Dos de las mejores películas
marciales de los últimos años han llegado desde Alemania y Canadá. Plan B y Kill Order. Mientras que la primera es buenísima en todos sus
aspectos, marciales, de guion y dirección, la segunda nos traía sobre todo unos
combates estupendos en una historia algo más floja. Pero ambas películas son
sin duda de lo mejor del cine marcial occidental, al margen de Scott Adkins,
claro. Los talentos de los protagonistas y coreógrafos de acción de Plan B, se pusieron a las órdenes del
director de Kill Order, además de ser
el coordinador de especialistas, para rodar On the Ropes, una película mucho más oscura y violenta que las dos
anteriores, que nos permite ver a los tres estupendos luchadores Can Aydin, Phong Giang y Cha-Lee Yon
en unos papeles totalmente diferentes a los que interpretaron en su
lanzamiento, con Aydin y Giang como protagonistas. Mafia, artes marciales,
traiciones y tiroteos para una película altamente recomendable y que esperemos
que llegue de una forma u otra a España, a pesar de los no demasiado buenos
resultados de Plan B en su
lanzamiento a la venta en nuestro país.
La historia es sencilla. Tenemos
bandas de mafiosos que trabajan juntos, y dos hombres que pueden ser herederos
de una de estas bandas. Cada hermano tiene un concepto diferente de cómo llevar
los negocios, por lo que tras el nombramiento de uno de ellos como líder, será
traicionado por su hermano, provocando una guerra en el submundo para acabar
con el taciturno John (Can Aydin), que pretende devolverle el golpe a su hermano
adoptivo, Phong (Phong Giang) Lo dicho, todo muy sencillo, pero con una potente
dirección, de aire independiente y luces mortecinas para dotar al film de una
atmósfera diferente y algo deprimente. Y todo ello con las escenas de lucha tan
ochenteras y de Hong Kong como pueden los tres encargados de la acción, Aydin
como director de acción (y de segunda unidad), Phong Giang como coreógrafo de
lucha y Cha-Lee Yon como coordinador de especialistas. Al conocerse los tres
tan bien, sus respectivos trabajos se complementan a la perfección, además de
con sus habilidades marciales tan espectaculares y veloces. Los tres se lucen,
siendo Cha-Lee el que menos sale en esta ocasión, dejando a sus “hermanos” el
peso del films, a pesar de los diversos secundarios que ayudan a desarrollar la
historia. En este sentido, y gracias también por el tono del film, tan serio y
alejado del colorido ochenterismo de Plan
B, se plantea y desarrolla correctamente, sin demasiados artificios pero de
forma sólida, sabiendo el tipo de producción que es, de bajo presupuesto y que
va al grano, las escenas de acción.
Tenemos peleas cuerpo a cuerpo,
disparos y de varios contra uno, incluyendo momentos de Gun-Fu, es decir, golpes
mezclados con disparos. Las coreografías de Giang son rapidísimas y muy bien
ejecutadas, hasta el punto de lesionarse un dedo Aydin durante el combate
final. La velocidad de las combinaciones de puños y piernas se mezclan con
acrobacias sin cables, bien rodados, con planos amplios y pocos cortes en su
edición, que hacen recordar algunas coreografías del cine de Hong Kong de los
ochenta. De esta forma, se desmarcan de la película que lanzó a todos, actores
y director, arriesgando en personajes totalmente diferentes y ampliando así sus
registros dramáticos. Sin duda, toda una sorpresa, rodada a toda velocidad,
mientras los tres protagonistas mientras alternan sus participaciones en el terreno
de los stunts, juntos, como en Attrition, con Steven Seagal, como por
separado, con Aydin apareciendo como especialista en John Wick 3: Parablleum o Faraway
Eyes, ya alejado del cine de acción o artes marciales. Todos sus trabajos
son bienvenidos, pero mejor como directores de acción, coreógrafos y actores, ya
que sus estupendas técnicas y coordinación hacen que disfrutemos de lo lindo
todas las escenas de acción que contiene.
NOTA: 7’5
Comentarios