Que Scott Adkins es la estrella del cine marcial occidental por
excelencia es algo indiscutible, a pesar de navegar en la serie B, pero es una
serie B debido al presupuesto, ya que muchas de sus películas merecerían
estrenarse en cines (y más viendo que el cine de acción actual está lleno de
inexpertos marciales y efectos digitales) Su unión con Jesse V. Johnson no para de darnos alegrías a sus seguidores, y con
cada nueva película que hacen juntos, suben un peldaño más en cuanto a títulos
imprescindibles. En esta ocasión, el británico da un giro brutal a su carrera
ofreciendo un personaje que podría llegar a convertirse en un nuevo Boyka con
una diferencia sustancial, y es el estilo de lucha que usa. También es un tipo
de película diferente de lo que nos tiene acostumbrados este tándem, aire
fresco al género con una estupenda película que une el cine criminal británico
con el de artes marciales.
Titulándose Avengement, o lo que es lo mismo en castellano, Venganza, está claro ante qué tipo de
película estamos, pero gracias a la narración de Johnson, con saltos entre la
actualidad y el pasado, vamos conociendo los motivos y la historia de Cain Burgess, un delincuente que tras
un golpe fallido terminará en la cárcel, enfrentándose continuamente al resto
de reclusos de una forma brutal. La violencia es mostrada de una forma realista
y cruda, dolorosa en muchas ocasiones, alejándose de la típica película de
acción donde los héroes son casi superhéroes. Es más, este Cain Burgess es un
antihéroe en toda regla, un personaje negativo, pero todo lo que le ocurre hace
que sientas cierta simpatía hacia él. Ver a Cain en la actualidad, mientras
vamos conociendo su historia es todo un acierto, acompañándole en el viaje que
le convierte en quien es. Un viaje al corazón de la violencia y del mundo
criminal británico, brutal y salvaje aderezado por estupendas secuencias de
acción firmadas por Dan Styles,
amante del wrestling y experto en
Artes Marciales Históricas Europeas (HEMA), Boxeo, Kickboxing, Esgrima y Arquería
además de profesor de la British Academy
of Dramatic Combat, lo cual nos da una idea de la calidad de Styles, y que
consigue plasmar en las numerosas secuencias de lucha de las que disfrutamos,
aunque haya momentos de apartar la mirada. El realismo es una constante, con
algunas técnicas puras de cine marcial que enriquecen aún más la película, y
tenemos que sumar la aparición, tanto como especialista como actor de Luke LaFontaine, que fue el coreógrafo
de otra de las películas de Johnson con Adkins, The Debt Collector, o de Beau
Flower (Vengeance), actor, guionista, director y experto en algunos estilos
de Kung Fu o Jiu-Jitsu Brasileño. Pero quien se luce continuamente es Adkins, y
no sólo marcialmente, ya que aprovecha su acento británico para hacer
totalmente creíble su personaje. Este elemento es clave, ya que como he dicho,
es una película que une el cine criminal británico con el marcial, y esto
último no se presenta como en otros films de género, mostrando al héroe casi
como un superhéroe. Aquí da y recibe golpes de igual forma, forjando además el
carácter del personaje y ayudando a que evolucione, además de momentos gore
salvaje.
Esos saltos temporales que he
mencionado alternan además el tipo de acción, con las secuencias en la cárcel
dominando las artes marciales y las de la actualidad, la acción balística, pero,
además, son los momentos de diálogo donde avanza la historia, momentos de pausa
previos a esas explosiones de violencia, con Adkins dominando la situación con
esa pose chulesca y llena de carisma. También tengo que poner de relieve el
trabajo de los especialistas, sin cuya magnífica labor, no estaría tan enorme
nuestro querido Scott. Bueno, y al resto del reparto, con Craig Fairbrass (Máximo Riesgo) como némesis final. Pero no esperes
ver una pelea de artes marciales en dicho final. No es una película de este
subgénero, es un auténtico thriller
criminal británico, una potente patada en la entrepierna, dolorosa y muy real.
También hay que destacar a Thomas
Turgoose (This is England), que aporta cierto toque cómico, y a Louis Mandylor, que repite en un
pequeño papel tras co-protagonizar con Adkins The Debt Collector, cuyo personaje es muy diferente al mostrado en
dicho film, demostrando que es totalmente creíble en un registro tan diferente.
Resumiendo, para ir acabando, Avengement es una cruda historia de
violencia y venganza, con un personaje protagonista intenso que demuestra que
Adkins es algo más que un actor marcial, una historia de alto octanaje, de
traiciones y venganzas, de justicia, pero también de redención, un viaje del
protagonista al corazón de la violencia lleno de sangre y cicatrices tanto
físicas como mucho más profundas. Pero no quiero terminar sin recordar que no
es Boyka, ni hay acrobacias exageradas en las peleas, algo que muchos fans del
protagonista quieren, tirando por tierra cualquier película donde no repita las
coreografías de la saga Invicto, un
error enorme que obligarían al británico a encasillarse y que gracias a la
potencia visual de Jesse Johnson y al trabajo de todo el equipo, artístico y
técnico, termina por ofrecernos una maravillosa película lejos de grandes
presupuestos y efectismo visuales vacíos. Adkins y Johnson son, sin lugar a
dudas, un tándem que saben explorar caminos diferentes, evolucionando de una
manera tan brutal como la violencia a la que asistimos.
NOTA: 8
<
Comentarios