Asami, una actriz que ha pasado del
cine porno al convencional, centrándose sobre todo en la acción, y una buena
muestra de ello es la película que traigo esta semana al blog, que por suerte
está editada de forma limitada en España a través de Trash-O-Rama, una distribuidora indispensable para los amantes del
cine asiático más, como dice su propio nombre, basura, con Domingo López al frente, toda una institución del cine oriental en
España. Pero realmente no es una película estrictamente trash. Estamos ante un producto de vídeo repleto de artes marciales
y acción, con un presupuesto bastante escaso, pero con una serie de nombres
detrás que son garantía de calidad. Cine japonés con regusto de Hong Kong
gracias a sus trepidantes coreografías y trabajo de stunts que nos hace recordar aquella época dorada llena de Kung Fu
y escenas arriesgadas que nos quitaban el hipo. Con el cine de la ex-colonia
británica de capa caída (en lo referente a artes marciales, a pesar de la
abultada producción puramente china al respecto), producciones como ésta
consiguen mantener viva la llama del mejor cine marcial oriental.
Una agencia
especial llamada Garuda deberá
proteger a un científico, que ha creado una nueva fuente de energía a través de
los excrementos, de unos espías norcoreanos. De nuevo tenemos una trama
sencilla para meter la mencionada acción pero sin olvidar cierto toque de
comedia y consiguiendo que Asami
(Gun Woman) pueda demostrar distintas facetas como actriz, resultando bastante
convincente con un papel que a veces roza la parodia de esas mujeres duras del
cine japonés. El habitual humor grueso nipón aparece en pequeñas dosis,
evitando cansar como en otras producciones directas a vídeo, siendo necesarias
para que no sea una sucesión de secuencias de acción balística y marcial (que
tampoco nos importaría a muchos siempre que sean buenas secuencias) y ayudando
a que avance la historia. El libreto viene firmado por Naoyuki Tomomatsu, director de la saga Rape Zombie, mientras que el director es Kanzo Matsuura (Ghost Hunter Yui), acostumbrado al cine de
superhéroes japonés de bajo presupuesto con tintes eróticos de Giga. Es decir, que tenemos detrás de
las cámaras a nombres habituales del v-cinema, talentos que no ruedan blockbusters pero sí material de
entretenimiento rápido pero no por ello sin calidad. Y si tenemos que hablar de
calidad, tenemos que hablar de Shigeki
Hayase, director de acción de estas dos películas que podemos disfrutar
como una sola. Hayase se formó en el cine hongkonés y montó su propia empresa
de especialistas, RAL’C, y
trabajando con las productoras Zen
(la de este film) y Giga, además de
con el propio Tomomatsu en su faceta como director. La propia Asami pertenece a
RAL’C, y su entrenamiento da sus
frutos ya que su pericia marcial está mejorando, y aunque comparte protagonismo
con Ayana Tanigaki (High School
Student Special Agent – Nagi and Saya), sin duda su personaje, y ella misma
como actriz, destaca por encima de Ayana, aunque sólo ligeramente, ya que el
contraste entre Asami, con ese comportamiento paródico que apunté unas líneas
más arriba, junto a la dulzura de Ayana (exceptuando cuando debe dejar la
dulzura apartada, claro) consigue una estupenda mezcla a pesar de alguna
irregularidad en el ritmo. Por suerte este pequeño fallo es más que perdonable
y olvidable por la alta calidad del trabajo de Hayase, con un uso de cables
nada exagerado y una imaginación a la hora de las coreografías de lucha que
colocan a este film como uno de los imprescindibles del actual cine de acción
japonés, más centrado en los live-actions
de mangas y animes.
El bajo
presupuesto se nota en algunos elementos, como los decorados o los efectos
visuales digitales que incluyen los fogonazos de las armas de fuego, algo que
se ha convertido en habitual en la serie B y categorías inferiores, abaratando
costes de armas de fogueo y su munición. También tenemos que sumar que los
villanos, exceptuando los principales, aparecen enmascarados, sin rasgos
determinantes que acercan las secuencias de acción a los videojuegos, con interminables
enemigos apareciendo para caer bajo las pistolas o patadas de las dos
protagonistas. Para ir terminando, no podemos olvidar los trabajos anteriores
del director, guionista y actrices, el cine erótico o pornográfico, que se
traduce en planos con cierto contenido sexual, como las patadas con faldita que
permite ver la ropa interior, un recurso más que habitual en el anime. El resumen final es que Burnout Neo es una espectacular y entretenida
película repleta de acción, un título que merece mayor reconocimiento por los
fans del cine marcial y que espero que si no lo conocías antes, tras leer esta
crítica no dudes en buscarla para verla antes de que se agote, y ya aviso que
hay pocas copias disponibles en el mercado, así que ahora que has leído esto,
corre a buscarla, te aseguro que no te defraudará.
NOTA: 7’75
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