NIAFFS'18: LEAGUE OF GODS (2016)


Esta semana viajamos a China para hablar de una película repleta de fantasía y Kung Fu que debería haber tenido secuelas pero por desgracia no se ha sabido más de ellas. Basada en una novela del siglo XVI, durante la Dinastía Ming y atribuida a Xu Zhonglin, narra la caída de la Dinastía Shang y de su gobernante y está llena de taoístas inmortales, demonios, espíritus y héroes, un proyecto muy ambicioso conocido como La Investidura de los Dioses que contó con un reparto lleno de caras conocidas y de otras menos conocidas. La fantasía mitológica china puede ser complicada de entender para poder disfrutarla del todo, como ha pasado en otras películas similares. Pero en esta ocasión han sabido construir una película espectacular y disfrutable al cien por cine para cualquier aficionado a la fantasía. Dicho esto, empezamos con la crítica a una película que inexplicablemente había quedado medio olvidada por mí.



Una de las primeras cosas a tener en cuenta es el abultado presupuesto de alrededor de 300 millones de dólares de Hong Kong y su rodaje en 3D. La recaudación en China superó a duras penas su presupuesto (unos 50 millones por encima), motivo por el cual es probable que no hayamos podido disfrutar de más entregas, pero al menos de momento, podemos disfrutar de esta película. Koan Hui On, actor, especialista en efectos especiales y asistente de dirección que ha trabajado en films como Swordsman 2 (1992), Green Snake (1993) o Dragon Tiger Gate (2006) debutó como director en Snow Bloosom (2014) a la que ha seguido este film, co-dirigida junto a Vernie Yeung Lung-Ching (Good Take!) y el resultado es estupendo. Un pulso firme, una elección de planos espectacular y un ritmo que no decae en las casi dos horas de metraje. No hay tramas secundarias que lastren la historia principal, con el enfrentamiento entre el bien y el mal, algo que es el resumen de la idea subyacente en la película.
La acción es primordial, con el gran Dion Lam (Shock Wave) en uno de sus mejores trabajos, siempre apoyado por el propio director ya que, como he dicho más arriba, coloca la cámara siempre en el sitio correcto para poder disfrutar de las secuencias de lucha. Cables y efectos digitales todo estupendamente integrado y ejecutado, aunque se echa de menos ver a Jet Li (Hero) pelear más allá del uso de magia, pero es el personaje que interpreta, el sabio que está detrás de los héroes dirigiendo y ayudando cuando puede. Li aparece con un look típico del personaje y por cosas del guion va rejuveneciendo, con efectos de maquillaje y digitales, siendo éstos últimos los únicos flojos de todo el largometraje. Además de Li, cuyo personaje es importante pero no el protagonista, tenemos un reparto lleno de estrellas, con Tony Leung Ka-Fai (Cold War 2), la bellísima Fan Bing-Bing (Guardaespaldas y Asesinos), Jacky Heung (Fearless. Sin Miedo), el protagonista de la película, Louis Koo (Drug War), Angelababy (Beginning of the Great Revival) o Andy On (Special ID), entre otras caras chinas conocidas. Todos están perfectos, incluso en los momentos en los que tenemos humor, un humor simpático que encaja con el tono del film.


No puedo dejar de mencionar la participación norteamericana en varios aspectos, como la banda sonora, de John Debney (El fin de los días) o los efectos especiales del Tippet Studio, fundada por Phil Tippet, toda una leyenda e institución en Hollywood. Esta unión de talentos chinos y norteamericanos, para resumir e ir terminando, conforman una estupenda película, sin los errores de otras producciones similares con recargados efectos especiales y tramas sólo entendibles al cien por cien si tienes conocimientos de mitología china. Fabulosas y trepidantes escenas de acción, como la secuencia inicial, un despliegue visual que superpone las dos acciones paralelas que vamos viendo y que culmina con esa huida encima de los escudos al estilo de tablas de surf que, aunque parezca lo contrario, de nuevo encaja con toda la película, al igual que el Parkour que usan los protagonistas de la secuencia. De esta forma tenemos una maravillosa película, espectacular, con Parkour, Kung Fu, magia, personajes mitológicos y humor que a veces parece la respuesta china al género superheroico pero dejando claro que no es exactamente esto lo que vemos. Una pena que no tengamos secuela, ya que lo único que podría decir negativo es ese final más que abierto, aunque el arco argumental que adapta de la novela original (tiene unos 77 episodios en total) sí queda cerrado. Indispensable para los amantes del cine fantástico.

NOTA: 8

Comentarios