Si existe una
película que en este siglo XXI ha sido todo un hito en el cine marcial
occidental, sin duda es Invicto 2. Con
ella surgieron tres nombres, Scott
Adkins, Michael Jai White e Isaac Florentine, y lanzó las MMA y las XMA a la primera plana del cine marcial. Esta revolución ha marcado
el desarrollo del género, creando además una franquicia con uno de los mejores
personajes como es Boyka. Lo curioso
es que sea una secuela con otros actores y con el Boxeo de fondo. El cambio
sufrido en esta película ha hecho que mucha gente ignore la original y se haya convertido
en el comienzo de la saga, deseando que haya más continuaciones. Además, Boyka
ha evolucionado para pasar de villano a antihéroe, lo cual no es nada habitual.
Todo un clásico moderno indispensable para los amantes del cine marcial.
Un drama
carcelario de Boxeo con Wesley Snipes
(Blade), Ving Rhames (Misión :
Imposible) y dirigido por Walter Hill
(The Warriors) en 2002, pasó a una película de artes con el personaje de Rhames
interpretado por Michael Jai White,
siendo su lanzamiento dentro del cine marcial, a pesar de algunos trabajos
anteriores. Su némesis era un peligroso luchador, el acrobático Boyka, que fue
a su vez el lanzamiento de Scott Adkins.
Florentine, su director, lograba así su primer éxito potente tras anteriores
esfuerzos sin demasiada repercusión. Una historia muy normal, donde el boxeador
norteamericano, encarcelado de nuevo, tenía que aprender artes marciales para
sobrevivir, y es aquí donde el nivel e importancia de la película es el que es.
Y parte de ello es por Adkins, un secundario sin relevancia hasta que unió
fuerzas con Jai White, Florentine y el actor, especialista y coreógrafo J.J.Perry (Los Mercenarios) Tener a dos
musculados actores hacer las acrobacias marciales que vemos en pantalla, con
esa velocidad, era algo nunca visto hasta ahora. La sincronización de los
luchadores, los ángulos de cámara, la calidad de las peleas y el carisma de los
actores es abrumador y magistral. Una serie B al estilo de las maravillas
ochenteras que tanto amamos, con un guion correcto pero que por estar inscrita
en este género y ser como es, resaltó en un género casi en decadencia.
También hay que
destacar el montaje, que favorece de forma excelente poder disfrutar de las
coreografías. La épica marcial en el torneo carcelario regresaba así al género
sobre todo en el combate final, igualado entre ambos personajes. Esto último es
importante, ya que la historia permite ver a Chambers, el boxeador que interpreta
Jai White, evolucionar, aprendiendo otro sistema de lucha para poder
enfrentarse a Boyka. Está claro que no se puede pasar de ser un boxeador a un
excelente pateador, pero dentro de la lógica de la película, funciona muy bien.
Y es muy importante ya que es totalmente creíble, engrandeciendo así el
resultado. Resumiendo, Invicto 2
cambió el cine marcial, descubriendo a nuevos actores e impulsando sus carreras
además de al director, uno de los mejores dentro del cine marcial occidental,
sin olvidar uno de los mejores combates vistos en muchos años. El cine de artes
marciales no volvería a ser lo mismo, aportando la mezcla de artes marciales
clásicas con las MMA y las XMA, acrobáticas y alucinantes gracias al estado de
gracia de sus dos protagonistas, sin olvidar el trabajo de Perry, claro está,
que sin duda es su mejor trabajo. La saga continuó, con Adkins y su Boyka como
absoluto protagonista en una evolución digna de estudio, pasando, como he dicho
al principio, de villano a antihéroe llegando a héroe en la cuarta entrega, con
una historia de redención de la que hablaré en un futuro artículo. Así que ya
sabes, si no has visto esta saga, puedes comenzar con esta segunda parte, un
punto y a parte en el cine marcial contemporáneo.
NOTA: 8,5
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