CRÍTICA - TYLER RAKE 2 (2023)

Aunque el nombre de este blog es Ronin Cine Asiático, y suelo hablar (bueno, escribir) sobre cine oriental de cualquier género, y cine marcial, de cualquier nacionalidad, el puro cine de acción tiene su hueco, sobre todo para poner de relieve a los especialistas, coreógrafos y directores de acción, siendo ellos normalmente, y no el director, quienes crean las action pieces que tanto disfrutamos. Por ello, cuando uno de estos directores de acción da el salto a la dirección, solemos estar ante buenas películas de acción. Ya ha pasado con gente como Chad Stahelski (John Wick) David Leitch (Bullet Train), Brett Chan (Warrior), Larnell Stovall (Titans), J.J. Perry (Turno de Día) o Sam Hargrave y sus dos películas de Tyler Rake. Tras el estreno de la primera entrega en 2020, Hargrave ha vuelto con Chris Hemsworth para continuar con las aventuras de Rake.

La primera entrega nos ofreció un estupendo y falso plano secuencia de once minutos y medio, junto a una historia normalita, pero que funcionaba bien dentro de un vehículo de acción como era. En esta ocasión, la historia es más sencilla aún, más básica y menos cuidada, que se articula realmente entre las tres secuencias de acción, incluyendo de nuevo un falso plano secuencia de la friolera de 21 minutos. Tenemos la recuperación de Rake tras el final de la primera parte, todo contado bastante rápido, demasiado incluso, pero ya deja claro que el guion es una excusa para las mencionadas action pieces.

La extracción de una mujer y sus dos hijos de una cárcel de Georgia es el leitmotiv de la historia, con un vínculo con el propio Rake. A pesar de parecer que profundiza en el personaje y amplía su microverso personal, es todo, como digo, una excusa para rizar el rizo en cuanto a acción, en detrimento de la historia. Esto hace preguntarme si es así al sentirse más cómodo Hargrave dirigiendo escenas de acción, lo cual significaría que a nivel narrativo, de desarrollo de personajes, vamos a tener carencias en posteriores películas, ya sea dentro o fuera de esta franquicia que ya ha anunciado oficialmente que tendremos tercera parte.

Esta pregunta se debe sobre todo a lo que mencionaba en la entradilla respecto al paso a la dirección de coordinadores de especialistas y directores de acción. Es inevitable comparar las direcciones de todos los mencionados, en un afán de enriquecer el análisis y comprensión del cine de acción en todo su esplendor, algo dejado de lado por la crítica más generalistas. Hargrave sin el elemento sorpresa de la primera entrega, o bien cumple órdenes de Netflix (a pesar de que él y el propio Hemsworth producen la película) o bien nos ofrece lo habitual en las secuelas, todo más al grano, y a ser posible más grande. Siempre pongo el ejemplo de Parque Jurásico, con una primera entrega donde tardamos en ver a los dinosaurios, y la segunda, que ya empieza mostrándolos. Aquí igual, un plano secuencia más largo y mucha, mucha acción de todo tipo.

Y es que ¿para qué necesitamos más? Sabemos que estamos ante una película de acción y necesitamos al menos que eso sea bueno, y luego esperar a que, en conjunto, sea una buena película. Aquí estamos ante lo primero, sobre todo. Hay algunos agujeros o momentos que intentan justificar todo añadiendo ciertos toques dramáticos, pero funcionan peor que en la primera parte, quedando demasiado de pegote, incluyendo la presencia de Olga Kurylenko en un papel intrascendente pero necesario para que sea sólo acción. También quiero destacar lo tonto que está escrito el personaje del crío, con decisiones aleatorias que le han ganado el nombre de Niño Pera, ¿verdad Javier Iribarren? Una broma personal que tenemos, junto a la participación de Idris Elba, que sale nada y menos y podrían haber contratado a cualquier otro actor menos conocido, pero le quieren dar ese toque con superestrellas incorporando nombres como el suyo o el de Kurylenko y ando más empaque a la película, algo innecesario.


Bueno, sigo con el plato fuerte, la acción. El primero de ellos es el plano secuencia falso de 21 minutos, que comienza en el minuto 26 de la película, terminando en el 47, casi la mitad del film. Los ensayos duraron entre 4 y 5 meses, rodándose todo en 29 días. 29 días de rodaje de acción sin parar, y con ese tiempo de ensayo, queda bastante claro el grado de planificación necesario para este magnun opus de la acción que es la secuencia. Pero debo enfatizar que es un falso plano secuencia, es decir, tenemos varios planos secuencias empalmados intentando que no se note, aunque se nota en determinados momentos. A pesar del presupuesto, los efectos digitales en ciertos momentos se notan lo suficiente como para notar estos empalmes.

No obstante, el buen trabajo de Hargrave y del resto de equipos de especialistas, con gente de 87Eleven Action Desing detrás, como Nuo “Sunny” Sun, que se encarga de las coreografías de lucha, es impecable, y se cubren en esos 21 minutos de falso plano secuencia, todo tipo de acción, siendo un muestrario realmente brutal de cómo rodar acción. Y aunque voy a enumerar los tipos de acción que vemos, tranquilo, nada de spoilers. Comenzamos con Rake entrando sigilosamente en la cárcel, pasando a alguna pelea cuerpo a cuerpo, para ir creciendo de intensidad con tiroteos y persecuciones por la cárcel, incluyendo cruzar el patio de la cárcel, repleto de presos y policías luchando en medio de la revuelta que se ha generado. Tiros, cuchillos, puñetazos, cócteles molotov… Y sin darnos un momento de respiro, pasamos a persecución en coches y motos, lleno de explosiones y coches accidentados. Y seguimos hasta llegar a un tren atacado por helicópteros. Lo dicho, a cada minuto de esta secuencia, va creciendo todo de forma espectacular, cambiando de personajes para crear mayor dinamismo y sensación de caos al tener a Ryke y a su equipo, cada uno por un lado. Incluyo a Golshifteh Farahani, que repite con su personaje de Nik Khan, y su hermano Yaz (Adam Bessa), siendo Farahani quien más llama la atención tras el protagonista, que quizás eclipsa demasiado al resto de secundarios que salen por justificar todo lo que el héroe hace.

Sin lugar a dudas, esto favorece el disfrute, y la forma inteligente de pasar de unos personajes a otros sin bajar la intensidad de la acción, junto a esta compartimentación, por decirlo de alguna manera, de cada tipo de secuencia de acción, dejan patente la pericia de Hargrave para rodar buena acción, incluyendo la coordinación de los diferentes equipos de cada departamento, por mucho que se hayan usado efectos digitales en determinados momentos. Pasas esos 21 minutos sin pestañear, y cuando acabas, estás extasiado totalmente. Aun así, quieres más, y tras las secuencias de relleno, volvemos a otra estupenda escena, ya con cortes, en un hotel, y luego, finalmente, el clímax, algo menos espectacular pero igualmente de calidad.

Tenemos además a Daniel Bernhardt en un pequeño papel, relativamente importante, pero se convierte precisamente en el “pero de la película, ya que teniendo a alguien como a Bernhardt, se desaprovecha la ocasión para tener a alguien al nivel de Hemsworth. De primeras no quería nombrar a Daniel, por no desvelar su aparición, pero ya que él mismo en sus redes ha puesto fotos de su personaje, y que a que no es el villano (y eso que su aparición está rodada como si fuese él) no puedo dejar de nombrarle. Lo más flojo de la película es el villano, sin el carisma necesario para provocarnos temor, y el look de Bernhardt, junto a su propio carisma, si lo podría haber provocado.


Pero bueno, es lo que hay, y lo que hay es, en definitiva, una estupenda película de acción, perfectamente rodada, coreografiada, editada, coordinada, planificada y ejecutada, todo un muestrario de lo que se puede hacer en el cine de acción, con un espíritu diferente al de la saga de John Wick, pero igualmente brutal en su acabado, centrándose en acción mucho más táctica, mucho más militar. Y, como ya he dicho, con deficiencias en el guion que la colocan, en términos generales, por debajo de la primera, pero repito, el nivel de la acción es sin duda brutal, magnífico, épico y espectacular, de quitarse el sombrero, levantarse en la sala de cine (o en el salón de tu casa, claro) y aplaudir el virtuosismo técnico de Hargrave para regalarnos esta pasada de película. La acción hiperbólica por la acción hiperbólica con un mínimo, y poco cuidado, desarrollo argumental. También habría que leer el cómic original para comprobar las similitudes y diferencias de esta adaptación, claro está, pero sin dejar de ver también la película como una de género en sí misma.

Chris Hemsworth y Sam Hargrave

Va siendo hora de terminar esta crítica, remarcando que es una magnífica película de acción que sacrifica su guion en pos de la acción, pero esperemos que la tercera entrega (y no me extrañaría ver incluso spin-offs) recupere un poco la consistencia en su historia y demuestre que Hargrave puede encarrilar este pequeño lastre de su segunda película. Y también quiero ver a Hargrave fuera de esta franquicia, para comprobar si ese falso plano secuencia es su sello distintivo (al margen de saber rodar las escenas de acción en secuencias normales con cortes) o si puede aportar algo más como director al género. Pero mientras tanto, seguiré disfrutando de la segunda, tercera, cuarta o quinta parte, que seguro que al menos mantiene el alto nivel en sus escenas de acción, lo cual es de agradecer.

NOTA: 7



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