NIAFFS'19: BLOOD, SWEAT AND TERRORS (2018)


Esta semana vuelvo a traer algo de cine marcial independiente, concretamente un proyecto de película episódica, con un director diferente. Es decir, cortometrajes que forman parte de un todo, y en esta ocasión es una tercera parte, pero al igual que cada capítulo, independiente. Minutes Past Midnight (2016), centrada en el terror y el thriller, y Galaxy of Horrors (2017), con el terror y la ciencia-ficción como eje central, tienen aquí una tercera muestra de nuevos valores a los que dan una oportunidad, con la acción por bandera, pero sin olvidar a veces el terror. Nueve relatos independientes de los que hablaré a continuación, pero remarcando aquellos que más tienen que ver con el espíritu de este blog, y de la colaboración con el NIAFFS, que se traduce en las artes marciales y la propia acción. Además, tenemos en uno de los segmentos, algunos nombres sumamente conocidos, pero en otras labores diferentes. Pero ya llegaré a eso…

Debemos comenzar por el primer segmento. No todos contienen las dosis de acción o artes marciales que esperamos, por lo que aunque hable de dichos segmentos, me centraré en los primeros. Empire of Dirt está dirigido por Adam Mason (Blood River), con Paul Sloan (Vigilante Diaries) como protagonista y guionista en una historia repleta de violencia y con toques a lo Lovecraft. El plato fuerte es el principio, donde vemos en un estupendo plano secuencia una brutal escena llena de puñetazos y disparos. Sin duda, una buena forma de comenzar esta antología. Sloan convence de sobra en las secuencias de acción, ya sean balísticas o físicas. Continuamos con Awesome Runaway!!, dirigido por el cortometrajista Benjamín de los Santos, con un desconocido Florent Miko Bouygues escapando de sus captores usando tanto habilidades marciales como atléticas e incluso sobrehumanas, todo ello, con la participación del Yamakasi Pacific Team, cosa que se nota y disfruta en esta persecución sin tregua con una final hilarante. La tercera historia baja un poco el nivel, pero manteniéndose dentro de unos cánones mínimos. Una historia de venganza con tintes post-apocalípticos titulada Jacob’s Wrath, escrita y dirigida por Alexandre Carriere, otro nombre que proviene del mundo del cortometraje. Quizás la elección del actor protagonista no encaje con el personaje, sobre todo en las escenas de lucha, coreografiadas por Mathieu Coderre. Se nota el uso del doble, pero no impide que se disfruten las peleas, ya que la historia, es simplemente correcta, algo que el cuarto segmento, Flow, no es. Dos mujeres van acabando con el ejército enemigo defendiendo su posición mientras tienen una charla supuestamente divertida. El contraste entre su forma de matar a todos sus atacantes mientras hablan de un tema cotidiano, parece querer emular los diálogos de Tarantino, pero sin gracia y sin aportar nada, siendo uno de los segmentos más flojos. Pero el ritmo remonta con Express Delivery, un cortometraje de Beau Fowler que ha conseguido la friolera de 36 premios internacionales, y no es para menos. El propio Fowler lo escribe, dirige y protagoniza, con un caza-recompensas que tiene que entregar al protagonista. Una idea sencilla pero que el actor y director sabe convertir en una estupenda pieza marcial llena de momentos espectaculares. Y tenemos que agradecérselo a Fowler, a Sonny Louis, que interpreta al caza-recompensas, y con los dos coreografiando las peleas. El carisma de Fowler y su personaje hacen que quieras conocer más de él, lo mismo que al Cartero, el personaje de Louis. También quiero remarcar que el estilo al dirigir y coreografiar de Fowler tiene una influencia hongkonesa más que palpable y el resultado final justifica de sobra los premios que ha conseguido. Esperemos que Fowler consiga abandonar el mundo del cortometraje y nos pueda ofrecer un largo a este nivel, que se necesita. Después del subidón de adrenalina, tenemos un nuevo bajón con Turncoat, de Will Gilbey, cortometraje de 2013 centrado en el thriller, bien rodado y en términos generales, un buen trabajo, pero choca la escasa acción, siendo un cambio abrupto con dos policías buscando una bolsa en casa de un hombre al que tienen atado. Su tono choca con la siguiente historia, Get Some, dirigida a cuatro manos por Adam y Joe Horton y con la presencia de John Hannah (La Momia) Una historia sobre infectados, al estilo zombie, y un grupo de televisión con un loco egocéntrico llamado Hunter a la cabeza, en una de sus cacerías, aunque acompañados de un médico que pretende demostrar que los infectados pueden ser tratados como personas. Un toque cómico y gore para el principio, con acción resultona, pero sin demasiados artificios, para después ponerse más serios. Logra mantener el tipo dentro del espíritu de los segmentos que conforman esta selección, y no es poco, pero Olga, la siguiente historia, vuelve a subir el nivel, con una historia de venganza protagonizada por Naomi Frenette, hija del mítico Jean Frenette, campeón de katas musicales, especialista, coreógrafo y toda una institución marcial. Naomi demuestra su maravillosa técnica en una historia compacta y sin fisuras, un sencillo trabajo potente y que debería ayudar a que la especialista y campeona de artes marciales canadiense lanzase su carrera internacional.



Y hemos llegado a la última historia, otra muestra de mucha calidad con el corto de 2007 Fetch, el salto a la dirección de Daniel Bernhardt (Bloodsport II: La Mano de Hierro) y con David Leitch como protagonista, uno de los artífices de 87Eleven Action Desing y de John Wick, Atómica o Deadpool 2. Actor, especialista y director, sin olvidar que es artista marcial, que aquí volvía a la interpretación como protagonista de una historia que bien podría ser un piloto de una serie de televisión o el germen de un largometraje. La unión de la acción física, los stunts, disparos y el cine negro es el resultado final, usando los tópicos de este género de forma consciente. Pero claro, si tienes a Leitch y a su equipo de especialistas, con nombres como los de Jonathan Eusebio, Jon Valera, Hiro Koda, J. J. Perry o a Chad Stahelski, es difícil que el resultado sea malo, y destacando a la doncella, Bridget Riley. Toda la acción es soberbia, y merece sin duda una mayor difusión, demostrando además que Bernhardt ha aprendido algo en todos los años que lleva en el cine. Es momento de terminar, así que, resumiré todo esto. Blood, Sweat and Terrors se convierte en una estupenda antología de historias de acción con nuevas promesas para el cine marcial, recordando que el mundo del cortometraje es caldo de cultivo para muchos directores y actores y proyectos como éste ayudan a que se puedan ver sus trabajos. Y en este caso estamos ante una de las mejores muestras con actores, directores y coreógrafos que tienen mucho que decir, y todo ello con bastante calidad.

NOTA: 7,5

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