia, las artes marciales fueron lo principal en su vida, comenzando por entrenar Tai Chi con su padre, Lee Hoi Chuen, para pasar a estudiar brevemente Wing Chun con Yip Man, además de cierto intercambio con otros maestros, en casos, cambiando clases de Cha-cha-chá a cambio de Kung Fu. Su viaje a Estados Unidos para reclamar su ciudadanía le llevó a experimentar con otros maestros, desarrollando su versión del Wing Chun y sumando lo que mencionaba hace un poco más arriba, el acondicionamiento físico y los aparatos, ya fuesen para ejercicios físicos o aplicados a las artes marciales como las protecciones para terminar creando el Jeet Kune Do.

En las siguientes páginas vamos a conocer aspectos muy concretos sobre su vida y la influencia que ha tenido en las MMA, con los especialistas, la historia con Gene Lebell, la influencia que ha ejercido, lo que apareció tras su muerte… además de algunos textos muy personales conmemorativos que escribí en su momento, en sus cumpleaños y en los aniversarios de su fallecimiento, una cita para los que amamos todo lo relacionado con Bruce, y más si te dedicas a escribir sobre cine marcial.

Siempre que me planteo escribir sobre Bruce, intento buscar algo diferente, no recurrir a lo fácil sabiendo que cualquier cosa que escribas sobre Bruce, atraerá a sus fans, acostumbrados a leer todo lo que pueden sobre su estrella, y es algo que me gusta mucho, descubrirme a mí mismo facetas sobre las que profundizar, estudiar y aprender, conociendo, en este caso, más a Bruce, su época, ese momento concreto del cine, nutrirme de conocimientos y compartirlos con cualquiera que me lea. En ocasiones, gente a mi alrededor me dice que lo sé todo sobre Bruce, pero no es así. Hay mucha gente con unos conocimientos muy superiores, y puede que tú seas uno de ellos, por lo que parte del contenido de este libro puede parecerte ligero, o ya lo sabías, y por ello, en mi esfuerzo habitual de buscar esos temas menos conocidos, gran parte de lo que leerás a continuación intenta trascender todo eso, mezclando investigaciones, como el origen del personaje de Chen Zhen en Furia Oriental, con opiniones personales, con sensaciones que he tenido y tengo cuando pienso, veo o hablo de Bruce. Y para lograrlo, tengo que ir más allá de la imagen de Bruce, de su cine, de, como he dicho antes, los conceptos habituales de la mayor estrella del cine marcial. No puedes limitarte a soltar un montón de datos sin ton ni son, ni inventarte temas sobre él. La máxima del JKD, que aparece en el logo, es Usando la No Limitación como Limitación, Teniendo el No Camino como Camino, por lo que igualmente, la figura de Bruce Lee no tiene limitación, siempre evitando inventar cosas o ver otras donde no las hay, mitificando en exceso.

Colección particular del autor

Usar ese No Camino a la hora de plasmar mis ideas en este libro, con esos capítulos diferentes, pero tratando de trazar una imagen diferente de Bruce, de su carrera, mirando con otros ojos esos detalles que, o bien no se han tratado, se han tratado poco o al menos, no he encontrado material que lo haga en todos los años que llevo devorando cualquier cosa sobre él, y lo llevo haciendo desde que tengo memoria, desde que mi padre tenía aquel 124 amarillo, con revistas Dojo descoloridas en la bandeja de atrás, propiedad de mi padre, quien además alquilaba desde principios de los ’80 películas de Kung Fu, de Bruce, sus clones, y demás invasión amarilla que llegaba en aquellos años a los videoclubs. Superados los cuarenta años, sigo teniendo la misma pasión sobre su figura, o incluso más, conociendo a gente con unos vastos conocimientos sobre el Pequeño Dragón que aprendo.

Desde gente como el mítico Pedro Conde, pasando por Jesús Bajo, coleccionista profesional de Bruce, Marcos Ocaña o José Ramón Sales, y tantos expertos a los que conozco y leo gracias a las redes sociales. Los libros que Pedro, Marcos y José Ramón han escrito, sus artículos, la revista Bruce Lee Manía, con Ocaña de nuevo y Jaume Carbón, que demuestran tanto sus conocimientos como el tema infinito de Bruce Lee. Con este libro pretendo aportar otro granito de arena al tema, incluyendo la polémica de este 2021 con las famosas cartas que enviada Bruce a su amigo Bob Baker. Un descubrimiento que podría empeñar el brillo de su estrella, pero que tras el torbellino de opiniones y de gritos de muchos fans, parece no haber calado negativamente en la imagen del Pequeño Dragón. Mi opinión al respecto la publiqué en mi blog, Ronin Cine Asiático, y la tienes también aquí reproducida y que se complementa con el resto de capítulos que versan sobre cine y añadiendo matices a la personalidad del Pequeño Dragón, sin olvidar avivar aún más su figura, para bien o para mal, pero como el nombre de este libro indica y he dicho unas líneas más arriba, hay que ir más allá de la imagen popular que el cine nos ha dado de Bruce, conocer la realidad de un ser humano que no era perfecto. No voy a profundizar en este tema ya que podrás leer mi opinión más adelante, en estas mismas páginas.

Cuando escribí mi primer libro, Bruceploitation. Los Clones de Bruce Lee, veía cubierta esa faceta, la influencia de Bruce en el cine y la creación de un subgénero, algo único en el mundo. Un tema relacionado con Bruce, pero a la vez separado, con entidad propia, por lo que tenía aún pendiente dedicarle otro libro directamente a Bruce, y Dragonz me ha dado esa oportunidad. La unión de nuevo material y de otro viejo para ir a ese más allá de Bruce Lee y compartir ideas contigo, lector. Puede que coincidas o no, que descubras cosas o no, pero al menos espero que te pongas en mi lugar, que veas cada tema que trato con mis ojos, creando así una amigable discusión y que al menos, te haga recordar la fuerza de Bruce Lee, su importancia a tantos niveles, analizando todo esto y terminando por transformarse en un libro, con unas intenciones modestas, las de compartir todo esto contigo sin querer dictar sentencia sobre nada. Lo que disfruto para escribir todo, no sólo sobre Bruce, es satisfacción personal suficiente, al margen de que guste más o menos, o se venda más o menos. El crecimiento personal como ser humano es algo en lo que Bruce ponía especial énfasis, y es lo que me ha dado este libro, y es algo que me alegra mucho ya que me demuestra que he entendido al menos parte del mensaje de Bruce, de que me ha señalado la luna y no me he centrado en el dedo que me apunta en el Camino correcto.

Gracias, Bruce”

Lo dicho, espero haberlo dejado todo claro. Una obra personal, un acercamiento desde el corazón en muchas ocasiones, es lo que tenéis en este libro, que salía un mes y un día antes de que Bruce cumpliese 81 años. Y para terminar, os dejo dos vídeos, el del booktrailer y el que Jesús Bajo Esteban, coleccionista profesional de Bruce al que conozco desde los tiempos en los que no había e-mails, ha preparado para conmemorar este cumpleaños con varios grandes coleccionistas, estudiosos y amantes de Bruce y su universo y a cuyo canal os recomiendo encarecidamente suscribiros.  De nuevo me despido como en el prólogo.

Gracias, Bruce.


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