NIAFFS'17: ACTS OF VENGEANCE (2017)

El cine de acción occidental tiene en Scott Adkins a una de sus mayores estrellas, pero detrás del británico hay una figura que ha sido quien le ha lanzado al estrellato, Isaac Florentine, director de Invicto 2, Invicto 3, las dos entregas de Ninja y Justicia Letal, además de El Patrullero, de Van Damme donde también podemos ver a Adkins. Su conexión con el cine de artes marciales no se queda aquí, ya que en su filmografía tenemos títulos como Desert Kickboxer (1992) Savate (1995) con Olivier Gruner, Exterminio (1999) con Gary Daniels o Juego de Dragones (1999) con Dolph Lundgren, además de numerosos capítulos de varias entregas de la serie Power Rangers. Director, coreógrafo de lucha, coordinador de especialistas… todo un especialista en este género que se traduce en películas donde podemos disfrutar como nos gusta de este cine. En esta ocasión, manteniéndose dentro de la productora Millenium, ha contado con Antonio Banderas, Karl Urban y Paz Vega para una excelente película de acción, una serie B superior a otras muestras de mayor presupuesto con una acción menos real llenas de efectos especiales.

Siempre digo que la mayor parte del cine de acción suele tener un guion-excusa, pero hay varios niveles en este aspecto. Hay historias que funcionan mejor que otras, las hay malas y buenas, y en esta ocasión, funciona a la perfección, a pesar de ser algo predecible, pero la estructura, aun siendo algo típica, no intenta enredarse innecesariamente, funcionando a la perfección para ofrecer una historia de venganza con una originalidad narrativa que la sitúa en primera fila dentro del cine de acción. Contar con Antonio Banderas como protagonista ayuda a que sea más creíble ya que no estamos ante un actor experto en artes marciales. Si hubiese sido Scott Adkins o Van Damme, las escenas de lucha hubiesen sido más espectaculares, no cabe duda, pero igualmente nos resultaría menos creíble al saber de la pericia marcial de los actores e incluso nos hubiese hecho ser más exigentes a la hora de las coreografías. Banderas ha demostrado ser más que solvente en el cine de acción, y ahora, con 57 años, ha vuelto a demostrarlo, no sin ayuda, claro, usando dobles en algunos planos de pelea, lo cual no resta credibilidad. Volviendo a la historia, al usar la corriente filosófica del estoicismo como leit motiv para el personaje protagonista, y recordándonos el título original que tuvo el film durante su rodaje, proporciona un aire fresco al arquetipo de héroe de acción, involuntario en este caso, pero muy potente. La voz en off nos conduce por la mente de este abogado en busca del asesino de su mujer e hija, y hace que Banderas se esfuerce más que en otros actioners anteriores como Security (2017), aplaudida por mucha gente pero algo descafeinada en general a pesar de su aire ochentero, tanto dramáticamente como a nivel de acción, dejando las pistolas en favor de la acción más física. En este sentido debemos agradecer a Tim Man, habitual coreógrafo de Florentine en sus últimos trabajos, la calidad de sus peleas, realistas, sin exigir demasiado a los actores ni usando demasiados dobles excepto en algunas técnicas de proyecciones. Man, que aparece como actor interpretando al profesor de Jiu-Jitsu (como el propio director, Florentine, que interpreta a otro profesor de artes marciales) realiza así un trabajo de gran calidad, adaptándose a la historia y a los actores, quienes además ejecutan las coreografías muy bien, tanto Banderas como Urban. Y saber coreografiar peleas conociendo el tipo de película que se está haciendo así como las limitaciones de los actores es algo tremendamente importante ya que si hubiese usado Tim Man las peleas que coreografió para Ninja 2 en este film, el uso de dobles hubiese sido exagerado y mucho menos realista, lo cual hace elevar el nivel de la película.


Paz Vega es el peor personaje de todos, mero relleno para la historia pero que ofrece el contrapunto femenino así como alguna secuencia de acción algo gratuita pero igualmente buena. En resumen, estamos ante una estupenda película de acción, muy bien rodada, con un personaje protagonista bien definido, un viaje de autodescubrimiento básico pero bien escrito, con sus motivaciones y una evolución mejor que la de otras películas de acción, todo bien justificado, con una resolución esperada pero que no resta calidad a la película, una muestra de lo que la Millenium, heredera no sólo espiritual de la mítica Cannon, puede hacer con un buen equipo. Sin duda una sorpresa muy agradable dentro del cine de acción, un entretenimiento excelente que nos devuelve al mejor Banderas con las mejores coreografías para actores sin conocimientos marciales y un Florentine mucho más cercano a lo invictos y ninjas que a otros títulos de su filmografía como La Bala del Asesino (2012). También quiero destacar la presencia, anecdótica, de Robert Forster (Jackie Brown), algo habitual en el cine de Millenium, usar actores consagrados como secundarios para dar cierto empaque al reparto. Sinceramente, prefiero más películas así que sagas blockbusters como A Todo Gas o Transformers, donde la acción es de calidad, sin recurrir a efectos digitales ni cables, con un equipo de especialistas muy bueno, con excelentes coreografías y buenos personajes creíbles, no sólo arquetipos de héroes de acción que no logran hacernos empatizar con ellos ni sentirnos identificados.

NOTA: 7’75

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