Pues ya tenemos la quinta temporada de Cobra Kai estrenada. Es la única serie que me veo prácticamente del tirón y al contrario de lo que ocurre con muchas otras series, que lleve ya cinco temporadas no rebaja ni un ápice la calidad que tiene. Es más, esta quinta me ha parecido incluso mejor que la cuarta. Todo un ejemplo de cómo desarrollar y hacer evolucionar a los personajes, y de cómo no apoyarse en la nostalgia, pero sí usarla de la mejor forma posible. Aviso que puede contener spoilers, aunque no de la trama, pero sí de algunas cosillas y personajes secundarios. Se abren las puertas del dojo y comenzamos.
Recordemos un poco. Terry Silver
(Thomas Ian Griffith), ha regresado y tras quitase de en medio a Kreese (Marton
Kove) acusándole de agresión y metiéndole en la cárcel, se dispone a ampliar
los dojos de Cobra Kai. Mientras tanto, Johnny (William Zabka) se va a México
con Robby (Tanner Buchanan) para encontrar a Miguel (Xolo Maridueña), que ha
ido a buscar a su padre. Por su parte, Daniel LaRusso (Ralph Macchio) une
fuerzas con Chozen (Yuji Okumoto) para intentar derrotar a Silver.
La rivalidad marcial y vital de
tantos personajes encauzadas con las diferentes enseñanzas marciales, las
diferentes filosofías, hacen que todas estas relaciones evolucionen, mostrando
a personajes que han perdido el rumbo y que creen haberlo encontrado siguiendo
a un maestro u otro. Y es que como en la saga original, la filosofía del Karate
es más importante que el propio Karate, marcando las personalidades de cada
personaje y sus actos, aunque sean erróneos. Todo esto convierten a la serie en
una maravilla, aunque haya subtramas algo cortas, como la del padre de Miguel,
pero seamos sinceros, ¿queremos ver toda una temporada con Miguel buscando a su
padre, o preferimos que en dos o tres episodios se dé carpetazo a dicha
subtrama, haciendo que el personaje de Miguel evolucione y vuelva al valle para
proseguir con la trama principal? Yo lo tengo claro…
Respecto a las artes marciales,
sinceramente, siendo un amante del cine marcial, me gusta ver personajes que no
son visualmente plásticos como Van Damme o demás action héroes. Muchísima gente practica artes marciales y no tienen
una técnica tan bonita como suele ocurrir en el género, y esta serie nos ofrece
esto, siendo mucho más realista, a pesar de ciertos momentos más
espectaculares. Por ejemplo, Zabka estudió artes marciales y tiene películas
como las dos entregas de Shootfighter,
pero visualmente no es el mencionado Van Damme. Y eso me gusta bastante para
crear una empatía con los personajes. Técnicas correctas pero realistas, lejos
de efectismos, como la pelea entre Miguel y Robby, por poner un ejemplo, o el
pequeño torneo final entre el Miyagi-Do y Cobra Kai para poder ir al torneo
internacional demuestran todo esto. Las coreografías son, por ello,
maravillosas, firmadas esta vez por Don
Lee (que no es Ma Dong-seok, actor surcoreano que usa este nombre de forma
internacional, y que no me gusta nada, por cierto)
Y hablando de las nuevas
incorporaciones, tenemos dos que conectan con la saga original, Chozen es
genial, conectando con la segunda entrega. Tiene sus momentos de lucimiento,
como el combate contra los instructores de Cobra Kai o el duelo contra Silver
usando sais, una coreografía, por
cierto, estupenda. También tenemos el regreso de Sean Kanan como Mike Barnes, una presencia pequeña pero muy bien
metida, o Robyn Lively repitiendo su
papel de la tercera entrega, Jessica Andrews, metida algo más con calzador pero
que funciona bastante bien. Los guiones saben introducir estos personajes en un
acto algo obligado de nostalgia y de conexión con la saga, pero en general,
quedan bastante bien de cara a los que amamos las películas. En este sentido,
creo que a estas alturas es bastante fácil recuperar personajes de las cinco
películas (sí, incluyo El Nuevo Karate
Kid y la versión de Jackie Chan) sin que suponga un problema.
También tenemos nuevas
incorporaciones como la maestra surcoreana Kim Da-Eun, interpretada por Alicia
Hannah-Kim, un personaje muy potente como villana y que representa el origen de
Cobra Kai, acompañada de unos esbirros que nos darán alegrías marciales en los
últimos episodios. Y no puedo ignorar la evolución de Kreese en la cárcel,
pasando de ser un personaje caído en desgracia a un problema para el futuro de
los protagonistas. Es decir, que esta serie, esta quinta temporada, sabe hacer
evolucionar a los personajes, a todos, y nos regala, finalmente, una estupenda
temporada con buenos giros de guion, muchas tramas bien llevadas y que llevan a
ese épico último episodio (no voy a desvelar nada, tranquilo) Sin duda es de
las mejores series que podemos ver hoy en día, que cuida a los personajes, las
relaciones, que lleva la filosofía del Karate en sus venas y que, como he dicho
en la entradilla, usa la nostalgia de la saga original de la mejor forma
posible. Toda una lección de cómo hacer una buena serie que, aunque nos
recuerde al material de origen, actualice conceptos, nos muestre una realidad
lejos de dramatismos impostados, nos haga reír, emocionarnos y vibrar con
estupendas escenas marciales.
Seguramente me haya dejado alguna
cosa fuera, y es que es difícil a veces resumir en una crítica todo lo que nos
haga sentir una serie en el momento de verla. Cobra Kai es, como he dicho, de las mejores series que hay ahora
mismo, y obligatoria para cualquier amante del auténtico Budo que busque algo más que peleas espectaculares. Personajes
reales, peleas bastante más reales (al margen de aguantar ciertos golpes, que
en la vida real nos tumbarían sí o sí), problemas reales, pero sin descuidar el
humor, el amor, las relaciones y demás elementos que aparecen en esta serie. Y
visto el final (repito que no voy a destriparlo), no sé por dónde querrán ir en
la siguiente temporada, en caso de haberla, que, personalmente, estoy seguro al
100% de que la tendremos, y que pienso devorar del tirón. ¡Larga vida a Cobra
Kai!
NOTA: 8
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