NIAFFS'18: BLEEDING STEEL (2018)


Hace tiempo que los fans de Jackie Chan aplaudimos sólo a medias la mayor parte de sus últimos estrenos. A medias ya que hemos asistido a un abuso de efectos digitales y de cables, con menos acción de la esperada pero siempre con el espíritu de sus films. Yo, como fan, se que estos elementos que no suelen gustar mucho son criticados duramente por parte del fandom y por ello sueles quejarse de películas como Atrapa a un ladrón o Kung Fu Yoga. Incluso cuando cambia de registro y se pone serio como en El Extranjero, es criticado. Parece que muchos de estos fans no se dan cuenta de la edad de Jackie y las lesiones que lleva a sus espaldas. Si con todo esto alguien sigue pensando en que estrenará algo a la altura de Armas Invencibles (1985) o La Armadura de Dios (1986), está muy equivocado. El tiempo no pasa en balde y Jackie se ayuda como puede para ofrecer los productos que los fans pedimos a la vez que busca cierta comodidad y seguridad. Pero este tema es mucho más profundo que merece otro momento, ya que lo que vamos a ver ahora es qué tal está su último estreno de acción, Bleeding Steel, una peripecia de ciencia-ficción diferente a lo que el Torbellino de Hong Kong nos ha ofrecido hasta ahora.

Esta crítica podría titularse Una atípica típica película de Jackie Chan. El motivo es bien simple, ya que estamos ante una de esas películas que, conteniendo los elementos más básicos y detectables del estilo de Jackie Chan, nos ofrece una historia muy diferente que deja claras las intenciones del propio Jackie. Para entender a lo que me refiero, hay que analizar los diferentes tonos del guion, que navega entre diferentes géneros, desde la omnipresente ciencia-ficción, al drama policíaco pasando por el drama humano, la comedia y la acción trepidante. El principal problema del guionista y director, Leo Zhang (Chrysanthemum to the Beast) en esta, su segunda película, es alternar de forma irregular todos estos géneros resultando en una amalgama que te mete y saca continuamente de la historia. No obstante, estos géneros funcionan bien por separado, pero evita a la vez que mantenga una cohesión coherente y una atmósfera más personal. Está claro que a Zhang se le da bien dirigir todo tipo de géneros, pero mejor que vaya de uno en uno. El tono de ciencia-ficción es lo único casi presente en todo el metraje, usando numerosos gráficos por ordenador para ambientar, así como gadgets diversos llegando al villano, sacado directamente de un tokusatsu casi de segunda. Sus apariciones son las que acercan la película al anime japonés, y casi siempre para contener secuencias de acción. En este punto hay que hacer un alto ya que la acción es de lo mejor de la película.



Jackie y su equipo de especialistas se han encargado de la acción, como no podía ser de otra manera en un producto como éste. Hay que aplaudir a todo el equipo, en el que se incluyen los occidentales Brahim Achabbakhe (Boyka: Invicto) o Temur Mamisashvili (Desterrado), que ofrecen sobre todo un par de secuencias de acción tremendas, auténticas batallas donde Jackie se supera respecto a lo visto en sus tres o cuatro últimas películas, sin exagerar demasiado, todo ello muy bien rodado por Zhang. Contar además con Bruce Law coordinando las escenas arriesgadas con vehículos convierten a esta película en un excelente trabajo de acción, con su parte de artes marciales pero sin ser una película de Kung Fu. Sin duda Jackie y su equipo demuestran estar en forma para ofrecer buenas secuencias de lucha y acción aunque a veces se noten los cables o los chromas, y en esta ocasión esto último es lo que más llama la atención. Y eso que Jackie se subió a la azotea de la Ópera de Sydney para una pelea contra Tess Haubrich (Lobezno Inmortal) Esta anunciada escena es corta pero no está mal, con cierta ayuda digital y cables, pero que recupera el espíritu de aventura de otros clásicos de Jackie. Las diferentes facetas que muestra el Torbellino de Hong Kong convierten además al film en una forma de contentar a todo el mundo. Jackie tiene sus escenas lacrimógenas y dramáticas para demostrar que es buen actor, sin olvidar las de lucha que le mantiene como estrella del cine de acción. Los efectos digitales y la ciencia-ficción, un género poco visitado por China, intenta ponerse a la altura de los éxitos que triunfan en dicho país, esos blockbusters con los Transformers y Marvel en cabeza, manteniendo el tipo casi siempre. Y no podía faltar el humor y las escenas arriesgadas típicas del actor (mejor dicho, hombre orquesta) para sus fans más clásicos. El resto del reparto es bastante intercambiable por anteriores films de Jackie, como Chinese Zodiac: La Armadura de Dios (2012) o la mencionada Kung Fu Yoga.
Resumiendo, para terminar, una película puzzle con un guion desestructurado y errático, que empalma secuencias como si fuesen sketchs, una especie de varias películas mezcladas en una intentando dar sentido a todo, que se pierde al centrarse su director en cada pieza de forma separada, pero que contiene unas estupendas secuencias de acción encabezadas por la estrella indiscutible, Jackie Chan, por lo que podemos ver ciertas constantes que recuerdan la era dorada de Jackie, con occidentales como villanos, una historia policíaca repleta de comedia, acción y aventura, todo ello desperdigado en un guion que hubiese merecido mejor destino pero que al menos satisface a los seguidores de Chan y de la buena acción.

NOTA: 6'5

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