El nuevo sello real de la
Dinastía Joseon es tragado por una ballena, por lo que, para ocultar el
vergonzoso hecho, el mensajero que lo llevaba culpa a los piratas de ello, para
usar dicha cortina de humo mientras contratan a unos piratas para capturar a la
ballena, fácilmente distinguible al tener una bandera con el nombre Joseon
clavada en el lomo. Pero el destino hará que un antiguo militar convertido en
bandido y liderando una extraña banda de perdedores se vea involucrado en el
asunto mientras un recuerdo del pasado saltará al presente para zanjarlo de una
vez por todas.
“The Pirates”, o “Pirates”, es la
primera película con acción de su director, Lee Seok-hoon, adscrito al terreno
de la comedia con películas como “Dancing Queen” o “See You After School” y su
debut es más que satisfactorio. Una película divertida, entretenida, con
ciertos aspectos de comedia ligera donde se nota la buena mano del director,
unido a un presupuesto holgado para poner en imágenes un guión escrito por
Cheon Seong-il y que me ha recordado a otro de sus trabajos, “My girlfriend is
an agent” de 2009, con el que guarda algunas similitudes como el coger un
género y darle un punto cómico, en el 2009 con los espías tipo James Bond y
aquí con los piratas y los bandidos. El humor, acentuado por el buen hacer de
sus intérpretes, de los que hablaré más tarde, el sentido de la aventura y
cierto trasfondo político e histórico, y la acción consiguen sumarse a una
mezcla que consiguió desbancar a “The Admiral”, con Choi Min-sik como protagonista
y película que batió todos los récords de taquilla habidos y por haber, del número uno en la taquilla de Korea del
Sur (aprovecho para indicar que los datos de la taquilla están extraídos de El
Templo de Chanpoo, www.chanpoo.com), lo
cual, para un director que viene de comedias contemporáneas, es todo un mérito.
Quizás, tras “The Admiral”, nadie esperaba ninguna otra explosión de taquilla,
consiguiendo un efecto de sleeper que
ha sorprendido de primeras, pero que tras ver ésta película de piratas, se
entiende. Y es que no sólo el humor funciona. El guión está bien escrito, no
pierde el ritmo en ningún momento y nos presenta a unos personajes algo
arquetípicos pero que encajan tan suavemente en la trama que se agradecen.
Cuatro frentes de personajes encabezados por Son Ye-jin (“The Tower”) como
Yeo-wol, la líder de los piratas, Kim Nam-gil (“The Day Before”, coincidiendo
con Son Ye-jin en “Shark”) como Jang Sa-jeong, o Tigre Loco, líder de los
bandidos de la montaña, Lee Kyeong-yeong (“Kundo: Age of Rampant”) como So-Ma,
el anterior y malvado capitán pirata de Yeo-wol y Kim Tae-woo (“The Face
Reader”) interpretando a Mo Heung-gap, antiguo jefe militar de Jang. Los
vínculos entre ellos cuatro son el hilo conductor de la historia estableciendo
un paralelismo entre los personajes de Son Ye-jin y Kim Nam-gil, enfrentados a
sus antiguos jefes. Es algo que se va viendo a medida que la película avanza,
pero como he dicho antes, el ritmo del guión y de la dirección hacen que a
pesar de durar 130 minutos, se vea sin problemas, sin hacerse larga o pesada,
con el apoyo de los actores secundarios, en especial Yoo Hae-jin (“Woo Chi.
Cazador de Demonios”) que despliega su habitual vis cómica con su también
habitual maestría. La química entre los dos protagonistas es indudable, y el
equilibrio de minutos entre todos los personajes, protagonistas y secundarios,
ya sean bandidos o piratas, también se ajusta bastante, dejando a los líderes
de las formaciones el suficiente para desarrollar sus personajes dentro de los
límites de la historia, es decir, la aventura y el humor. Ésta vez los momentos
dramáticos tan del gusto de los surkoreanos queda minimizados a favor de la
aventura y la acción, con buenas secuencias de lucha, muy bien coreografiadas,
ejecutadas y filmadas, lo cual sorprende en un director novato en este campo
pero que por otro lado no sorprende siendo asiática y surkoreana. Un uso de
cables ajustado a momentos puntuales y justificados, combates con espadas,
lanzas, cuerpo a cuerpo y combates marítimos, además de ballenas y bastantes
explosiones. Todo ello con un toque de cómic que junto al humor hacen que sea
tan entretenida verla.
Otro de los puntos, al menos
curioso y que creo que ayuda a crear la atmósfera del film, es la forma de
narrar, muy de cómic, restándole dramatismo, lo cual la convirtió en una de las
películas más taquilleras del año. Porque seamos sinceros, cuando quieres ver
una película de piratas, piensas en las de Errol Flynn antes que en “Piratas
del Caribe”, o al menos yo, o en las de Burt Lancaster donde desplegaba sus
enormes cualidades físicas y acrobáticas, es decir, diversión, un humor algo
pícaro, acción, y no paranoias del infierno con barcos en el desierto ni ese
tipo de brujería. El subgénero de piratas ha funcionado con una fórmula, por
mucho que normalmente no me gusten, y el usar esa fórmula, esas claves de forma
correcta se consiguen productos de la calidad de éste. Y una de las claves que
hace que la comedia en los actores secundarios funcione es la rivalidad entre
bandidos y piratas, que gracias a alternar a los protagonistas con secuencias
protagonizadas por ellos, mantiene el espíritu de diversión y frescura que
olvida tan a menudo el cine de acción, acercándose al ya cansino “nolanismo” u
oscurecimiento de los personajes protagonistas, algo que no inventó el señor
Nolan pero que parece que mucha gente cree que sí.
Como punto negativo, si tuviese
que decir alguno, o protestar por algo, sería por algunos efectos digitales,
que cantan demasiado y cierta ligereza a la hora de narrar encuentros entre los
dos protagonistas. El mencionado aspecto de cómic se refuerza con el contraste
entre los líderes de las cuatro formaciones, con un diseño de vestuario que
acentúa sus personalidades y les distancia de sus seguidores, más sucios. No lo
consideraría un punto negativo, pero dado que se dan datos históricos reales y
cierto sentido de realismo, resulta al menos chocante. Eso sí, gracias a esto
tenemos a Son Ye-jin guapísima durante todo el metraje. Vamos, que ni un solo
plano de ella que salga mal, y eso es un punto positivo, aunque suene algo
machista.
Resumiendo, “The Pirates” es una
película de aventuras de verdad, divertida, con una estética de cómic que se
agradece ver, bastante bien dirigida y con un elenco que encaja a la perfección
con sus personajes. Una de las películas imprescindibles del año, no sólo por
su excelente taquilla, y es que cuando una película funciona, el público lo
percibe y responde, sobre todo en países como Korea del Sur. por cierto, los créditos iniciales, geniales.
NOTA: 7
Comentarios