CRÍTICA - SONG OF THE ASSASSINS (2022)

 El 13 de mayo de 2022 se estrenaba en China esta adaptación de la novela de Yuan Tai Chi, a pesar de haberse rodado en 2018, quedando paralizado su estreno por el puñetero Covid-19 hasta este pasado 2022. Tras proyectarse en el Festival Nits de Cinema Oriental de Vic del año pasado, se ha estrenado en USA, con el título Code of the Assassins. Y las críticas, tanto de los asistentes al festival catalán como la de los medios norteamericanos la ponían extremadamente bien, así que en cuento he podido la he visto y puedo confirmar que es un peliculón que los amentes del mejor wuxia no deben perderse. Clanes de asesinos, intrigas palaciegas, luchas por el poder y componentes de a medio camino entre el steampunk y el cyberpunk conforman la última película de Daniel Lee (Black Mask; Dragon Blade), un film espectacular y con un estupendo reparto que merecería un estreno en tierras españolas como Dios manda. Pero tendremos que conformarnos con el BR o DVD extranjero, aunque sólo tenga subtítulos en inglés. Algo es algo.

Qi Junyuan es un asesino del Valle Fantasma al que le encomendarán un asesinato y conseguir un mapa con un tesoro que se creía perdido. Lo que el joven Qi desconoce es que su pasado está conectado al del mapa, y se verá lanzado de cabeza sobre una serie de intrigas políticas y luchas de poder alrededor del mapa. La trama es algo más complicado que este escueto resumen, mezclando diferentes subtramas. Tenemos por un lado el pasado romántico del protagonista, que además perdió su brazo derecho, siendo reemplazado por uno metálico y con una serie de engranajes internos que dan ese toque entre steampunk y cyberpunk. Si bien ese brazo es una máquina, sin vapor, algo más característico del steampunk, el uso de los mencionados engranajes acerca la película a este subgénero levemente, pero con ese toque algo futurista del cyberpunk, manteniéndose cierto equilibrio entre ambos subgéneros de la literatura, el cine o el cómic. De ese brazo surgirán armas como espadas o esa estrella arrojadiza grandota, que lanza a su vez dardos. Y tenemos algún ejemplo más de esto en el desenlace, pero no voy a mencionarlo ya que es bastante espectacular y sorpresivo. Sólo diré que tenemos una armadura para el villano con unos cuantos trucos que le dan un toque bastante loco, pero espectacular.


Por otro lado, tenemos la relación del protagonista con una experta en disfraces Qin Shengsheng (interpretada por la guapísima Gina Chen Jin), una relación de amisad que se convierte en amor. Es en estas secuencias donde se habla del pasado de nuestro asesino, dando el toque romántico y dramático que el público chino adora. También tenemos otra relación romántica entre los personajes de Zhao Chuan (Hu Jun) y Madam Hua (Ma Xiao Qian), que se une, a diferencia de la de los protagonistas más jóvenes, con las intrigas políticas por el control de la nación. En ambos casos tenemos drama que profundiza en los personajes, evitando que queden excesivamente planos. Al final estamos ante una película bien equilibrada en su guion, algo arquetípica en su desarrollo, pero con buen ritmo, sin lastrar el resultado final.

Pero sin duda hay tres elementos que me han encantado durante su visionado. La dirección de Daniel Lee es enérgica y visualmente muy potente, apoyándose en una estupenda fotografía de Chan Wai-Nin (Jade Dynasty) que le sabe dar la atmósfera correcta. Este cuidado por la imagen, que incluye la, habitual en el cine chino, incluso en el de plataformas, dirección artística y ambientación, rema además a favor en las secuencias de acción, sin lugar a dudas, el plato fuerte de la película, aunque se de el tiempo necesario a los temas políticos (estamos ante una película que casi dura dos horas, demostrando que se puede repartir bien todo esto, el drama y la acción, de forma correcta para que nada pese más que lo otro), no nos podemos quejar de las escenas de acción, que merecen un punto y aparte.


Como buen wuxia, tenemos un buen montón de secuencias de lucha con espadas de gran calidad, con un uso perfecto de los cables e integrando algunos efectos digitales de forma más que correcta. Han Guanhua, miembro del equipo de especialistas de Jackie Chan, hace un trabajo formidable componiendo imaginativas y dinámicas escenas de lucha, perfectamente ejecutadas y rodadas, y, sobre todo, editadas. Han sabe mantener el equilibrio entre las técnicas imposibles y más fantásticas, con las técnicas de lucha más reales de puro Kung Fu. Unir todo esto usando los cables como se usan es un símbolo inequívoco del talento de Han, lejos de sus trabajos con Jackie. Además, saca partido de los efectos digitales en los momentos en los que el protagonista usa su mano “biónica” de varias formas, ya sea para lanzar sus dardos, sacar el espadón o usar la mano de gancho para dar grandes saltos. Pero no por eso dejamos de tener momentos de Kung Fu mágico o volador para acentuar aún más la espectacularidad de las secuencias de acción, así como esos asesinos al estilo ninja, con esas máscaras tan chulas que le dan un aire fantasmagórico (como debe ser, ya que son asesinos que viven en el Valle Fantasma… por algo será)


Respecto al reparto, tenemos a Feng Shaofeng, estrella tanto televisiva como cinematográfica china, a Gina Chen Jin, cara conocida de la televisión local, a Hu Jun, que despliega todo su carisma, y algunas otras caras conocidas como Kenneth Sang, Jack Kao, Ray Lui o Norman Chui, que se come la pantalla en sus apariciones. Y no puedo dejar de mencionar un cameo, el del gran Yuen Cheung-Yan, hermano de Yuen Woo Ping. Todos ellos están perfectos en sus papeles, por lo que no puedo poner ninguna queja en ningún sentido. Bueno, quizás el epílogo sea un tanto largo, aunque deja todo abierto de cara a una posible secuela. No en vano se planteó como precuela de una serie de televisión que adapta la misma novela, aunque de momento no se ha anunciado ni secuela ni nada.

Resumiendo, Song of the Assassins es una estupenda película, espectacular, que supera la calidad media del cine de consumo rápido de género chino y que nos recuerda que ese cine hongkonés ochentero y noventero que hemos aplaudido y que ahora se llora, continúa más que vivo en China, y aunque en muchas ocasiones podamos verlo y no cumpla del todo las expectativas (culpa nuestra), sólo es necesario buscar un poco entre toda la oferta china actual para disfrutar como se merece de aventuras como ésta, no exenta de algunos momentos exagerados y que nos recuerdan que los superhéroes chinos tradicionales son expertos en Kung Fu, y molan más que los que tenemos en Occidente, sobre todo los cinematográficos que tenemos ahora…

NOTA: 7


Comentarios