"JOURNEY TO THE WEST - CONQUERING DEMONS" (2013)

Tres años entre "Shaolin Soccer" y "Kung Fusión". Cuatro entre "Kung Fusión" y "CJ7", y cinco años entre esta última y "Journey to the West - Conquering Demons". ¿La siguiente película que dirigirá Stepehn Chow la veremos dentro de seis años? Esperemos que no, y sobre todo que regrese como actor. Pero bueno, me estoy adelantando. A Stephen Chow creo que no es necesario presentarlo, sobre todo después de mencionar sus últimos cuatro trabajos como director, y con él como protagonista (menos en "CJ7", que es secundario) La genialidad de su humor, denominado moi-le-tau, junto a los contínuos homenajes a Bruce Lee y al cine de artes marciales del que es gran amante, le ha colocado en el panorama internacional pero sin llegar a cuajar. Tras algunas producciones en Hollywood ("Jumper" y "Dragonball: Evolution", aunque parezca mentira) y tras casi emular a su ídolo Bruce Lee en "El Avispón Verde", Chow decidió regresar a China, a un terreno muy conocido por él como es el relato clásico "Viaje al Oeste" de Wu Ch'eng-en. Chow interpretó al Rey Mono, protagonista de la novela, que ya de paso recomiendo encarecidamente, en dos ocasiones, en "A Chinese Odyssey" y "A Chinese Odyssey II - Cinderella", ambas de 1994. Esta vez ha preferido mantenerse detrás de las cámaras para dirigir, junto a Derek Kwok ("Gallants", que aprovecho también para recomendar si te gusta el cine de artes marciales de los '70, un auténtico y precioso homenaje)
una historia que según van pasando los minutos, no se asemeja en nada a la novela original, con unas perversiones de los personajes de la misma, para convertirse en una precuela de la misma. Para ello, Chow nos presenta a un jóven monje budista, Zhang Xuan (interpretado por Zhang Wen, "The Sorcerer and the White Snake") y cazador de demonios que pretende alejar el mal de sus corazones y hacer brotar la bondad. Numerosas aventuras le acompañarán en su caza de demonios, hasta que tenga que atrapar a un demonio jabalí muy poderoso, para lo que necesitará la ayuda del mismísimo Sun Wu Kung, el Rey Mono, encerrado por Buda debido a su mal comportamiento.

Puede que en un principio no tener a Chow como protagonista no nos convenciese a sus seguidores, pero tengo que admitir que aunque se nota que el monje protagonista hubiese sido el papel que él interpretase, Zhang Wen cumple su función de alter ego de Chow, aunque se queda algo justo en cuanto a interpretación. Por suerte tenemos a una Shu Qi preciosa y en todo su esplendor, siendo la verdadera reina de la función. Se nota que Chow sabe lo que hace y coloca a Qi como epicentro del drama y la comedia, además de la acción, y la arropa con actores vistos en otras películas de Chow, entre los que destaco a Huang Bo ("Legend of the Fist: The Return of Chen Zhen") como el Rey Mono, o Yu Xing ("Shaolin") como caza demonios experto en Kung Fu animal. La verdad es que aunque de primeras no haya caras excesivamente conocidas, todos están en sus papeles perfectos, destilando en cada plano el mejor cine de Chow, es decir, "Kung Fusión". Y es que en parte podemos achacarle muchas similitudes, sobre todo en la secuencia de apertura, bastante larga, que recuerda el ambiente de "Kung Fusión". Esto puede deberse a un motivo bien claro. El público esperaba algo similar a "Shaolin Soccer" y "Kung Fusión" (o sus tan cacareadas secuelas que nunca llegan), pero Chow nos trajo "CJ7", una comedia juvenil e infantil con toques de drama y ciencia-ficción, por lo que tras su regreso como director, nos presenta algo similar a lo que esperamos para luego inventarse una historia totalmente diferente a lo que incluso nos esperábamos tras leer su título. En este punto, en el guión, tiene su mayor acierto, ya que como he dejado patente, la esencia de Chow está en la película, se nota que es suya, aunque no le veamos y aunque haya sido codirigida. El moi-le-tau campa a sus anchas con personajes de cómic, humor surrealista pero con sus dosis de acción , fantasía e incluso drama y sangre. Porque a Chow también le gusta eso. El toque de drama y los momentos algo sangrientos chocan con el ritmo de la película y su propio humor, aunque para mi, es un acierto total. Al igual que es el retorcer la propia historia, tan conocida sobre todo por los chinos, y darle un aire diferente, con un Rey Mono malvado, pero con un motivo que se desvela al final, haciendo que todas las muecas que hemos puesto al ver que los personajes de la novela no son los que deberían, desaparezcan y aplaudamos a Chow.

La acción está bastante bien, de mano de Ku Huen Chiu, con cables y efectos digitales que sinceramente, no son los mejores pero que mantienen el tipo dignamente. La versión que he visto, no es en 3D, por lo que no se qué tal le habrá salido este tema a Chow, pero la verdad, a parte de ciertos momentos muy concretos, no es una película para 3D. Resumiendo, una película muy divertida, muy entretenida, que descolocará a mucha gente pero que consigue mantenerse en la línea de los trabajos del director, y con una excelente banda sonora de Raymond Wong, y que recomiendo ya mismo si quieres pasar un muy buen rato. Yo al menos lo he pasado y hacía tiempo que no reía con una película como con esta.

NOTA: 8

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