NIAFFS'17: PLAN B (2016)

En este siglo XXI estamos sufriendo un ataque de nostalgia ochentera gracias a películas y series como Stranger Things. A veces esta nostalgia nos engaña para vender productos de poca calidad como remakes o continuaciones de sagas. Pero por suerte, existen producciones como esta película alemana que no sólo se apoyan en ello, con una calidad y frescura muy necesitada hoy en día. Esto se debe a los nuevos valores que luchan por hacerse un hueco en el cine marcial y de acción y a productores valientes que les dan la oportunidad. Otro aspecto sorprendente de este film es su estreno en España, directamente a la venta y que consigue satisfacer a los aficionados de un género con escasa presencia estos años y que hace que tengamos que ver las mismas películas para disfrutar de nuestro cine favorito. Plan B se convierte así en un estreno inesperado pero altamente recomendable, haciendo que miremos a Alemania con otros ojos y conozcamos a una serie de nuevos actores marciales que van a dar mucho que hablar.

Tres jóvenes expertos en artes marciales buscan su hueco como especialistas en el mundo del cine. Su manager les consigue un casting, pero se equivocan de dirección y terminan obedeciendo a una banda mafiosa para conseguir una caja fuerte del gángster más poderoso de la ciudad mientras les siguen la pista un par de policías. Una búsqueda del tesoro por toda la ciudad para ofrecernos una serie de secuencias de lucha que se encuentran entre lo mejor del año y que hay que agradecer a dos de los protagonistas, Can Aydin, especialista, coreógrafo de lucha y director de acción de películas como Hitman: Agente 47, Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte 2 o la serie Marco Polo, donde doblaba al protagonista, Lorenzo Richelmy, y a Yoon Cha-Lee, compañero de Aydin en el grupo de especialistas. En este film, Aydin es el director de acción y Cha-Lee el coreógrafo de lucha, complementándose perfectamente en sus labores y sacando lo mejor de todos los actores, incluyéndose a ellos mismos. El comienzo del film es además toda una declaración de intenciones con una secuencia de acción marcial y balística para presentar a los protagonistas poco vista en el cine de acción europeo. En la silla de director tenemos a dos personas, Ufuk Genc y Michael Popescu, quienes debutan en esta labor tras trabajar en diferentes departamentos, como producción, edición, efectos especiales o como compositores y que demuestran una solvencia visual de calidad, evitando excesos de movimientos o planos que impidan ver las peleas como a los que amamos este cine nos gusta. Un estilo con aires de cómic y usando una voz en off como hilo conductor que, por cierto, en su versión española corresponde a Ricky Coello, voz habitual de Jackie Chan. La calidad marcial de los protagonistas, es decir, los mencionados Aydin y Cha-Lee, además de Phong Giang, otro compañero de los dos primeros en el grupo de especialistas, es indiscutible, con una espectacular técnica de pierna y acrobática que junto al estupendo diseño de las coreografías convierten a este film en un must see, una película imprescindible de cara al futuro del género. Aydin despliega además su carisma resaltando por encima del resto del reparto pero sin eclipsarle, convirtiéndose en un trio ganador con momentos equilibrados de lucimiento para cada uno además del equipo de especialistas. Es lo bueno de tener como coreógrafos y directores de acción a stunts que saben aprovechar las cualidades de actores y especialistas para diseñar secuencias de acción de todo tipo pero siempre con una calidad tremenda. También quiero destacar la presencia de otro alemán que debería tener más papeles protagonistas, como es Mike Möller, que aparece aquí en una secuencia de lucha donde vuelve a demostrar sus excelentes dotes para la lucha.


Otro elemento destacable enlaza como el comienzo de esta crítica, la nostalgia ochentera, o mejor dicho, el homenaje continuo a esta década, aunque también tenemos recuerdos setenteros en la figura de Cha-Lee, concretamente a Bruce Lee gracias sobre todo a la chaqueta de cuero que lleva, amarilla y negra, como el mono de Bruce en Juego con la Muerte y que se complementa con las chaquetas del resto de protagonistas. Aydin va de negro, con gafas de sol modelo aviador con continuas referencias a frases de Stallone (podemos ver en su habitación numerosos pósters de Sly y Jackie Chan) sobre todo de su personaje en Cobra, Phong lleva la misma chaqueta y gorra que Michael J. Fox en Regreso al Futuro 2 y Eugene Boateng, que interpreta al manager y el único que no pelea, la misma que Michael Jackson en su mítico vídeoclip Thriller. Estos homenajes se complementan con otros que se van desgranando a lo largo del metraje, con referencias a Golpe en la Pequeña China, Danko, Calor Rojo, Los Cazafantasmas o a la mencionada canción de Jackson en las diferentes partes de la película, conformando una historia fresca, sencilla pero directa y contundente, sin intentar apuntar más alto de lo necesario, lo cual favorece al film. Muchas películas de acción intentan convertirse en éxitos de forma forzosa, pero aquí es justo lo contrario, lo mismo que pasó en los ochenta con el éxito de un tipo de cine con ganas de entretener y contar historias sin forzar la máquina. La única secuencia que choca con esta sencillez es la que corresponde a la aparición de Möller, situada en un cementerio y donde vemos un rito de sacrificio humano para el resurgir de un vampiro (Möller), el cual aparece igualmente para su genial escena de lucha. De primeras parece estar metida de clavo y puede resultar algo excéntrica, pero el tono festivo de la película hace que no sea así y se disfrute igualmente, dándole ese aire de diversión e impidiendo que nos preguntemos a qué viene esto.
Resumiendo, una de las mejores películas de artes marciales gracias a la excelente técnica de sus tres protagonistas marciales, con una continua muestra de escenas marciales perfectamente rodadas, coreografiadas y ejecutadas, una película de entretenimiento de calidad que hace que esperemos con ganas los próximos trabajos de sus protagonistas, un homenaje estupendo a los ochenta, nada forzado que hará las delicias de los amantes del cine marcial y que usa la nostalgia de forma inteligente sin apoyarse en exceso, siendo un complemento más para disfrutar de la película. Humor, acción y artes marciales que se ha convertido por derecho propio en una muestra de lo que se puede hacer en Europa en este género tan poco habitual. Vamos, que, si no la has visto, debes hacerlo sí o sí, sobre todo debido a la sequía actual del cine marcial de calidad.

NOTA: 8’75

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