La esperada nueva versión de la
novela clásica “Viaje al Oeste” con Donnie Yen como el mítico Rey Mono además
de director de acción ha sido una de las películas más esperadas. En 3D y con
un reparto de lujo bajo la dirección de Pou-Soi Cheang se antojaba cuanto menos
curiosa de ver, sobre todo por el mencionado uso del 3D y un presupuesto más
que abultado. La historia realmente sólo nos presenta, como bien indica el
título, al Rey Mono, centrándose en una parte de la novela, y prevista al menos
una continuación donde veríamos a Tripitaka y el susodicho viaje al oeste en
busca de las escrituras de Buda. La película en sí es espectacular, con buenos
efectos digitales, pero lejos de ser lo mejor del mercado. No obstante, la
imaginería mitológica china se adapta bastante bien a los medios infográficos
de este film, con todo su colorido saturado. Muchas son las adaptaciones de la
historia original y las ediciones diferentes en diversos lenguajes como para
centrarme en si es una buena adaptación o no. De primeras diría que sí, pero
creo que es más justo dejar de compararla y centrarnos en la película en sí.
Soi Cheang rueda de forma fluida
las escenas de acción y de efectos digitales, sin demasiadas florituras ni en
una búsqueda de un estilo que lo diferencie de otros directores que podrían
haber rodado de la misma forma toda la película. Es evidente que el director cumple
las expectativas gracias a la labor del propio Donnie Yen en las secuencias de
acción, incluyendo efectos digitales y de cable. En este sentido, es muy buena,
alejándose del estilo que parece gusta más de Yen, es decir, nada de “Flashpoint”
ni “Duelo de Dragones”, ni siquiera “Special I.D.” Podríamos decir sin temor a equivocarnos,
que Yen tiene dos tipos de películas de artes marciales cuando dirige la acción.
Por un lado las mencionadas “Flashpoint”, “Duelo de dragones” y “Special I.D.”,
con peleas más reales y brutales, pero por otro lado tenemos películas más
clásicas con uso de cables, wuxias
bien rodados pero donde apreciamos menos a Yen y más a su doble con el uso y
puede que abuso de cable. En este caso, estamos en este segundo tipo de dirección
unido a técnicas de Kung Fu modernas y tradicionales del Mono. Personalmente, prefiero su otra faceta, pero aquí consigue equilibrar los efectos digitales con la acción más física, si bien no es lo que más se puede ver, con algunas batallas muy bien planificadas para mostrar en todo su esplendor la fantasía china, lográndolo con creces. En este sentido, visualmente es impecable, si bien algunos chromas "cantan" un poco, no desmerecen el resto de imágenes. Es evidente que
es lo más acertado al tratarse de una película fantástica, y me ha resultado
muy cómodas y agradables de ver las secuencias de lucha, sin molestar los efectos digitales,
aunque también admito que podrían haber estado mejor. No obstante, es un buen
ejercicio de cine más familiar, dado que la historia así lo pide. Es más, el
personaje de Donnie Yen, Sun Wu K’ung, el Rey Mono, es interpretado a la
perfección, siendo un personaje irritable y gamberro que suele sacar de quicio
a pesar de ser el protagonista. En este sentido, tanto el trabajo de
caracterización como el de interpretación nos traen a un Rey Mono en perfecta
forma, con sus momentos dramáticos que sin llegar a ser demasiado profundos,
cumple su cometido en la historia. Y si hablo de Donniy Yen, tengo que hablar
del resto del reparto, empezando por un Chow Yun Fat muy contenido, elegante y
distintivo en su papel del Emperador de Jade, seguido de Eddie Cheung como el
Maestro del Rey Mono , de nuevo bastante contenido, ya que en general, el único
que se podría considerar que sobreactúa es el propio Yen al ser su personaje
como es. Aaron Kwok está perfecto como el villano de la función, el Rey Demonio
Toro pero de nuevo con topamos con el motivo para el que todos los actores
estén perfectos, y es que el propio guión se rebaja levemente para que la
película sea familiar, no exenta de momentos más oscuros, pero arquetípicos para
presentar la historia.
Quizás me esperaba algo menos
familiar, pero sin duda se trata de una película muy entretenida de ver, con
buen ritmo, humor, buena acción y casi siempre buenos efectos digitales, con un
personaje protagonista que realiza un pequeño viaje en busca de sí mismo, con
momentos épicos, el nacimiento de un personaje muy carismático y emblemático
que da exactamente lo que promete. Puede que no sea la película que muchos
esperábamos, y ni tan buena como han dicho algunos, ni tan mala como dicen
otros. Es cine fantástico chino en su más pura expresión, con un metraje
ajustado pero perfecto para una primera entrega que espero continúe con Donnie
Yen, quien dice que de primeras no participará en la secuela que ya está
prevista. Espero que esto cambie y podamos ver el viaje con Donnie a la cabeza
en una buena adaptación de todo el libro.
NOTA: 7
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