NIAFF'S19: BUYBUST (2018)


Cuando se anunció el rodaje de este film filipino, comenzaron las comparaciones con Redada Asesina (2011), y una vez vista, son evidentes las similitudes, pero sólo temáticas. Lo que este film ofrece es una vuelta de tuerca a una situación límite, con policías sitiados en un espacio gobernado por los delincuentes a los que quieren detener. Esto tampoco es algo que inventase la genial película de Gareth Evans, por lo que se agradece ver un desarrollo algo diferente y sobre todo acción muy distinta a la que podíamos ver en el film protagonizado por Iko Uwais. La acción estilizada y marcial de ésta desaparece en manos del director Erik Matti, pero intentando igualar la brutalidad y la violencia. Aunque las comparaciones son siempre odiosas, el análisis de este film que esta semana traigo al blog marcan las propias diferencias, permitiendo que disfrutemos de diferente forma esta película.

Matti nos trae una película enmarcada en la guerra contra las drogas que inició el gobierno del presidente Rodrigo Duterte en 2016 para ofrecernos un actioner de corte realista, que tiene incluso más similitudes con la película brasileña Tropa de Élite que con la mencionada The Raid. La operación para detener a un importante narcotraficante se ve truncada, dejando al equipo especial a merced de los habitantes del ghetto que controla el villano. Como protagonista tenemos a Anne Curtis acompañada del luchador de MMA Brandon Vera, con la actriz siguiendo un riguroso entrenamiento tanto marcial como táctico para resultar totalmente creíble, realizando además sus propias escenas arriesgadas. Para reverdecer los laureles del cine de acción filipino, Matti contó además con Sonny Sison para coreografiar las escenas de acción, tanto de lucha como balísticas, aportando un toque extremadamente realista en las mismas. Y aquí es donde podemos ver la mayor de las diferencias con The Raid. Mientras la película indonesia usaba artistas marciales para las peleas, aquí se prescinde de ese tipo de acción, con gente normal y corriente obligada a intentar capturar a los protagonistas. A veces esto va en detrimento de la calidad de la acción, no nos vamos a engañar, pero se suple con una violencia dura y sucia con momentos que rozan el gore, sobre todo en la primera parte de la película ya que en su segunda mitad podemos ver más y mejores artes marciales, sobre todo de mano de Vera, que tiene algunos enfrentamientos que aumentan la calidad de la película.
A la acción la tenemos que sumar otros elementos como la estupenda fotografía y una buena dirección de Matti, con bastante cámara al hombro pero que se marca también algunos planos-secuencia muy bien coordinados, con bastante ritmo. Tampoco puedo dejar de mencionar una banda sonora con toques de western en algunos momentos, un buen complemento a la historia. La acción sin tregua que tenemos es sin duda el plato fuerte de esta mencionada segunda mitad, alternando la acción física con los cuchillos. Pero también tenemos un pequeño toque político, con los habitantes del ghetto cansados de estar en medio de la lucha entre la policía y los criminales, así como la historia del pasado de la protagonista, que la marca en su lucha por la supervivencia.


El alejamiento del cine convencional de acción no puedo dejar de hablar de la pericia de Curtis, que es evidente que no es Uwais, y eso favorece aún más el tono realista de la película, algo que seguramente mucha gente vea como un fallo al esperarse a una experta en artes marciales pelear y pelear para deleitarnos con coreografías espectaculares, pero como he dicho, este film podría considerarse una mezcla entre The Raid y Tropa de Élite, buscando su propia personalidad en una atmósfera húmeda y oscura. Resumiendi, BuyBust es una historia cruda, sucia, con violencia, quizás no demasiado original, pero ofreciendo un punto de vista al que no estamos tan acostumbrados como es el submundo criminal filipino y si bien no va a considerarse un clásico moderno, sí es una recomendable película para pasar dos horas que no se hacen nada largas y con buenos momentos de tiroteos y peleas que se podría resumir en una carnicería entre policías y criminales pero con los más desfavorecidos en el fuego cruzado, sin olvidar la corrupción política, por mucho que sea una película de género.

NOTA: 6

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