Muchas veces nos limitamos a ver
cine marcial asiático u occidental donde los protagonistas son estrellas
taquilleras o de serie B que se han hecho un hueco y son muy conocidos por los
seguidores de este género. Pero nos olvidamos de los orígenes de muchos de
ellos, comenzando con películas independientes y que posteriormente consiguen
el estrellato. Por eso es muy conveniente mirar a este cine pequeñito para
conocer a otros artistas marciales que buscan su hueco, sobre todo ahora que no
hay demasiadas estrellas ni producciones de la calidad esperada, sobre todo en
número. En el 2015 debutaba como directora una mujer que comenzó como
especialista y que poco a poco va escalando puestos para ofrecer un cine
diferente. Hablo de Livi Zhang,
indonesia de nacimiento pero norteamericana de adopción que con Brush with Danger se presentaba uniendo
el cine de artes marciales con el drama y que hoy te presento.
Dos hermanos, inmigrantes
ilegales, llegan a Seattle y se ven involucrados en el negocio de las
falsificaciones de arte. Una premisa sencilla, bien dirigida aunque bastante light, lo cual no resta calidad. Claro
está que no es una película potente llena de peleas, pero sí las suficientes
para hablar de ella. Livi Zhang comenzó como especialista con 15 años y en
2013, como actriz y productora con The
Empire’s Throne, pasando por televisión. Su carrera marcial daba sus frutos
en Estados Unidos (tras pasar de Blitar, donde nación, a Yakarta, Beijing y
posteriormente al estado de Washington en USA) consiguiendo numerosos premios
en competiciones de Karate y alternando las artes marciales con los estudios en
económicas y cine, graduándose en esto último en 2016 tras haber debutado un
año antes dirigiendo esta película en la que además de participar como actriz y
dirigirla, aparecía su hermano, Ken
Zhang, que fue además el guionista de la misma. Ken es quien se encarga de
la mayor parte de secuencias de lucha, coreografiadas por Ahmad Rivai, experto indonesio en Wushu. Este film está
correctamente rodado, sin artificios innecesarios y equilibrando el drama con
la acción, mostrando además la buena técnica de Ken y con algún momento donde
Livi muestra su buen hacer marcial. Esta combinación entre ambos hermanos es
efectiva, dejando a Livi la parte dramática al interpretar a Alice Qiang, una
joven interesada en la pintura y que reniega de las artes marciales por algo
ocurrido en su pasado. Por ello no quiere ni que su hermano, Ken, pelee, pero
la pasión de ella por la pintura es la misma que la de él por las artes de
lucha, y les vendrá de perlas cuando tengan que enfrentarse a la mafia de
falsificadores. El desarrollo de la historia es, igual que la dirección,
correcto, una tarjeta de presentación de la cineasta que no puede evitar tener
cierto tufillo a telefilme donde las artes marciales son secundarias, pero
cuando aparecen, son bastante buenas. Se hubiese agradecido mayor presencia,
sobre todo al ver de dónde viene su directora, pero es un ejemplo de un cine
algo diferente, que busca contar una historia consistente y no, como viene
siendo habitual en el cine marcial, justificar las escenas de lucha. Por ello
recomiendo la película, no por ser un punto de inflexión dentro del género,
sino por los esfuerzos de ofrecer un producto más consistente, por mucho que el
resultado final sea algo light.
A nivel interpretativo de nuevo
tengo que decir la palabra correcto, aunque Kim a veces peca de inocente y
algunos secundarios no son demasiado buenos pero dada la escasa profundidad de
los mismos, consiguen resultar convincentes. Resumiendo, una película
entretenida para un sábado o domingo por la tarde sin mayores pretensiones que
pasar un rato entretenido aunque al final se termine olvidando, pero es sin
duda una muestra de lo que Livi puede seguir ofreciendo, y más viendo que ha
ido acumulando proyectos tras este film, por lo que habrá que seguir de cerca
la evolución de esta cineasta que ha proseguido en el mundo del cortometraje
para tener tras largometrajes pendiente de estreno, uno de ellos con actores
como Tony Todd y con su hermano como guionista, y no sólo de artes marciales,
ya que ha preferido tocar otros géneros para mostrar su versatilidad como
directora.
NOTA: 5’5
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