La premisa es sencilla. Varios
expertos luchadores despiertan sin saber dónde están, pero deberán usar sus
habilidades para ir superando varias pruebas de lucha si quieren vivir. La
narración se divide en dos, por un lado los luchadores y sus pruebas, y por
otro lado, quién está detrás de estos juegos mortales, equilibrando los dos
escenarios. Mientras los luchadores van avanzando y descubriendo de que va
todo, acompañamos a Eric a la visita de las bambalinas, con Calvin, un amigo
suyo, como anfitrión. Eric no sabe de qué va todo, y poco a poco irá
descubriendo todo, a la vez que nosotros.
La parte que más nos interesa es
la de los jugadores. Mark Strange es Mike Fischer, un militar británico,
Caitlin Dechelle es Sarah Lodlow, una campeona de artes marciales, José Manuel
es luchador y actor de cine Graham Gunner y Jade Xu es Maly Wu, una experta en
Kung Fu. Tanto Mark como Caitlin, como ya he dicho, son los protagonistas y por
ello quienes más se lucen de los cuatro, pero tanto José Manuel como Jade
desplegarán sus respectivas estupendas técnicas, aunque me hubiese gustado
verlos un poco más en acción. En parte entiendo que la película quiera
diferenciarse mostrando la parte de los organizadores de los juegos,
desarrollando tanto al desconcertado Eric como al misterioso Calvin, necesario
además para el desarrollo del tramo final, y esto hace que no veamos las
pruebas individuales de cada luchador, ya que todos se enfrentarán a lo mismo
en solitario, y la primera prueba me ha encantado. ¡Nunchakus!
Bueno, la segunda realmente, que
me adelanto. Nada más despertar y salir de donde están se encontrarán en un
bosque de bambúes, siendo atacados por unos luchadores enmascarados. Un
escenario típico y mítico del cine de Kung Fu. Después pasarán a una habitación
y comienza la mecánica de los juegos, bastante sencilla, una voz robotizada, o
distorsionada, nombrará al luchador o a los luchadores que deben traspasar una
puerta. Será Fischer (Strange) quien nos la muestre, encontrándose a varios
luchadores con unos preciosos chándales amarillos con rayas negras en los
lados. En efecto, un homenaje a Bruce Lee y Juego con la Muerte (Robert
Clouse. 1978) que se acentuará cuando utilicen los mencionados nunchakus, unos
que además brillan en la oscuridad (como mucha gente ha dicho, al estilo de ese
famoso montaje de Furia Oriental con Bruce Lee usando nunchakus láser al
estilo de Star Wars, que no sé si era la idea) y que nos regalarán una
estupenda secuencia de lucha estupendamente coreografiada por Sarah Chang,
quien hace un trabajo estupendo con cada personaje, sabiendo diseñar técnicas
para cada luchador acordes a sus personajes, por lo que los nunchakus en manos
de Strange no se usan tan marciales como podría parecer, ya que su personaje es
militar y usa otro tipo de técnicas, mucho más directo y brutal, pero con la
buena técnica de Strange.
Si tenemos estupendas
coreografías, grandes artistas marciales, personajes bien definidos y a los que
vamos conociendo poco a poco, no podemos quejarnos a nivel marcial, aunque a
veces se pare un poco el ritmo con las mencionadas secuencias del organizador
de todo y su amigo, pero igualmente aplaudo esto ya que como siempre digo, si
tenemos una película de artes marciales con buenas peleas, genial, pero si
además la historia y personajes están cuidados, mejor aún y esto es lo que
tenemos, incluyendo los villanos, por decir así, ya que el motivo de todo lo
que ocurre será explicado, con las motivaciones de Calvin y la propuesta a
Eric. Resumiendo, una buena película con muchos homenajes, a veces con cortes
de ritmo inesperados, pero necesarios para contar la historia como se quiere
contar, con todo esto para no ser sólo peleas y peleas sin historia detrás y
aportar algo más. Por mí, Tiger Style Media puede ofrecernos otras
cuatro, u ocho, o las películas que sean, que serán bienvenidas.
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