CRÍTICA - BALAS Y KATANAS (2022)


Poner en marcha una película es sumamente complicado, y si hablamos encima de cine marcial en España, mucho más. Pero esto no ha detenido a Nacho Serapio, del que aunque creo que sobran presentaciones, no está de más recordar que es artista marcial, campeón, editor de la revista Dragonz Magazine, CEO de Dragonz, especialista, actor y ahora también director y protagonista de Balas y Katanas, un proyecto que junto a sus socios y amigos José Marín y Víctor Hugo Antón, puso en marcha hace tiempo y que he tenido la suerte de ver en el reciente pase privado y premiere, una proyección “test” para observar la reacción de la gente. Una comedia de acción y artes marciales sumamente divertida y con momentos espectaculares, aunque ya te aviso que no voy a entrar en demasiados detalles para evitar los spoilers mientras busca distribución, algo que se merece con creces.
Por otro lado, quiero dejar claro que, aunque sea amigo de Nacho, Marín y Víctor Hugo, y aunque escriba en Dragonz Magazine, no vas a leer una crítica “de amigo”, siendo demasiado benevolente o ignorando los posibles fallos en un afán de peloteo. Puede ser complicado escribir una crítica cuando sabes que lo van a leer los directores o actores de la película en cuestión, pero en el fondo, la sinceridad en estos momentos es lo que puede llegar a apoyar más al proyecto que sea.

Dicho esto, vamos a comenzar. La trama es sencilla. Durante un directo de El Guerrero Interior de Nacho, Marín recibirá la llamada de su hija, que ha sido secuestrado, por lo que comenzará una carrera contrarreloj para rescatarla mientras Víctor Hugo y su sobrino Pablito, siguen al dúo dinámico en su aventura, pero sin dejar de emitir en directo. Una historia, como digo, sencilla, que se convierte en una excusa para asistir a un buen puñado de secuencias de acción repletas de humor que funciona a las mil maravillas. La forma de complementarse de los cuatro actores principales, es decir, Nacho, Marín, Víctor Hugo y el youtuber y cosplayer Prnze como Pablito, es estupenda, con mucha química y donde Víctor y Prnze se descubren como actores muy naturales a pesar de no ser profesionales, y es en parte donde reside parte de la sensación tan buena que tenemos al final, ya que nos resulta todo más cercano, más real dentro de la locura de sus secuencias.


Esto, junto al uso de planos-secuencia en tiempo real como si estuviésemos viendo la retransmisión en directo se usa de forma muy inteligente, aunque admito que alguno de estos planos-secuencia, como algún viaje en coche, podría ser ligeramente más corto, pero las intenciones de Nacho como director en dotar de ese realismo necesitan esos momentos más calmados para que el pasar del tiempo durante su misión heroica y justiciera, tiempos muertos reales donde el agobio y el nerviosismo crece pensando en poder perder el rastro y a Iris, la hija del Sensei Marín. La parte dramática es otro punto negativo en algunos momentos, pero recordemos que, aunque tienen experiencia como especialistas y actores, no todos tienen la misma calidad interpretativa, por lo que podemos perdonar algún que otro desliz a este nivel. No impide para nada que nos creamos a todos y cada uno de ellos y sea, de nuevo, un error perdonable y muy secundario.

Y llegado a este punto, hablando de la dirección, Nacho, con experiencia como director de cortos, elige de forma perfecta los planos, que, junto al fabuloso trabajo de Víctor Hugo como cámara, nos dan una película donde podemos disfrutar de las coreografías de acción, en un alarde de planificación que me ha gustado mucho, y eso que son muy complicados de rodar cuando tienes un montón de personajes peleando, disparando, hablando…

Secuencias de acción dinámicas, espectaculares, pero siempre con un pie en el realismo. Tenemos patadas en salto, katanas, proyecciones o combinaciones de puños estupendos, con una variedad técnica que se agradece ver, incluyendo homenajes, como a alguna película de Hong Kong con duelos entre armas marciales y utensilios de cocina, referencias en los diálogos a películas y estrellas del cine marcial (no digo mucho más para que podáis disfrutarlo todo cuando se estrene de forma comercial) que dejan claro que, en definitiva, Balas y Katanas es una carta de amor al género. Tampoco voy a desvelar mucho de lo que se en ellas, pero os aseguro que os gustarán, sobre todo con dos momentos, uno en su primera mitad y el clímax final, donde pasamos a un cierto cambio de formato que le sienta muy bien para estar a la altura de lo esperado.


Tiene sus limitaciones presupuestarias, que podrían dar ese aspecto más amateur que tiene, pero lejos de ser una denominación fácil, decir que es amateur, realmente tiene ese aspecto de buena película que usa los defectos como arma y vehículo para tener mayor empatía con los personajes ya que todos ellos no son los típicos héroes del cine de acción, son personas normales como nosotros por lo que sus recursos para verse obligados a interpretar a los héroes en esta ocasión, se basan en un cine que aman y que nosotros como espectadores también amamos. ¿Quién no ha soñado con ser el héroe de una peli de acción y artes marciales en un momento de nuestra vida? O protagonista de una de nuestras películas de cabecera del género, una superestrella, y esto precisamente es algo que nos une con los Nacho y Marín de la película.

De esta forma entramos en la película de forma muy natural, permitiéndonos disfrutarla mucho, deseando que este viaje que han comenzado con Dragonz Entertainment, se prolongue en el tiempo. Y no puedo dejar de mencionar al resto del reparto, con el veterano Emilio Linder, Roberto García, Rodrigo Poisón, Alejandro Reyes o los interminables cameos de, por fortuna para mí, muchos amigos, auténticos actores y artistas marciales que se unen a la lucha de Nacho y compañía en hacer que el cine de acción en España es más que posible y donde tenemos valores seguros para ello, como Carlos Robles, Alberto Hidalgo, Eduardo Castejón o Juan Hervella-Rego, por citar a unos cuantos.


Para ir terminando, voy a resumir un poco todo. Balas y Katanas muestra el talento existente en el cine de acción en España y la pasión de un proyecto que han sacado delante de forma independiente, con un rodaje difícil pero que ha dado sus frutos. La falta de medios no impide que, si se tiene talento, se pueda dar forma a un sueño largamente ansiado por sus autores, pero lejos de artificios llamativos meramente comerciales. Está claro que la idea es que la película se distribuya y de beneficios, pero realmente se nota que no tenían ese lastre mental a la hora de rodarla, trasladando el buen rollo existente entre todo el equipo, la sinergia que crea Dragonz dentro de la industria acaba de comenzar y ya sabemos, como dice Nacho o Alberto Hidalgo… ¡se vienen cositas! Estaremos más que atentos, tanto a nuevos proyectos que ya están en marcha, como a esperar a que Balas y Katanas pueda llegar en breve a alguna plataforma o canal de televisión… O en formatos físicos con buenos extras sobre el rodaje y toda la producción. Lo dejo caer, Nacho.

NOTA: 7

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Grandeeeee!!!