La rivalidad entre el cine indio del norte y del sur lleva aumentando sus cotas los últimos meses, sobre todo en redes sociales. O eso es lo que llevo observando en algunas páginas de cine indio últimamente, con ataques a Bollywood y gritos de boicot. Y la película de Kangana Raut que traigo hoy al blog, ha sido una de las más atacadas y uno de los mayores fracasos en cines del año. No obstante, todo esto se debe más a ese odio exacerbado hacia Bollywood que por la propia calidad de la película, aunque por otro lado puedo entender que no haya calado entre el público local. Dhaakad es una película violenta, sucia y sangrienta, con action pieces de gran calidad, pero lejos de lo que el cine más comercial de Bollywood nos suele ofrecer. Una lástima que no haya tenido éxito, impidiendo incluso que algunas plataformas de streaming se hayan negado a comprarla debido a ese pinchazo en taquilla tan grande que ha hecho que no recupere ni la cuarta parte de lo invertido. Pero veamos lo que realmente nos ofrece este actioner femenino, o girl with guns.
El detener a un grupo criminal
que trafica con mujeres es el epicentro de la acción, aderezado con una
historia personal de la protagonista para darle algo de drama a la cosa. El
desarrollo de la historia principal no es perfecto, con algunos fallos en
determinados momentos que ralentizan algo la película. Pero por suerte tenemos
las secuencias de acción, que no son pocas. El desarrollo a veces torpe de la
historia se suple con una atmósfera muy oscura, polvorienta y acentuada con la
fotografía dura en las mencionadas secuencias de acción, creando una paleta de
colores cálidos para colorear los salvajes momentos de disparos, katanas y
peleas cuerpo a cuerpo.
Y es que el principal valor de la
película es la acción, o lo mejor que tiene. Claro que tener al coreano Se Young Oh, gran especialista que ha
trabajado en su Corea natal con Park
Chan-wook, Na Hong-jin, Bong Joon-ho, o que ha firmado la
acción de títulos como Guerra de Flechas
(2011), The Suspect (2013) o las
indias Junglee (2019) y War (2019), y su grupo Triple-A Action Team, y a Brett Chan, coreógrafo de la serie de
Marvel Puño de Hierro y sobre todo Warrior, la serie basada en los
escritos de Bruce Lee, junto a su empresa Hitz
International Action Specialists, es garantía de calidad. Se Young Oh se ha
encargado de dirigir la acción, en especial la rodada en Budapest, mientras que
Chan se ha encargado de coordinar a los especialistas, con su equipo liderado
por Cameron Hilts. Y vaya trabajazo
que han hecho.
Tres meses de entrenamiento
marcial y táctico para su protagonista, Kangana Ranaut, y una planificación
milimétrica han dado una serie de secuencias de acción sumamente violentas y
sangrientas, como he dicho, muy diferentes a lo visto en otros actioners indios donde se notan las
manos del coreano y el estadounidense. Quizás esto haya chocado con la acción
habitual de Bollywood, donde los propios indios o grupos tailandeses como Jaika Stunts, suelen ofrecernos
estupendas películas. Pero aquí la crudeza es algo diferenciador de otras
producciones similares, ya sea en las técnicas cuerpo a cuerpo o en los
tiroteos, donde Kangana demuestra lo aprendido, y muy bien.
A pesar de dichas action pieces, la historia, como decía
antes, no termina de convencer al cien por cien debido a un desarrollo tópico y
algo irregular. A este nivel, es mejorable, pero tampoco comete errores
imperdonables. Es una buena película de acción, con un guion que intenta dar
dimensiones a la protagonista y su relación con el villano, algo exagerado y con
cierto aspecto de cómic, pero dicho de forma positiva, con cierto mensaje feminista,
pero bien traído, sin forzar absolutamente nada. Un actioner femenino en toda regla, con los clichés habitual y algunos
giros de guion previsibles pero que funcionan. Lo más destacable es la factura
visual, no sólo en las escenas de acción.
NOTA: 6’75
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