La amistad entre actores, sobre
todo dentro de un mismo género, nos ha traído desde siempre reuniones entre dos
o más estrellas, habitualmente conocidas como buddy movies o "películas de colegas". Puede que la jugada de Stallone y sus Expendables hayan creado
tendencia en reuniones masivas, cosa que ya se hizo en el cine asiático hace
décadas, como “Eastern Condors” o “Isla de Fuego” (dejando al margen la leyenda
negra sobre las Triadas y su relación con la película y actores) Esta amistad
ha sido explotada entre los protagonistas de la película, Dolph Lundgren y Tony
Jaa, participando Lundgren en la comedia de acción con toques de western del
tailandés “A man will rise”, largamente retrasada en su estreno, y a cambio,
Jaa participa en “Skin Trade”, coproducción entre Thailandia, Estados Unidos y
Canadá y basándose en una historia del propio Lundgren. Es más, éste proyecto
lleva dando tumbos desde 2006 que comenzó a escribirse, pasando por varios
cambios, ya que originariamente ocurriría entre Nueva York y Moscú e incluso
tuvo a Steven Seagal muy cerca de co-protagonizarla. Tras la mencionada “A man
will rise”, Lundgren quiso que Jaa le acompañase, modificándose la historia y
buscando financiación en Thailandia, a parte de contar con el actor sueco como
productor. Con el proyecto definido, empezaron a sumarse nombres al proyecto,
como el director, Ekachai Uekrongtham, conocido por la genial “Beautiful Boxer”
donde además mostraba buenas secuencias de artes marciales. Tras unirse Michael
Jai White, Ron Perlman, Peter Weller, Cary-Hiroyuki Tagawa o Celina Jade,
pronto se convirtió en uno de los títulos de referencia para éste 2015. Explico
todo esto para, como suele ser habitual en mis críticas, poner en precedentes,
sobre todo en películas tan señaladas como ésta, con otra muestra de la
hiperactividad de Tony Jaa tras su parón y demás historias.
Bien, pues la espera ha
terminado, ¿y con qué nos hemos topado? Toda la promoción, muy bien llevada, ha
hecho hincapié en la parte dramática sobre el tráfico de esclavos y si tenemos
a un director como Uekrongtham, la cosa pintaba seria, y aunque tenemos
momentos dramáticos y algunos giros oscuros, “Skin Trade” es una entretenida
película que revitaliza el espíritu de los ’80, películas de presupuestos
medios, pero que sabe usar los elementos que tiene para entretener con una historia
que más o menos nos podemos creer. Se nota en parte que John Hyams ha metido
mano al guión, viendo la filmografía y proyectos en los que el productor,
guionista y director ha trabajado, se deja notar, sobre todo en las secuencias
de interior y nocturnas, su mano y atmósfera. Los personajes no dejan de ser
arquetipos, algo oscuros, si, pero arquetipos para que toda la trama funcione y
sus intérpretes están correctos. Lundgren encaja con un personaje escrito por
él y para él, y conocedor de sus limitaciones, no sobreactúa y se mantiene muy
constante, igual que Tony Jaa, con un personaje más impulsivo y que su único
defecto es cuando habla en inglés, pero se lo perdonamos ya que nos muestra sus
geniales habilidades físicas en diversos momentos y es más que suficiente, al
menos de momento, para Tony, dejando de lado su misticismo. Se agradece verle
en vaqueros, disparando y cambiando el chip de chico inocente que se ve metido
en problemas. El villano, Ron Perlman, con sólo su presencia y su voz, además de
un buen trabajado acento, llena al personaje, dejando a Michael Jai White en un
personaje importante pero algo secundario pero que no obstante no le impide
también brillar. Quizás los personajes y actores con menos minutos pero
agradecidos igualmente de verlos, son Peter Weller y Cary-Hiroyuki Tagawa.
Celina Jade, tras su participación en “Arrow” continúa en proyectos
interesantes cumpliendo como algo más que la “chica” de la película. Es
evidente que el guión no es una historia profunda y dramática como se esperaba,
por lo que los personajes, como he dicho cumplen su función sin más, dejando el
grueso de la historia en manos de las secuencias de acción.
Tenemos a un experto en Muay Thai
y dos karatekas, por lo que es inevitable enfrentarlos entre sí en algún
momento de la película, y aunque no son coreografías que consigan que la
película se convierta en una de las mejores del año, tienen la calidad
suficiente para sentirnos satisfechos con el trabajo, si bien admito que
deberían ser mejores aún. Quizás el problema no hayan sido las coreografías en
sí como la propia dirección y montaje. Uekrongtham debe seguir con el chip de
“Beautiful Boxer” que era ante todo una película dramática con secuencias de
lucha, y el ritmo no es el adecuado, al igual que muchos ángulos de cámara, que
junto al montaje no nos deja ver algunos momentos brillantes con la claridad
que nos gustaría. Los efectos digitales, aunque escasos, se notan algo, pero
curiosamente encajan con el espíritu de la película y no llegan a chirriar
demasiado, además, cosas peores hemos visto.
Resumiendo, “Skin Trade” apuntaba
a ser algo más que una buena película de acción pero se queda justamente en
eso, una buena película de acción, mejor que la media, con un buen elenco
aunque algo desaprovechado en su parte marcial pero que por suerte consigue
llegar a unos mínimos de calidad para ser muy recomendada. Entretenida y
divertida, es un alto en el género en espera de los títulos que faltan por
llegar este prometedor año que seguro que continúa en 2016.
NOTA: 6'75
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