SWITCH (2013)

Tener un nombre como el de Andy Lau suele ser sinónimo de calidad…hasta ahora. Los comentarios del propio Lau respecto al resultado final de esta película hacían que me temiese lo peor, y así ha sido. El planteamiento no es malo. Un valioso cuadro chino, dividido en dos partes, es el eje central de una película de intriga, acción y aventuras. Chinos, japoneses y británicos luchando por conseguir las dos mitades. Hasta aquí suena bien, ¿no? Pues es lo único que suena y huele bien en esta película. La verdad, es un despropósito tan grande que no sé ni por dónde empezar esta crítica. Pero como hay que empezar por algo,
vayamos a la esencia de la película, a su base, el guión… escrito por un mono (con todos mis respetos a Jay Sun, guionista y director primerizo de esto) Los continuos cambios de ritmo hacen que parezca que estamos viendo cómo han montado dos películas diferentes juntas. Personajes arquetípicos pero muy malos, algunos parecen surgir de algún manga barato, como el villano japonés, uniéndolo a secuencias de acción propiamente hongkonesas (pero no te confundas, es de producción China, y eso puede que sea lo que hace tan deplorable la película) y a un montaje que no ayuda para nada en la fluidez, al menos, de las secuencias de acción. Partiendo de un guión malo, al que parece faltarle secuencias que unan unas con otras, y de personajes muy mal escritos, el reparto encabezado por Lau hace lo que puede para mantener el tipo, pero insisto, debido al pésimo guión y mala dirección (sólo alguna secuencia de acción está decentemente grabada) el resultado es el que decía Lau.
Pero vayamos a otra parte, el 3D y los efectos digitales. Muchas películas rodadas o estrenadas en 3D juegan con ello en los planos para “asombrar”, pero aquí, no tenemos ni eso, además de unos efectos digitales realmente malos, a veces tipo The Asylum. Los chromas se notan demasiado, y la espectacularidad que pretenden darle a este nivel es de risa. Imagino a Andy Lau tras leer el guión pensando en una película de robos, espías y acción al estilo James Bond, pero una vez en el plató, mirar a los lados, ver lo que han grabado y pensar “¿qué coño hago aquí?” por que de verdad, Andy, ¿qué coño haces en esta película? Desperdiciar a un actor como él en esta película, digna de la serie C hongkonesa de los ’80, es un delito que debería hacer que Jay Sun no dirigiese más, o al menos que lo intente con películas menos ambiciosas. Y ese es otro de sus problemas. Es demasiado ambiciosa en lo que quiere mostrar y se nota que no había ni dinero ni talento para ello. Claro, viendo que en los créditos iniciales salen más nombres de productores que de actores, la cosa empieza a oler mal. Entre esto y que el dinero es Chino, las ilusiones de ver un actioner con Lau empiezan a desvanecerse rápidamente.

Podría alargar esta crítica, pero es de esas películas que como he dicho al empezar, no sabes ni qué decir. Es mala. Mal guión, malos personajes, mala acción, peores efectos digitales aunque tiene algo bueno, una dirección artística trabajada, con grandes decorados y rodaje internacional pero que marea con tantos cambios de país. La escasa conexión entre secuencias despistan al espectador y el sabor final es decepcionante. Es un quiero y no puedo, pero lo hago aunque quede mal. Menos mal que “Firestorm”, estrenada en Hong Kong el pasado 19 de diciembre, promete mucho más y sólo el tráiler es bastante mejor que “Switch”.

NOTA: 4

             

Comentarios