NIAFFS'19: HARD BOILED (1992)


Tanto el cine de acción moderno como el de Hong Kong, no hubiese sido lo mismo sin John Woo. A pesar de pertenecer a esa Nueva Ola hongkonesa junto a nombres como los de Ringo Lam, Tsui Hark o Ann Hui, por citar algunos, Woo ha sido el que más peso internacional ha tenido, gracias a sus películas de la ex-colonia británica y a las hollywoodienses, y eso que ha sido una carrera irregular en Estados Unidos, pero siempre en producciones de mayor empaque que sus contemporáneos que también trataron de hacer las américas. El caso es que la filmografía de Woo está repleta de verdaderas obras maestras, y el cénit de su carrera fue el broche de oro que cerraba una época. 1993 fue el año en el que estrenó Hard Boiled, o Hervidero, teniendo que esperar a que regresase con Blanco Humano y Van Damme un año después. Un reparto excepcional, una acción demoledora y unos stunts de infarto para disfrutar de todo un clásico.

John Woo había sido criticado por esa forma de mostrar a la mafia hongkonesa tan heroica, por lo que aquí decidió hacer lo mismo pero con la policía, usando el tema de los policías infiltrados y el tráfico de armas además de la guerra entre los gángsters. Para ello contó con un reparto impresionante, destacando a Chow Yun Fat, alter ego del director, y a Tony Leung Chiu-Wai, pero sin olvidar a Anthony Wong, a Teresa Mo o a Philip Kwok, director de acción que en principio no iba a participar como actor pero que Woo solicitó, dando vida a un personaje icónico dentro del cine del director. La enorme presencia de Kwok le hizo destacar y mucho, con esa actitud chulesca, parche incluido, pero no logró eclipsar a un Chow Yun Fat en un punto álgido de su carrera, desplegando su carisma al interpretar a este policía cínico e irónico pero con un alto sentido de la justicia como es Tequila. Fácilmente se hizo con el personaje, lo mismo que Tony Leung. Teniendo en cuenta la calidad dramática de estos actores, es difícil que algo salga mal, y si encima se apoya con los secundarios mencionados, mejor aún. Pero ya que estoy hablando de los actores, no puedo olvidar otras presencias que vamos viendo a lo largo del metraje, como son Phillip Chan, Stephen Tung Wai, Lo Meng, el propio Woo haciendo algo más que un cameo, Jun Kunimur o Lee Fat Yuen. Presencias que enriquecen todo, aunque sean personajes muy secundarios. Un muestrario de talento que Woo reunió y que es sin duda una de las películas más admiradas del cine de acción.


La imaginación de Woo junto al talento de Philip Kwok nos dieron una serie de escenas de acción dignas de analizar, como esa escena doble de acción en el almacén, repleta de explosiones y disparos, todo coreografiado como un ballet, es decir, la marca de su director. Pero antes de llegar a este momento, hay que recordar esa magnífica secuencia de apertura en la casa de té, un tiroteo espectacular, con momentos como el de Tequila lleno de harina y salpicándose la cara de sangre, los deslizamientos por la barandilla de las escaleras con pistolas a dos manos. Las constantes de Woo las tenemos presentes en todo momento, planos ralentizados, munición infinita, saltos, las mencionadas pistolas a dos manos, lealtad, traición, honor, sangre, venganza, palomas … y bebés. Pero ya llegaremos a eso. Woo parece querer superarse a sí mismo, una especia de canto del cisne, como si supiese cómo iba a ir su carrera a partir de esta película, y lo consiguió. El drama policial y la lealtad está presente en las dosis suficientes para equilibrar con las secuencias de acción, así como el humor, aprovechando a Chow Yun Fat, que está radiante y magnético. Y tenemos la parte final, la secuencia del hospital. Si hasta el momento habíamos presenciado una estupenda película que iba subiendo el ritmo continuamente, estaba claro que el final tenía que ser apoteósico. ¿Dudas que así sea? No deberías, ya que lo que viene a continuación es sencillamente brutal. Un despliegue de acción balística que a veces recuerda a un videojuego de disparos, con los dos protagonistas acabando con sus enemigos mientras se evacúa el hospital que es mejor ver que contar. Impresionante. Y también tenemos aquí un momento cómico, cuando Tequila debe escapar con un bebé en brazos, algo que choca un poco con el tono violento de la secuencia de alrededor de media hora, pero que aporta ese humor hongkonés tontorrón, aunque sea de forma leve. El caso es que esta película, resumiendo, es una auténtica obra maestra del cine de acción, y hay poco más que decir al respecto. Bueno, realmente hay que decir mucho, por la magnitud de lo que ha supuesto para el cine de este género y de Hong Kong, y aprovecho para un momento de publicidad ya que dedicamos un programa de Ninjazombie, el podcast, que realizamos Antonio Ninjazombie Cigarrán, Tomás Chanpoo Rubio y yo mismo a esta película. Es necesario volver a verla cada cierto tiempo, leyendo sobre ella o escuchando, para ver nuevos enfoques y nuevos aspectos de la película que sólo consiguen acrecentar su calidad. Espero que esta crítica y el podcast, consigan aumentar la curiosidad para una película que necesita mucho espacio para poder hablar de ella como se merece.

https://www.ivoox.com/podcast-ninjazombie-podcast_sq_f1558238_1.html

NOTA: 9,5

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