Hace dos semanas traje al blog
una película vietnamita difícil de encontrar, y esta, volvemos a Vietnam pero
con una película que puedes ver en Netflix.
Se trata de Furie, una estupenda
película de acción y artes marciales que se une a las recientes películas con
mujeres como protagonistas, como la filipina Maria o la indonesia Valentine,
siendo sin duda la mejor de las tres. Una historia habitual en el género para
un espectacular despliegue de artes marciales, un guion-excusa, pero bien escrito
que vuelve a colocar a Vietnam como una prometedora potencia de cine marcial y
que espero que haga que las distribuidoras nacionales se fijen un poco más en
esta cinematografía que está algo en pañales pero tiene mucho que decir.
También es cierto que la protagonista, Veronica
Ngo, ha participado en la saga de Star
Wars, lo que puede haber ayudado a que la famosa plataforma se fije en este
potente título.
Una antigua mafiosa ha abandonado
su vida en favor de la tranquilidad de un pueblecito, criando a su hija, pero
cuando la niña caiga en manos de un grupo de secuestradores de niños,
desplegará toda su furia para encontrarla, con o sin ayuda. Así de sencilla es
la trama, con una buena presentación de la protagonista y de su relación con su
hija, Mai, para pasar después a la acción. Y es muy buena. Claro está que Ngo
no es una experta en lucha, pero el entrenamiento recibido junto a la estupenda
dirección de acción de Yannick Ben,
experto en Aikido, Kickboxing, Sanda o Jeet Kune Do, o las coreografías de Kefi Abrikh, junto al trabajo del
equipo de especialistas, consiguen ofrecernos mucha y muy buena acción, que se
apoya además en la dirección de Le-Van
Kiet, en la que es su primera película de acción pura y dura tras pasar por
el cine de terror, el drama y el thriller.
Y para ser su debut en el género, lo hace de maravilla, con planos largos y
abiertos y un buen montaje. De esta forma podemos disfrutar de estupendas
técnicas de desarme, patadas, puñetazos, persecuciones y mucha rabia contenida
que explota en los momentos justos, lo cual es exactamente lo que se necesita
en la película y lo que necesita el personaje de Veronica Ngo. A destacar
además la pelea en el tren del policía, con toques que recuerdan a Jackie Chan,
o los dos enfrentamientos contra la villana por parte de la protagonista.
Mientras que la acción es de lo
mejor de la película, lo único criticable son los chromas en la secuencia del tren, pero no podemos quejarnos ya que
el presupuesto de una película como ésta no es precisamente el mismo que
manejan producciones de serie B norteamericanas. Por ello no me sonrojo en decir
que es una estupenda película, proporcionándonos una nueva femme fatal o mujer guerrera que añadir a la larga lista que se
remonta al cine hongkonés de los setenta y ochenta, un subgénero aplaudido por
los aficionados que demuestran que una mujer puede llevar toda la carga de una película,
ya sea dramática o de acción. Además, como he dicho antes, el cine marcial
vietnamita no tiene demasiados títulos, pero los que tiene, son extremadamente
contundentes y de calidad, que no tienen nada que envidiar a otras
cinematografías. Personalmente me gustaría poder disfrutar de más títulos al
año, y es probable que así sea, gracias a las plataformas de streaming y al boca-boca entre los
fanáticos del género. Y no puedo dejar de mencionar que la película hace
referencia al Viet Vo Dao, o Vovinam (abreviatura del mismo), arte
marcial autóctono que se presentó oficialmente en 1939 por el maestro Nguyen Loc. Un sistema de lucha que
reunía diversas formas de pelea de Vietnam y que se traduciría como el Camino
del Arte Marcial Vietnamita (Viet es el pueblo de Vietnam, Vo es arte marcial y
Dao, camino) De hecho, gracias a esto podría aparecer un nuevo subgénero que
explote este arte marcial para así enriquecer al cine marcial.
Resumiendo, Furie es una nueva muestra de la calidad del cine marcial
vietnamita, con un guion que da lo que ofrece, e incluso más, poniendo de
relieve los secuestros infantiles de tantos países del sureste asiático, que
nos trae una nueva estrella marcial aunque no sea una experta, un
entretenimiento que funciona perfectamente en una historia vista mil veces pero
que consigue tener personalidad propia, que no defrauda, al contrario, y aunque
no sea una obra maestra del género, nos recuerda de nuevo que el cine marcial
vietnamita existe y es necesario que éste país continúe ofreciendo este tipo de
cine para alegría de los fans de las artes marciales, y que tiene estrellas
capaces de rivalizar con los de otras cinematografías.
NOTA: 7’5
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