NIAFFS'19: MORTAL KOMBAT (1995)


Las adaptaciones de videojuegos suelen fallar estrepitosamente, y más si son de juegos de artes marciales. En 1994 aparecía la de Street Fighter, que se ha convertido en objeto de culto a pesar de las numerosas carencias y fallos de selección de reparto. Pero un año después aparecía Mortal Kombat, criticada por mucha gente que sólo demuestra una falta total de conocimientos marciales y del propio género cinematográfico. Por ello es momento de reivindicarla como se merece y de encumbrarla como una de las mejores adaptaciones de juegos de lucha del cine, llena de momentos fabulosos, combates espectaculares y con un reparto casi a la altura de lo que necesitaba. Deudora de clásicos como Operación Dragón (1973) o Contacto Sangriento (1988), Mortal Kombat consiguió ofrecer una altísima calidad para deleite de los amantes del cine marcial.

La historia es tan sencilla como la del videojuego. Un torneo interdimensional que definirá el destino de nuestro planeta. Lord Raiden y sus campeones se enfrentarán al malvado hechicero Shang Tsung y sus luchadores, nada más y nada menos. El guion nos presenta a los luchadores del Dios del Trueno, Liu Kang, representante del Templo de la Luz que busca venganza por el asesinato a manos de Tsung de su hermano al no creer en las historias sobre el Mortal Kombat, Johnny Cage, actor de cine marcial puesto en duda como luchador, y Sonya Blade, policía que también busca venganza por el asesinato de su compañero a manos de Kano. Ellos tres viajarán al torneo a una remota isla, dando comienzo el torneo y ofreciendo unas estupendas coreografías obra del legendario Pat E. Johnson (Karate Kid) que se superó a sí mismo, uniendo fuerzas con el protagonista, Robin Shou (El Ojo del Tigre) unificando peleas típicas del cine marcial norteamericano con ese toque hongkonés. Además, el director, Paul Anderson, daba el salto al cine comercial tras Shopping: De tiendas (1994) consiguiendo posteriormente convertirse en un reputado director gracias a su saga Resident Evil (2002) Su dirección en las peleas es perfecta, sin abusar del montaje picado y permitiendo ver perfectamente las técnicas diseñadas por Johnson y Shou. Por si fuera poco, hay muchos nombres que aportan así su calidad marcial: junto a Shou, que interpreta a Liu Kang, Cary-Hiroyuki Tagawa como Shang Tsung, Chris Casamassa como Scorpion, Keith Cooke como Reptil, Kenneth Edwards como Art Lean, que lucha contra Goro, Gerald Okamura como uno de los espíritus que invoca el villano en el tramo final, T.J Storm como uno de los luchadores invitados, o ya en el apartado de especialistas, el sensei Fumio Demura, Jeff Imada, Steven Ito o J.J. Perry, nombres míticos. De esta forma se enriquece mucho el film, que usa cables en ciertos momentos, pero sin exagerar. También hay que destacar la ambientación en los combates, imitando los diseños del juego original. Y si tenemos que hablar de algún escenario, sin duda el del combate entre Scorpio y Cage es de los más impactantes. La fuerza visual del director, junto a los mundos creados por el juego, confluyen en una película muy atractiva visualmente.


Si a nivel marcial no podemos quejarnos, sí podríamos hacerlo con parte del reparto. Tenemos a Christopher Lambert como Raiden, si bien no lucha y sólo hace alarde de su poder del trueno además de cumplir su función de mentor además de aportar su presencia como estrella. Lambert se encontraba en la cima de su estrellato (el mismo año de estreno de Mortal Kombat estrenaba Presa de la Secta) Como Cage tenemos a Linden Ashby, un actor con conocimientos marciales, concretamente Karate y Taekwondo, pero que en pantalla no convencía demasiAdo. Recordemos que en un principio se hablaba de que este personaje lo interpretaría Brandon Lee, pero su muerte impidió que se uniese al reparto. Bridgette Wilson-Sampras se encargó de Sony Blade, que repite errores de Cage, es decir, que no convence como dura policía, al margen de sus nulos conocimientos marciales. Talisa Soto fue la Princesa Kitana, y el fallecido Trevor Goddard se encargó de Kano. Personajes míticos del juego pero que algunos se quedaron como secundarios importantes, pero dejando el peso al trio de héroes que protege Raiden, es decir, Liu Kang, Cage y Blade. A pesar de tener un ecléctico reparto, con y sin conocimientos marciales, el resultado es una película trepidante, con efectos especiales deudores de su época y de su presupuesto, pero que consigue adaptar bien el videojuego para ofrecernos una banda sonora espectacular, grandes combates y ese toque de serie B que busca entretener y que consigue hacerlo. Un producto muy bien hecho con influencias del cine de Hong Kong, gracias al trabajo de los especialistas y del director, un villano fabuloso y momentos para el recuerdo, como casi todas las peleas, ese Goro animado de forma tan clásica, los decorados, la música, las apariciones de Raiden en plan cool, y sobre todo, unas ganas de entretener y divertir, consiguiéndolo sin muchos esfuerzo. Una buena película, sencilla pero que promete lo que ofrece y se convierte por derecho propio en una de las mejores adaptaciones de un videojuego de lucha.

NOTA: 7’75

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