El personaje histórico de Wong
Fei Hung ha sido llevado al cine en numerosísimas ocasiones, destacando dos
sagas, la que se considera la más larga de la historia del cine con Kwan Tak-
Hing, con unos 100 títulos aproximadamente, y “Érase una vez en China”, la saga
de Tsui Hark con Jet Li interpretando al médico y maestro de Hung Gar Kung Fu
en casi todas las entregas, bueno, y sin olvidar tampoco a Jackie Chan en sus
dos entregas de “Drunken Master”, versiones alternativas del personaje real.
Por ello, cuando se anunció un nuevo largometraje que recogería la juventud del
personaje, a pesar de los nombres involucrados, no tenía yo muy claro si
estaría a la altura del personaje. De primeras, la elección del protagonista,
Eddie Peng, no me parecía demasiado apropiada, a pesar de ser uno de los
mejores elementos de “Tai Chi Zero” y “Tai Chi Hero”, quizás por tener la
imagen de Jet Li como el mítico héroe. Por suerte, esto pasó a un segundo plano
tras ver involucrados a Sammo Hung, villano y productor de la película, y a
Corey Yuen encargándose de las coreografías. Poco a poco, la expectación, o
hype que se dice ahora, fue aumentando con los espectaculares pósters y los
trailers. Y llegó el momento de verla…
El guión, obra de Christine To
(“Fearless / Sin Miedo”; “True Legend”) me ha sorprendido gratamente.
Normalmente, las películas sobre Wong Fei Hung le presentan como a un héroe
invencible y sus tramas suelen ser épicas, pero aquí comienza como una historia
menos grande de lo que parece, una especie de aventura de juventud de Fei, pero
poco a poco va creciendo hasta conectar con el espíritu anteriormente visto de
una forma lógica y bien escrita. No en vano su título indica que vamos a ver
cómo se convertirá en el luchador revolucionario que fue. Esta inteligente forma
de desarrollar la trama es uno de los puntos fuertes, comenzando con un
desconocido Fei entrando en una banda de mafiosos, por llamarlos de alguna
forma y viendo cómo desarrolla un plan que derivará en acción, drama e irá
creciendo en magnitud. No quiero dar demasiados datos de la película para que
quien la vea después de esta crítica consiga sorprenderse como lo he hecho
yo…si es que coincidimos, claro. Para poner un ejemplo, Fei tiene algunos
amigos que le ayudan discretamente, pero en un momento dado Fei se dará cuenta
de lo que hay que hacer y tras un pequeño discurso a sus seguidores, cada vez
más, el director, Roy Chow Hin-Yeung, nos recuerda que estamos ante un
revolucionario, un héroe, colocando la cámara de una forma que engrandece al
personaje y donde se añade por primera vez el famosísimo tema musical “A las
órdenes del General” que ha acompañado al personaje durante casi toda su vida
cinematográfica, momento para mi esencial en cualquier película sobre Fei Hung.
Otro elemento mítico del personaje es el uso del paraguas dentro del arsenal de
Fei, aunque en esta ocasión su padre, interpretado por Tony Leung Ka-Fai, es su
dueño y sólo al final lo coge Fei Hung en una secuencia que se esperaba pero
sin usarlo el propio personaje convirtiéndose en un elemento de referencia de
Fei Hung en su paso a héroe. Y ya que he mencionado al director, toca hablar de
él. Ésta es su tercera película como director tras “Murderer” y “Nightfall”,
dos thrillers policíacos muy alejados de este film. Quizás esto le ha proporcionado
a Roy Chow un enfoque diferente en algunos momentos, usando el POV, o punto de
vista (point of view para quien no lo sepa) del personaje en algunas palabras y
que junto al montaje las convierten en secuencias de lucha dignas de ver y
disfrutar. Curiosamente, los movimientos más “modernos”, por decir así,
exceptuando los bullet time, pueden verse en su primera mitad, pasando
aproximadamente a la hora de metraje a un estilo más clásico. En general está
muy bien rodada, usando ralentizaciones y geniales efectos de sonido en los
combates pero sin olvidar los momentos tranquilos y más dramáticos, rodados con
elegancia. Respecto a las coreografías de Corey Yuen, como he mencionado
durante la primera hora de película, el director ha experimentado con movimientos
y encuadres de la cámara, permitiendo ver casi siempre las magistrales
coreografías de Corey Yuen, sin usar casi cables, pero a partir de esa hora las
coreografías pasan a ser algo más fantásticas con un uso de cables que rompe un
poco con lo visto hasta ese momento y recordando el cine de Kung Fu clásico de
los ’80. Puede que haya sido hecho a propósito, y tampoco chirría demasiado,
pero quizás si hubiese mantenido el tono realista y más técnico hubiese sido
incluso mejor película de la que es. Corey Yuen realiza un gran trabajo y tanto
Eddie Peng como Sammo Hung muestran una muy buena técnica, si bien Sammo
mantiene sus puños en forma, no tanto las piernas. Esto es normal tras haber
estado enfermo, la edad, el sobrepeso (que si, que siempre ha demostrado que
estando gordo puede realizar coreografías espectaculares, pero a ciertas edades
hay que cuidar eso, y no le vendría mal bajar un poco de peso, por salud, más
que nada) pero sigue demostrando que es uno de los grandes del cine de artes
marciales. El resto de actores cumplen de sobra con sus personajes, tanto en
los momentos dramáticos como en las peleas, estando todos ellos perfectos en
sus papeles. No quiero terminar la crítica sin
remarcar la banda sonora de Shigeru Umebayashi, que me ha sorprendido al no ser
la música más habitual en este tipo de producciones. Usando pocos instrumentos
orientales, Umebayashi compone una banda sonora más cercana al cine occidental
que aunque a veces parece no pegar, dotan a la película de una atmósfera a medio
paso entre el sistema feudal y el modernismo europeo, sobre todo en las
secuencias que no son de Kung Fu. Y de nuevo unimos cosas que he mencionado por
separado, el buen equilibrio entre las secuencias de acción y las dramáticas,
apoyándose en la música y el montaje.
Y ahora si, termino con el
pequeño resumen de lo dicho hasta ahora. “Rise of the Legend” nos trae de
vuelta tanto a un personaje mítico en el cine hongkonés como el cine más
clásico de Kung Fu en una película con guiños a la saga protagonizada por Jet
Li que va aumentando su épica en un viaje trepidante lleno de grandes
coreografías y marcando los cimientos del que será un héroe nacional ante los
abusos occidentales en la, entonces, colonia británica, con un héroe más oscuro
y sangriento y un Eddie Peng en estado de gracia haciendo suyo al personaje
logrando casi igualar la elegancia luchando en algunos momentos de la
encarnación de Fei de Jet Li. De momento es una de las mejores películas de
artes marciales del 2014 junto a “Kung Fu Jungle” y de la que esperamos, al
menos yo, una secuela.
NOTA: 8
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