NIAFFS'19: FORCE 2 (2016)

En el 2011 se estrenó Force, un actioner de John Abraham, un actor habitual en el cine de acción y poco acostumbrado a secuelas, pero el éxito de la misma hizo que en el 2016 protagonizase esta segunda parte, dónde sólo él y Raj Babbar repetían. Incluso el director cambiaba, pasando de manos de Nishikant Kamat (Drishyam) a las de Abhinay Deo (Blackmail). No es absolutamente necesario ver la primera parte para poder disfrutar de esta segunda entrega de las aventuras de Yash, este policía que se verá envuelto en una trama de espionaje donde deberá intentar detener el filtrado y asesinato de agentes del RAW, es decir, de la inteligencia india. Una aventura más grande que en la anterior entrega donde Abraham lucirá sus habilidades para la acción y que podemos ver en Netflix en España, al igual que otras películas indias, toda una suerte para los amantes del cine de Bolywood y del cine en general, ya que tenemos en la famosa plataforma un buen puñado de películas de este país y de distintos géneros, pero si quieres acción, tienes alguna más además de esta espectacular película.

Con el habitual rodaje internacional, en este caso en Bangkok (incluyendo las escenas en China) y Budapest y con escasos pero buenos números musicales, esta secuela ofrece lo que promete, es decir, más acción y un caso enorme para el policía que interpreta uno de los duros de la India, John Abraham. La historia realmente es bastante normalita, una típica historia del gato y el ratón con espías siendo asesinados, junto a números musicales y unas escenas de acción muy ochenteras y potentes. Abraham despliega su arrolladora presencia física y su contundente forma de pelear apoyado por la solvencia de Deo a la hora de colocar la cámara. A pesar de los visos de blockbuster, la película se me ha quedado algo corta de pretensiones, siendo una estupenda película que nos recuerda al mencionado cine de los ochenta por el estilo de dirección y el tipo de escenas de acción. Tiroteos, persecuciones en coches, motos, peleas a puñetazos, con algunas patadas que dan más espectacularidad aún y un excelente trabajo de stunts. Franz Spilhaus (Commando) y Allan Amin (Prince) se encargan de estas secuencias, haciendo su habitual buen trabajo junto al resto del equipo de especialistas e incluso a Abraham, toda una fuerza de la naturaleza con momentos própios de superhéroes, como cuando agarra del parachoques trasero a un coche, levantándolo a pulso mientras está en marcha. Estas exageraciones no son demasiadas, con momentos esporádicos que buscan dar mayor espectacularidad, una sensación contínua durante el film, esa búsqueda de superarse a sí mismo. Si en la primera parte saltaba una bicicleta en marcha, aquí hace lo propio pero con un coche, aunque se note el trucaje visual por el ángulo de la cámara, lo cual no impide que sea una trepidante película que no te deja un segundo de relax, y eso que hay momentos románticos y musicales, que relajan el tono de la película.


Las escasas referencias a la primera parte pueden ser un spoiler si ves primero la segunda parte, pero como he dicho, no impide que podamos verlas desordenadas, también debido a que Netflix no ha comprado la primera parte para poder ver este díptico imprescindible dentro del cine de acción made in India. Pasando al resto del reparto, no está a la altura de Abraham, empezando por la que será su compañera durante la misión, Sonakshi Sinha (Dabangg) o el villano, Shiv, interpretado por Tahir Raj Bhasin (Mardaani), sin la fuerza necesaria pero para ofrecer una lucha entre la potencia física de Abraham y la astucia de Bhasin, pero que se me antoja un punto flojo de la película. No obstante el guion consigue dar la potencia necesaria para ofrecer lo que es, una superproducción india, espectacular y que saca lo mejor de Abraham, con pocas escenas donde pueda lucirse dramáticamente, pero alguna tenemos, por no hablar de donde se lía a mamporros o a disparos, con sus frases lapidarias y planos heroicos como los indios saben hacer. Escasa ayuda digital o de cables y un buen equilibrio entre momentos destroyer como es ver a Abraham atravesar puertas persiguiendo a su enemigo y más estilizados, usando patadas y coreografías marciales, para un regreso a la esencia del cine de acción y una nueva demostración del nivel indio en este género. Por último quiero destacar el mensaje final patriótico, dedicando la película a los agentes reales del RAW en ese tema musical rabioso y potente durante los créditos finales.

NOTA: 7,75


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