NIAFFS'18: BACKSEAT FIGHTER (2016)

Después de tres semanas viajando a Japón y China, esta semana nos quedamos en casa, en España, con la película Backseat Fighter, toda una rareza que ha pasado mucho más que desapercibida. La unión de talentos españoles, venezolanos y mexicanos para una película policíaca con sus dosis de drama y, aunque parezca mentira, artes marciales. Ya sabemos que el cine marcial en España es difícil de encontrar y mucho más de producir por el escaso interés de los que tienen el dinero. Pero hay formas de conseguirlo y en esta ocasión no sólo se ha podido rodar, si no que se ha emitido en televisión. Cuando vi el título y leí el argumento, no dudé en grabarla, y la sorpresa fue cuando descubrí que era española. No las tenía todas conmigo ya que sabemos que ciertos géneros suelen ser maltratados en nuestro país, pero si aparece en el blog, por algo será, ¿no?

Un ex –policía encubierto malvive en peleas clandestinas cuando su pasado volverá a él. Sencilla trama que esconde un thriller policíaco con sus dosis de drama aderezado con algunos combates de artes marciales, ésta es la mezcla del director y guionista Mario Pagano (Todo es posible en el bajo), de origen venezolano y que, tras numerosos cortometrajes, la serie de televisión madrileña que nombro junto a su nombre, alguna más y un largometraje para televisión, que estrenó en cines españoles en noviembre de 2016 tras pasar por algunos festivales estadounidenses y latinoamericanos. Iván Sánchez (Hispania, la leyenda), televisivo actor, repite con Pagano tras Way Out, interpretando al protagonista, acompañado de la colombiana Martina García (Narcos) y la presencia de Elia Galera (Hospital Central) o Emilio Buale (Salvajes) entre otras caras menos conocidas. La historia está bien construida, de ritmo pausado y con ese tono dramático cercano al cine de autor, pero sin llegar a eso. No es puramente de acción, pero las secuencias de lucha son de gran calidad. Esto se debe a las coreografías del mexicano Fidel Zerda (Run Coyote Run), experto en artes marciales con una amplia trayectoria en su país natal. Peleas rápidas, nada pretenciosas y bien ejecutadas, con un Iván Sánchez plenamente en forma tras los seis meses entrenando para el papel. Es una pena que no haya más secuencias así, pero también hay que agradecer el poder verlas, tan bien resueltas. La dirección de Pagano nos permite disfrutar de ellas, sobre todo la que tiene lugar en el parque, y a pesar de ese ritmo pausado que mencionaba, no aburre para nada. Por otro lado hay algunos momentos algo pobres en decoración y secundarios, demostrando un presupuesto más que ajustado, pero se perdona.


Hay alguna secuencia algo de relleno, con las habituales escenas de sexo, pero está relativamente justificado ya que el personaje de Martina, Sandy, es prostituta. Y tras mencionar esto, no puedo evitar ver ciertos tópicos que quizás sean los que han evitado que este film tenga mayor éxito. Está claro que su director ha echado mano de estos tópicos para demostrar que se puede hacer este tipo de cine en otros países que no sean Estados Unidos o en Asia. Acción, drama y artes marciales, tres géneros que solemos ver en películas de la misma o inferior calidad y que cuando son españoles (o latinos) los que las hacen, se les critica absurdamente. Quizás por eso Pagano ha optado por poner nombres norteamericanos a los personajes y hacer que transcurra en dicho país, pero a pesar de esto seguimos teniendo a actores nacionales en una película así, y resultan totalmente creíbles. Una película muy recomendable, a reivindicar, no porque su calidad sea excelente (mala no es) si no por la valentía de todo el equipo de poder terminarla y estrenarla. Por todo esto, no puedo evitar recomendarla, deseando que sea una de muchas, que los productores más ciegos vean que en España y en cualquier país latino, hay talento suficiente para rodar cine de acción, con sus explosiones, sus peleas y tiroteos.

NOTA: 6



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