Ya he dicho en anteriores ocasiones que el cine marcial occidental está de capa caída. Por suerte, al margen de las escasas grandes estrellas que hay, existe un cine independiente que se esfuerza por ofrecer producciones de calidad, ignorado por la mayor parte de los medios de comunicación, por no decir todos. Pero desde este humilde blog (y desde las publicaciones, en papel o digital donde colaboro), siempre habrá un hueco para promocionarlos. Una de estas películas es Kung Fu Ghost, una historia de Ivan White dirigida por Jennifer Linch, cortometrajista y artista marcial que debuta en el largo dirigiendo, protagonizando y produciendo con su productora, Nameless Studio.
Jennifer interpreta a Daisy,
quien hereda una antigua y espeluznante propiedad tras fallecer su abuelo, un
maestro de artes marciales a quien nunca conoció. Cuando acude a la casa,
descubrirá que está habitada por el espíritu de su abuelo y el de un hombre
llamado William, a quien tendrá que recurrir pidiendo ayuda cuando un criminal
entre a la casa en busca de algo de valor. Una comedia romántica sobrenatural
con artes marciales que en estos momentos se encuentra en post-producción que
se espera estrenar este próximo verano y que cuenta con coreografías de Jason Truong (El Hombre en el Castillo)
artista marcial, actor y coordinador de especialistas. David S. Dawson interpreta al abuelo, mientras que Noah Sargent se encarga de William.
Ambos tienen una carrera en el mundo del cortometraje, Dawson como productor y
actor (aunque también ha producido películas para televisión y documentales),
lo cual es una clara muestra por apostar por gente relativamente nueva, dando
así una oportunidad a nuevos valores interpretativos.
Jennifer ha conseguido numerosos premios con sus cortometrajes, como The Dream (2015) o Flowers of the Night (2015), convirtiéndose en una cineasta independiente del cine marcial muy importante y paseando sus trabajos por festivales de todo el mundo. Su empeño en producir y dirigir cine de artes marciales es sin duda algo a tener en cuenta, sobre todo al evitar usar cables y cualquier tipo de trucaje, a lo que tenemos que sumar su entrenamiento en Karate, MMA, Muay Thai, Kajukenbo, Krav Maga, Wushu y en diversas armas como espadas, cuchillos e incluso pistolas. Pero sin duda uno de los elementos que más me llaman la atención es el evitar rodar películas de artes marciales estereotipadas, buscando mezclar géneros y contando una historia, algo que sin duda enriquece al propio cine marcial y a los actores que participan en ella, obligando a tener un reparto que no sea sólo solvente a la hora de pelear.
No podemos ni debemos perder de vista tanto a Kung Fu Ghost como a la propia Jennifer Linch, que está demostrando que el cine marcial tiene a muchos talentos trabajando incansablemente para aportar su grano de arena a este tipo de cine que las majors ignoran. Sin lugar a dudas, Jennifer, paso a paso, se va convirtiendo en una figura muy importante para el cine de artes marciales independiente norteamericano, y es necesario para revitalizar el género, por lo que desde aquí tiene todo mi apoyo y la deseo la mayor de las suertes en esta puesta, literalmente, de largo. Y no puedo terminar sin compartir la nueva web de su estudio, donde puedes encontrar información sobre ella, sus trabajos anteriores y equipo. Pocas productoras existen centradas de verdad en el cine de artes marciales, y se agradece.
Comentarios