Los años
ochenta fueron sin duda una Edad de Oro para el cine de Hong Kong y para el protagonista
de la película de esta semana, el incombustible Jackie Chan. Dentro de todas las maravillas surgidas de la ex-colonia
británica, sin duda Armas Invencibles
se sitúa entre una de las mejores películas. Tanto de Hong Kong como de la
filmografía de Jackie como del cine de acción de todos los tiempos. Los motivos
los veremos enseguida, y es que las maravillosas secuencias de acción, las
escenas arriesgadas, el trabajo de los stunts,
la dirección, las coreografías… no hay nada que no sea magistral en esta
película que abrió una saga mítica, clásicos del género que son indispensables
para cualquier amante del cine marcial y de acción. Han sido siete películas,
las dos últimas, una especie de reboot/homenaje
a las cuatro originales y aunque la cuarta entrega ha rebajado la intensidad y
calidad, siguen siendo películas que debes ver, sí o sí. Superpolicía en Apuros (1988), Supercop
(1992), que dio pie a un spin-off con
Michelle Yeoh como protagonista, Impacto Inminente (1996), New Police Story (2004) y Acción Policial (2013), con más drama
que acción, forman parte de la historia del cine hongkonés.
La trama es
sencilla, una brigada especial de la policía de Hong Kong prepara una operación
para detener al mayor traficante de drogas de la isla. Pero no será todo tan
fácil… Con un trepidante inicio, donde el equipo de producción montó todo un
poblado de chabolas para destruirlo en un estupendo tiroteo que incluye una
persecución en coches colina abajo, atravesando las chabolas en un estupendo
ejercicio repleto de especialistas disparando, cayendo y esquivando los coches
para continuar con nuestro héroe, el inspector de policía Kevin Chan (Jackie,
por supuesto) persiguiendo un autobús y demostrando sus habilidades atléticas.
Toda una maravilla visual con Jackie colgando del autobús sujeto con un
paraguas que culmina en un plano copiado por Tango y Cash (1989) donde Jackie dispara al cielo, obligando al
conductor a frenar y saliendo dos de los especialistas por los aires para caer
a los lados de Jackie. Todo espectacular y que se ha convertido en uno de los
momentos álgidos del género. El trabajo de los especialistas es más que
sobresaliente, y es algo que continuará durante las set pieces que cubren el metraje del film. Tenemos momentos de
humor y algo de drama, con un policía corrupto o el asalto de Mars en casa de
Jackie, momentos que pueblan la primera mitad de la película para tomar aire
ante lo que falta hasta su fin, más momentos de acción impresionantes. Estas secuencias
nos dejan tomar aire para el apoteósico final de fiesta que comienza suavemente
a la media hora para desarrollarse aproximadamente en los últimos quince minutos
con un Jackie desatado, puesto en duda como policía y que nos traerá una
secuencia magistral hasta decir basta.
Esta secuencia
es la del centro comercial, donde terminaron con las existencias de cristales
de Hong Kong y donde Jackie da tantos golpes como recibe. Para el recuerdo está
el plano donde Jackie salta a una barra llena de bombillas, deslizándose hasta
caer en una pequeña cabaña. Jackie se quemó las manos en ese salto, y el grito
que da antes de saltar es real, para darse ánimos en el salto. El timing de todos los actores en cada
plano es brutal, y cada golpe y caída duelen al verlos. Podría estar horas
hablando sobre este film, una de las obras maestras del género debido al estado
de gracia de todos sus componentes, desde el Jackie actor al director, pasando
por la acción, la suma de su talento con el de todo su equipo, con gente como
Mars o Fung Hak-On, ambos también participando como actores, además de Maggie Cheung, Brigitte Lin, el tristemente desaparecido Bill Tung, Chor Yuen como
villano, y tantos nombres que merecerían ser mencionados pero que por espacio
no voy a hacer. Hay que agradecer a la Golden
Harvest, distribuidora, que nos trajese esta película que ha tenido
diversas versiones en Japón, Estados Unidos, Hong Kong o España. Pero
cualquiera de ellas es sublime, un exponente de la calidad del cine hongkonés
de la época. Todo lo dicho se queda corto para resaltar la importancia y
magnitud de esta película, un clásico incunable del cine de acción, copiado en
numerosas veces pero nunca superada, ni siquiera por la secuela, que contiene
más artes marciales que ésta pero que no consigue superarla por la mencionada
importancia que tiene. Una obra maestra del cine de acción que todos los
especialistas deben estudiar y que todos los amantes de la acción deben ver
todos los años varias veces.
NOTA: 10
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