La primera entrega nos ofreció un
estupendo y falso plano secuencia de once minutos y medio, junto a una historia
normalita, pero que funcionaba bien dentro de un vehículo de acción como era.
En esta ocasión, la historia es más sencilla aún, más básica y menos cuidada,
que se articula realmente entre las tres secuencias de acción, incluyendo de
nuevo un falso plano secuencia de la friolera de 21 minutos. Tenemos la
recuperación de Rake tras el final de la primera parte, todo contado bastante
rápido, demasiado incluso, pero ya deja claro que el guion es una excusa para
las mencionadas action pieces.
Bueno, sigo con el plato fuerte,
la acción. El primero de ellos es el plano secuencia falso de 21 minutos, que
comienza en el minuto 26 de la película, terminando en el 47, casi la mitad del
film. Los ensayos duraron entre 4 y 5 meses, rodándose todo en 29 días. 29 días
de rodaje de acción sin parar, y con ese tiempo de ensayo, queda bastante claro
el grado de planificación necesario para este magnun opus de la acción que es la secuencia. Pero debo enfatizar
que es un falso plano secuencia, es decir, tenemos varios planos secuencias
empalmados intentando que no se note, aunque se nota en determinados momentos.
A pesar del presupuesto, los efectos digitales en ciertos momentos se notan lo
suficiente como para notar estos empalmes.
No obstante, el buen trabajo de Hargrave y del resto de equipos de especialistas, con gente de 87Eleven Action Desing detrás, como Nuo “Sunny” Sun, que se encarga de las coreografías de lucha, es impecable, y se cubren en esos 21 minutos de falso plano secuencia, todo tipo de acción, siendo un muestrario realmente brutal de cómo rodar acción. Y aunque voy a enumerar los tipos de acción que vemos, tranquilo, nada de spoilers. Comenzamos con Rake entrando sigilosamente en la cárcel, pasando a alguna pelea cuerpo a cuerpo, para ir creciendo de intensidad con tiroteos y persecuciones por la cárcel, incluyendo cruzar el patio de la cárcel, repleto de presos y policías luchando en medio de la revuelta que se ha generado. Tiros, cuchillos, puñetazos, cócteles molotov… Y sin darnos un momento de respiro, pasamos a persecución en coches y motos, lleno de explosiones y coches accidentados. Y seguimos hasta llegar a un tren atacado por helicópteros. Lo dicho, a cada minuto de esta secuencia, va creciendo todo de forma espectacular, cambiando de personajes para crear mayor dinamismo y sensación de caos al tener a Ryke y a su equipo, cada uno por un lado. Incluyo a Golshifteh Farahani, que repite con su personaje de Nik Khan, y su hermano Yaz (Adam Bessa), siendo Farahani quien más llama la atención tras el protagonista, que quizás eclipsa demasiado al resto de secundarios que salen por justificar todo lo que el héroe hace.
Sin lugar a dudas, esto favorece
el disfrute, y la forma inteligente de pasar de unos personajes a otros sin
bajar la intensidad de la acción, junto a esta compartimentación, por decirlo
de alguna manera, de cada tipo de secuencia de acción, dejan patente la pericia
de Hargrave para rodar buena acción, incluyendo la coordinación de los
diferentes equipos de cada departamento, por mucho que se hayan usado efectos
digitales en determinados momentos. Pasas esos 21 minutos sin pestañear, y
cuando acabas, estás extasiado totalmente. Aun así, quieres más, y tras las
secuencias de relleno, volvemos a otra estupenda escena, ya con cortes, en un
hotel, y luego, finalmente, el clímax, algo menos espectacular pero igualmente
de calidad.
Tenemos además a Daniel Bernhardt en un pequeño papel, relativamente
importante, pero se convierte precisamente en el “pero de la película, ya que
teniendo a alguien como a Bernhardt, se desaprovecha la ocasión para tener a
alguien al nivel de Hemsworth. De primeras no quería nombrar a Daniel, por no
desvelar su aparición, pero ya que él mismo en sus redes ha puesto fotos de su
personaje, y que a que no es el villano (y eso que su aparición está rodada
como si fuese él) no puedo dejar de nombrarle. Lo más flojo de la película es
el villano, sin el carisma necesario para provocarnos temor, y el look de Bernhardt, junto a su propio
carisma, si lo podría haber provocado.
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Chris Hemsworth y Sam Hargrave |
Va siendo hora de terminar esta
crítica, remarcando que es una magnífica película de acción que sacrifica su
guion en pos de la acción, pero esperemos que la tercera entrega (y no me
extrañaría ver incluso spin-offs)
recupere un poco la consistencia en su historia y demuestre que Hargrave puede
encarrilar este pequeño lastre de su segunda película. Y también quiero ver a
Hargrave fuera de esta franquicia, para comprobar si ese falso plano secuencia
es su sello distintivo (al margen de saber rodar las escenas de acción en
secuencias normales con cortes) o si puede aportar algo más como director al
género. Pero mientras tanto, seguiré disfrutando de la segunda, tercera, cuarta
o quinta parte, que seguro que al menos mantiene el alto nivel en sus escenas
de acción, lo cual es de agradecer.
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