NIAFFS'19: THE NIGHT COMES FOR US (2018)


Mucho se ha hablado de esta película, comparándola con las dos entregas de The Raid (Redada asesina en España), por la presencia de Iko Uwais y su procedencia, Indonesia. Las comparaciones son odiosas, y muchas veces llevan a equívocos, ya que cada película es diferente, como es el caso. Mientras que las dos entregas de las películas de Gareth Evans se centran en las artes marciales, la película que hoy traigo, aunque tiene, se centra en una acción balística y llena de armas blancas como machetes, cuchillos e incluso motosierras. Hay quien dice que es superior a las mismas, pero en mi modesta opinión, no llega a superarlas ya que son muy diferentes, como veremos a continuación. Y es que mientras que las dos redadas tenía a Uwais como gran estrella, las diferencias entre los directores son las que las ponen de relieve, como veremos a continuación.

Lo primero que haré es hacer la crítica específica de este film, para pasar a indicar las diferencias. The Night Comes for Us, tras los problemas de rodaje que tuvo, parones y demás, es una estupenda película de acción, con una historia muy simple, la típica de mafioso arrepentido que será perseguido por la organización a la que pertenece. Un guion excusa para llenarla de violencia, muerte y sangre además de personajes arquetípicos. Esto no significa que estemos ante una película vacía, al contrario, se mantiene dentro de lo esperado para una película de acción y cacería del hombre donde la violencia es su sello de identidad. Uno de los aspectos que consiguen que no sea un film vacío es la riqueza de personajes secundarios, desde Yohan el Carnicero, pasando por Bobby o Elena. Algunos de ellos no se desarrollan como nos gustaría, pero no hace falta ya que su presencia es suficiente para que no estemos ante una película donde el protagonista se pelee con matones insustanciales, nada de morralla para ser golpeada sin orden ni concierto. Todos ellos ayudan a que el microverso creado por Timo Tjahjanto, guionista y director, sea muy interesante, hasta el punto de querer incluso películas sobre ellos, es decir, que te quedas con ganas de conocer más de ellos. Por otro lado tenemos al protagonista, Ito, interpretado por Joe Taslim, que precisamente parece cumplir esa función tras conseguir su primer papel importante en Redada Asesina, tras participar en un par de películas previamente en roles menores, sus primeros pasos en el cine al abandonar la competición de Judo por una lesión. Quiero recalcar que se dedicó al Judo de manera profesional, ganando medallas y siendo miembro del equipo nacional indonesio del arte marcial de Jigoro Kano, además de practicar Wushu, Taekwondo y Pencat Silat. Volviendo a la función de Taslim, me refería a que, personalmente, es uno de los actores de la mencionada Redada Asesina que más interesantes me parecían, tras Iko Uwais, claro, y me hubiese gustado que no tuviese el destino que tuvo en dicho film para poder verlo en la secuela. Gracias a este film le tenemos de protagonista absoluto y a pesar de no contar con el carisma y presencia de Uwais, consigue traernos un personaje totalmente creíble en los momentos tiernos y en los violentos, con un aspecto de badass o de tío duro mayor que Iko. Consigue con sus expresiones mostrar estas dos facetas del personaje, como en la brutal (como todas las de acción) secuencia de lucha en el almacén. Esa sonrisa con la cara llena de sangre, viendo arder a sus enemigos es sencillamente diabólica, demostrando quién es este Ito que recuerda vagamente al protagonista del maravilloso manga El Lobo Solitario y su Cachorro, de Kazuo Koike y Goseki Kojima que comenzó en 1970 para terminar seis años después. Evidentemente, los parecidos se limitan al nombre (Itto Ogami en el manga) y a la presencia de un menor. Mientras que el ronin viaja con su hijo, la niña de la película es la excusa para el cambio de actitud del indonesio, sin estar juntos en su carrera por la supervivencia. Los dos personajes comienzan así su sangriento camino. Taslim no huye, ataca a sus enemigos mientras sus amigos ponen a salvo a la niña, y con el mismo objetivo de su casi tocayo personaje de cómic, acabar con el líder del grupo que pretende matarle. También tenemos otro elemento que aparece representado en Iko Uwais, Arian, que es la amistad entre gángsters y la traición. Esto puede recordar a las películas de John Woo, como mi amigo Ángel Acosta indicó en las redes, algo que provocó un pequeño debate que leí antes de ver la película, por lo que una vez vista, no pude evitar pensar en ello y tras lo comentado de amistad y traición, parece evidente, y si bien es cierto que tenemos estos conceptos, no son tratados como lo hace el director de The Killer, pero no deja de recordarnos la pelea final entre ambos actores (no es spoiler aunque lo parezca ya que en el tráiler oficial ya les veíamos así), cuyos personajes son amigos, a pesar de los titubeos de Arian que le obligan a estar entre dos aguas, ayudando al protagonista en ciertos momentos pero terminando enfrentados. Este concepto tan propio de Woo, como decía, se puede ver en películas anteriores al mismo, no siendo algo único, aunque sí distintivo de su sello. Sin duda películas como la de Woo sirven de inspiración para muchos directores, por lo que no sería raro que Timo las hubiese tenido en cuenta. The Night Comes for Us es sin duda una mezcolanza de géneros, ya que no sólo hay acción, a la que volveré dentro de unas líneas. Nos ofrece un retrato de una organización criminal indonesia, con ese toque de thriller con un soberbio Sunny Pang como el villano Chien Wu. Sus apariciones son estupendas, casi los únicos momentos de calma de la película. Su presencia es arrolladora, apareciendo más alocado que el que interpretó con el mismo director y con Iko anteriormente, Headshot. Se queda Iko con la parte de villano para las peleas, mientras que Pang es la mente maestra de la organización. El punto exótico llega con los asesinos de la organización, los Seis Mares. Estos asesinos son otros personajes secundarios que enriquecen todo, sobre todo las escenas de lucha.


Es el momento de hablar de ellas. Iko Uwais se ha encargado de las coreografías, y se nota la mano de Timo en cuanto a sangre y casquería, a tenor de sus trabajos, Macabre o la mencionada Headshot. La violencia es brutal y muy gore, sobre todo balística y con armas blancas. Machetes, cuchillos y cualquier cosa que corte o agujeree, sin olvidar las artes marciales claro. Pero la mayor parte de la película tenemos estas armas como reinas de la matanza. Evidentemente, en muchos casos vemos técnicas de artes marciales en el uso de las mismas, siendo una delicia para el amante de la buena acción. Hiper-violenta, sin duda, con unos stunts sumamente dolorosos, demostrando el buen hacer del equipo de Iko y manteniendo la calidad de sus trabajos al nivel más alto. Claro está que es en la línea de las dos películas que han lanzado a la fama a Iko, sigue usando el Silat pero consiguiendo no repetirse, que junto a esa visión tan gore del director de la violencia, la distancia mucho de las redadas asesinas. El mayor uso de machetes y demás la acercan al género slasher, como mucha gente ha llegado a decir, y no es exagerado. Y tenemos todo tipo de secuencias, como las del apartamento con el loco de Bobby y el resto de amigos de Ito protegiendo a la niña, y ese aluvión de matones armados que termina en una auténtica sangría, o las asesinas Elena y Alma (Hannah Al Rashid y Dian Sastrowardoyo respectivamente) con sus técnicas asesinas. De esta forma tenemos dos tipos de peleas, las de los protagonistas contra matones, o contra los Seis Mares. En ambos casos asistimos a unas estupendas coreografías, y donde se luce una actriz de la que aún no he hablado, Julie Estelle, la inolvidable Hammer Girl de The Raid 2, otro de los personajes secundarios pero tremendamente carismáticos que tenemos. El único apoyo de Ito es una misteriosa mujer que aumenta la espectacularidad marcial y de la que pedimos a gritos un spin-off. La parte más marcial es el enfrentamiento entre las estrellas, Taslim y Uwais. De nuevo podemos ver sus estupendas técnicas, manteniendo el nivel de sangre, eso sí, y siendo una pelea épica. Podría seguir hablando de la acción, la crudeza y salvajismo del film, pero creo que ha quedado claro que es de los mejor del año en acción. Creo que no supera a las redadas debido al factor marcial, con un enfoque diferente de la acción que ayuda a que la carrera de Iko se enriquezca a nivel coreográfico, y evitando que se queme como le ha pasado a Tony Jaa a pesar de sus últimos excelentes esfuerzos en Hong Kong. El director se lleva su parte al saber qué quiere en las peleas, por lo que este tándem consigue ofrecernos una película que parece que corrige los escasos fallos de Headshot, siendo una película mejor técnicamente y a nivel de entretenimiento. Imprescindible.

NOTA: 8

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