CRITICA - THE SHEPHERD CODE (2024)

En 2022 llegó a este blog Alan Delabie con su Borrowed Time III. Tras ella, rodó The Last Nosferatu y ahora llega The Shepherd Code, un thriller con corazón donde equilibra el drama con el mencionado thriller y con buenas escenas de acción. Viendo sus personajes y sus películas, Delabie deja claro que, aunque sea un estupendo artista marcial y un amante del cine de acción, busca ser un actor completo, alternando géneros y buscando cierta profundidad en sus personajes. Todo de forma independiente y con presupuestos ajustados. Y ya sabéis que siento debilidad por este cine independiente de género, que cuesta mucho hacer y a veces no se tiene en cuenta, esperando sólo blockbusters al estilo Hollywood, cuando realmente gente como Alain demuestra que hay que seguir luchando contra viento y marea para poder hacer realidad proyectos sin contar con grandes estudios detrás. Sólo el esfuerzo de hacer este tipo de películas es digno de elogio y respeto. En muchas ocasiones los propios cineastas van mejorando con cada rodaje, aprendiendo y logrando sumar títulos a un género con demasiados altibajos. Hasta la aparición de John Wick, el cine occidental se nutría de superhéroes, misiones imposibles y conductores rápidos y furiosos, y la estela de Wick es alargada, consiguiendo que se cree una nueva ola de acción con la gente detrás del personaje en prácticamente todas las producciones (Atómica; Deadpool 2; Nadie; Noche de Paz; Bullet Train…) Pero existe este otro cine de acción de medio o bajo presupuesto que mantiene realmente vivo al género…
Por otro lado, siempre digo que el cine de acción debe ofrecer buena acción, pero si la historia encima es buena, mejor aún. Y es el caso de The Shepherd Code. Delabie interpreta a Alex LaPierre, un asesino que dejó esa vida atrás cuando perdió a la mujer que amaba. No obstante, aunque está retirado, busca al asesino de su amor. Su antiguo jefe, Lewis (Don ‘The Dragon’ Wilson), le ofrecerá un último trabajo, ser el chófer y guardaespaldas de la hija de un mandatario africano, y a cambio, le ayudará a encontrar a quien busca. Alex aceptará, aunque no sabe que un peligroso asesino (interpretado por Silvio Simac) les perseguirá para acabar con la chica. No estamos ante una película de acción pura y dura. Como he mencionado en la entradilla, es un thriller, con Silvio Simac tras los pasos de Alex y la joven. Simac mantiene ese tono de thriller, acercándose cada vez más a su presa, y acabando con quien se le pone por delante. Por otro lado, la relación entre Alex y su protegida le dan el punto dramático y humano, comenzando sin llevarse bien, pero poco a poco estableciendo una confianza y amistad. El salto generacional entre ambos personajes es lo primero que hace que choquen, pero le dan ese punto humano a la relación, bien desarrollado, consiguiendo ese equilibrio entre todos los géneros.


Y otro de los géneros que tenemos es la acción, claro está. Teniendo a artistas marciales como el propio Delabie o Silvio Simac, no podemos evitar verlos pelear en diferentes momentos, con coreografías buenas, cortas pero potentes, confiriéndole un toque realista, coreografiadas por el propio Alan Delabie y con Joe Hallett como coordinador de especialistas. Alain también co-dirige el film junto a Lh. Chambat, siendo este último el editor, lo cual se agradece ya que las secuencias de acción están bien rodadas y montadas, dando ritmo a la película y ayudando a avanzar la historia hasta su clímax.

ALAN DELABIE Y DON 'THE DRAGON' WILSON


SILVIO SIMAC


DAVID WORTH, ALAN DELABIE Y
DON 'THE DRAGON' WILSON

La presencia del mítico kickboxer y actor Don ‘The Dragon’ Wilson es menor, pero importante, y mantiene ese carisma que le hizo triunfar en los noventa en el cine, con un personaje que demuestra el respeto de Delabie con alguien de la talla de Wilson. También tenemos el cameo de David Worth, co-director de Kickboxer (1989) y toda una leyenda del cine como director y director de fotografía. Michael Morris, que ya había trabajado con Delabie en The Last Nosferatu es otra de las buenas aportaciones a la historia, interpretando a un amigo del protagonista. En resumen, The Shepherd Code es una buena película independiente, con una buena historia que intenta aportar algo más acción sin ton ni son, con personajes tridimensionales que evolucionan suavemente, sin forzar las cosas de cara a la resolución donde se convierte en una película de acción más tradicional, pero sin atarse a este género, algo que el propio Alain, como ya he dicho, hace en cada nueva película, de cara a demostrar que es un actor, no sólo un actor de acción, y lo consigue aunque su presupuesto no sea elevado. Este equilibrio entre drama, thriller y acción es uno de sus puntos fuertes. Si buscas acción trepidante sin sentido de principio a fin, o una wickploitation, (por mucho que también lleve trajes el protagonista, quele da un toque de clase al personaje pero que no tiene reminiscencias del personaje de Wick, algo que se agradece), no la tendrás, pero si buscas un thriller de acción independiente, con ritmo y con evolución de personajes, además de la creación de un microverso que podría tener continuación (y que me encantaría ver), The Shepherd Code es tu película.

NOTA: 6’75

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