En el 2004, el
video artista Kazuaki Kiriya
debutaba como director de cine con la impresionante Casshern, adaptación del anime
setentero Casshan y usando chromas, es decir, pantallas verdes o
azules donde incrustar los fondos, lo mismo que un año después nos traería Robert Rodríguez en Sin City. Casshern es sin lugar a dudas una maravilla visual, pero se quedaba
corta en cuanto a la acción, a pesar de contar con un buen puñado de secuencias
espectaculares. Algo lenta y con ese toque nipón raruno en cuanto a la
ciencia-ficción, le faltaba algo, y ese algo lo tenemos en su segundo
largometraje, la adaptación de un personaje del folklore japonés, el llamado Robin Hood nipón, Ishikawa Goemon. Basándose en la historia real, pero con muchas
libertades artísticas, Goemon es
todo lo que le faltaba a Casshern y
mucho más. Humor, acción con toque de anime,
amor, thriller político y una
historia épica maravillosa y potente. Y por todo esto es por lo que te la
traigo esta semana al blog.
Kiriya, junto
al guionista Tetsurô Takita,
prepararon una historia perfectamente equilibrada que va evolucionando poco a
poco, pero de forma muy consistente. Comenzamos con una secuencia de apertura
divertida y repleta de acción, usando los conceptos más populares sobre el personaje,
el ladrón que roba a los ricos para dárselo a los pobres. Pero lentamente tanto
el tono como la propia atmósfera va encrudeciéndose, dejando los colores
brillantes y el tono desenfadado para ir componiendo una historia sobre el
hambre de poder lleno de luchas intestinas entre Toyotomi Hideyoshi e Ieyasu
Tokugawa, nombres reales que sirven de base para esta aventura ficticia
llegar a un final oscuro y violento, con esa batalla entre ejércitos, uno de blanco
y de otro negro, pero cuyos soldados, en ambos filas, llevando una máscara de
demonio y dejando claro el mensaje anti-violencia del film. Todo ello mientras
vamos conociendo poco a poco a este Goemon y enlazando su vida personal con la
trama política que da cuerpo al guion.
Visualmente,
como he dicho, es sumamente espectacular, con una integración de efectos
digitales maravillosos, a pesar de haber pasado cierto tiempo desde su estreno
y puede llegar a chocar a quienes no la han visto y sobre todo a los que la
podrían comparar con las superproducciones de Hollywood actuales. Pero personalmente
creo que no ha envejecido nada mal dada la velocidad a la que los efectos
especiales avanzan, sobre todo en las escenas de lucha, que dan un toque de anime al resultado y que la convierte en
todo un ejemplo de cómo adaptar el estilo visual de la animación japonesa a una
película con actores reales. Bueno, reales en general, que en muchos momentos sabemos
que son digitales pero que encajan perfectamente con el estilo del director. No
en vano incluso vemos planos y momentos sacados de Casshern, como queriendo demostrar que podía mejorar el resultado
final. La acción corre por cuenta de Seiji
Mori (Tokyo Raiders), y junto a los planos y el montaje de Kiriya resulta
trepidante, con momentos geniales como la pelea entre Goemon y su viejo amigo
ninja Saizo, el asalto al barco o al castillo. Puro anime y puro disfrute para el aficionado.
Para terminar,
destacar que Kiriya, además de dirigirla y co-guionizarla, se encargó de la
fotografía y la edición, controlando el resultado final. En el reparto, Yôsuke Eguchi (Kenshin, el Guerrero
Samurai) se complementa a la perfección con Takao Ohsawa (Ichi) como los dos ninjas protagonistas, mientras que
Eiji Okuda (Yokohama Monogatari)
como Hideyoshi Toyotomi resulta creíble, pero algo histriónico. Ryôko Hirosue (Despedidas) aporta su
delicadeza y belleza para dar ese toque romántico a la mezcla. Y no puedo dejar
de mencionar la aparición de personajes como el mítico ninja Hattori Hanzo (Susumu
Terajima), Ieyasu Tokugawa (Masatô Ibu), Mitsunari Ishida (Jun Kaname), Sasuke
Sarutobi (Gori) u Oda Nobunaga (Hashinosuke Nakamura), personajes reales e
históricos que dotan a la película de un realismo estupendo aderezado con la
ficción y la aventura, hasta el final mencionado, poético y lleno de una triste
belleza.
Resumiendo, Goemon es una estupenda película llena
de acción, con un guion consistente que divide al film en tres partes, la
primera, presentando a los personajes y escenario, una segunda más lenta que
establece el drama y las relaciones entre personajes para terminar de forma
brutal y espectacular. Una estupenda ambientación apoyada en unos magníficos
efectos especiales que hay que reivindicar.
NOTA: 7,75
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