DRAGON BLADE (2015)



Desde que se anunció este film, que iba a unir a Jackie Chan con Mel Gibson, hasta su estreno, ha llovido bastante. Tras sustituir a Gibson por John Cusack e incluir a Adrien Brody como villano, las ganas de ver esta curiosa película que unía a romanos con chinos aumentaron notablemente y tras verla…

No he salido decepcionado. Muchos fans del Torbellino de Hong Kong seguramente salgan algo más decepcionados ya que no estamos ante la típica película de Jackie donde el humor y la acción reinan a sus anchas. Tenemos acción y alguna nota de humor pero siguiendo la carrera actual de Jackie puedo afirmar que es un producto de su madurez hecho con la cabeza. Jackie podría repetir continuamente su fórmula de acción y comedia hasta que se retirase, pero hace tiempo que intenta mejorar su parte dramática con papeles más intensos, más serios. Daniel Lee se encarga de la dirección y del guión, habiendo demostrado que sabe dirigir cine de época en películas como “Three Kingdoms: Resurrection of the Dragon”, “14 Blades” o “White Vengeance”, al margen del resultado de dichos films. En esta ocasión, al tratarse de una superproducción china, despliega todas sus herramientas para ofrecernos una película que supera a casi todos sus films anteriores en parte gracias también al excelente trabajo del Jackie Chan Stunt Team con He Jun y Andreas Nguyen a la cabeza supervisados por el propio Chan. Es evidente que la acción es uno de los platos fuertes y podemos estar satisfechos siempre y cuando no se sea un fan muy radical de Jackie. Me explico. La mayoría de la gente quiere ver al Payaso del Kung Fu pero Jackie tiene ya una edad y una madurez personal y profesional que hace que dirija sus pasos hacia otros géneros más serios pero sin olvidar el motivo de su éxito, las artes marciales y aunque aquí el humor sea más sutil y muy secundario, las secuencias de acción siguen destilando una gran calidad. Jackie se mantiene en secuencias de acción de cuerpo a cuerpo, con una participación en batallas épicas mínima para centrarse en combates más individuales usando su gran técnica sin ningún problema. Al no meter humor en las escenas de acción parece que nos falta algo, pero tal y como ocurrió en películas como “El Mito” o “Pequeño Gran Guerrero”, Chan mantiene el alto nivel técnico habitual con peleas con su inimitable estilo pero prescindiendo del humor en gran medida, aunque en secuencias como su primera pelea contra Ling Peng podemos ver esa característica forma de luchar sin querer hacer daño a su oponente. Es decir, que en la parte marcial, aunque no estamos ante una obra maestra, podemos disfrutar de buenas secuencias de lucha y acción, ya sea en peleas individuales o en batallas épicas.
Por otro lado tenemos el guión, nada excesivamente sorprendente pero como suele ocurrir últimamente, al menos funciona de forma correcta sin ser un prodigio. Me habían dicho que la presencia de Jackie era casi secundaria, pero por fortuna, a pesar de contar con estrellas de Hollywood, el reparto de minutos es favorable para Chan, siendo en realidad el principal protagonista pero sin olvidar al resto del reparto, siendo John Cusack una pieza importante del relato pero pasando a un segundo plano. Y Brody, con un toque de estrella de rock glam, es el que sale menos durante gran parte del metraje pero por fortuna, el peso del resto del reparto hace que se equilibren las presencias con el ritmo de la historia y si bien no es una buddy movie entre Chan y Cusack, tienen bastante química,  y eso que siempre he pensado que Cusack, aunque buen actor, es algo soso. A veces la importancia de los personajes va más allá de sus minutos en pantalla y en este caso todo funciona muy bien, con actores convincentes y un buen uso de los idiomas, pasando del mandarín al inglés, que si bien puede ser criticable que los chinos hablen mandarín y los romanos inglés, creo que ha sido una forma inteligente de evitar doblar al mandarín a los actores occidentales o rodar todo en inglés. En las secuencias de acción, a pesar de los dobles, tanto Cusack como Brody me han sorprendido, dándole mucha fuerza a su trabajo físico y resultando en este campo más convincentes incluso que en la parte dramática, sobre todo Brody, que encarna a un villano casi diabólico y que desarrolla una fuerza explosiva en sus ataques que me sorprendió gratamente. Cusack me ha sorprendido por su velocidad con la espada (al margen del material de la misma, claro) y por la buena sincronización con sus oponentes, incluyendo la pelea contra Jackie. Además del reparto estadounidense, tenemos algunas caras conocidas en la parte china, además de Li Peng (“The Viral Factor”), como Sammy Hung, hijo de Sammo Hung con un papel secundario pero que permite que brille en ciertos momentos.
Resumiendo, “Dragon Blade” es una épica historia con cierta base real que nos devuelve a un Jackie Chan maduro, convincente, con buenas secuencias de acción que aunque no convertirá a la película en un clásico moderno, logra entretener y hacernos disfrutar con aventuras en el desierto, con ejércitos, Kung Fu y unas ejecuciones de las coreografías, incluyendo a los actores norteamericanos, superiores a la media. Una película que aunque está un poco por debajo de lo que esperábamos, consigue ser una buena película en la línea actual de trabajo de Jackie, superando incluso a algunas películas similares dando importancia a los personajes y manteniéndose en una línea de calidad bastante alta, siempre comparándola, por desgracia, con otras películas de corte o época similar. Seguramente con Gibson en el reparto la película hubiese sido bastante diferente, pero a pesar de eso, sigue siendo una película muy recomendable que espero que llegue a España aunque sea en formato doméstico.

NOTA: 7

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