Scott Adkins tiene tres tipos de película, las muy buenas, las
alimenticias y las superproducciones de Hollywood donde suele ser un
secundario. ¿En qué categoría se puede encuadrar Abduction? Curiosamente entre medias de las dos primeras categorías.
Tenemos una historia algo rebuscada y una ausencia de presupuesto elevado, pero
peleas de calidad. Un film prometedor y que da lo que promete en lo referente a
la acción, además de un reparto de calidad marcial indiscutible que además
aparece en el apartado de los especialistas. Y no podemos olvidar que el
productor es el mismísimo Roger Corman,
un nombre asociado con el cine de bajo presupuesto pero que es capaz de
montarte una película con cien euros. A pesar de esto, que puede resultar
irrisorio para otro tipo de crítico, es, para los que amamos la serie B,
sinónimo de entretenimiento sin necesidad de grandes presupuestos ni caros
efectos especiales. Y es que en muchas ocasiones, el mejor cine de
entretenimiento y de artes marciales aparece en la serie B, dejando a la serie
A otro tipo de películas pretenciosas que no suelen ofrecernos estas dosis de
emoción y peleas que nos encantan, y en muchos casos convirtiéndose en fracasos
que necesitan recaudar mucho dinero para ser éxitos, por no hablar de los
productores que suelen ignorar el cine de artes marciales.
Una historia sobre entidades
interdimensionales secuestrando humanos para poder volver a su hogar es lo que nos
ofrece esta película. Un guion con algunos fallos, pero cuyo punto fuerte es la
acción gracias a contar con Adkins y Andy
On, que no trabajan juntos desde 2002 con Black Mask 2: City of Masks. Este reencuentro es lo más
interesante, aunque no podemos quejarnos del resto de acción que tienen ambos
actores por separado, coreografiados por Tim
Man, usando algo de cables de forma obligada por la historia, pero sin
exagerar demasiado, usando algunas técnicas habituales en el cine hongkonés de
Kung Fu. De nuevo consigue ofrecernos algo diferente a lo que Adkins nos tiene
acostumbrados, sin dejar de lado algunas patadas acrobáticas marca de la casa. Esto
es algo que muchos seguidores de Adkins suelen reclamar, las técnicas
habituales suyas, las que hace cuando interpreta a Boyka en la saga de Invicto. Pero cuando veo una película
del británico donde no se repite, lo aplaudo, ya que evita encasillarse y
quemarse, algo en lo que otros seguidores del actor y yo no solemos coincidir. Pero
además aquí tiene que compartir el protagonismo con Andy On, otro actor marcial
impecable. La combinación de ambos hace que el film sea trepidante, y si a esto
sumamos el resto del reparto, con Brahim
Chab y Temur Mamisashvilli y una
buena dirección de Ernie Barbarash,
el resultado es satisfactorio. No obstante, sé que muchos fans de Adkins
podrían quejarse del resultado final, esperando otra peli de Boyka, o incluso
más cercana al cine de Hong Kong de On, pero su mezcla junto a la figura de
Roger Corman, hacen de ella una delicia, uno de esos placeres culpables, definición que no me suele gustar ya que parece
que es una forma de avergonzarse de que te guste una película. La cosa es que
es entretenida, con fallos de guion y falta de efectos especiales en ocasiones
que se suplen gracias a la dirección de Barbarash, que firma su segunda mejor
película tras Falcon Rising (2014)
Un detalle de Corman es que en el pasado usaba un actor para diferentes
personajes, caracterizándole de diversas formas, y es el caso de Brahim, que se
desdobla en dos personajes diferentes, lo cual es un acierto ya que podemos
disfrutar de su técnica de forma doble. Por otro lado, Adkins tiene un papel bastante diferente al habitual, y curiosamente demuestra sus dotes dramáticas en la primera mitad.
Tengo que destacar otros actores,
no marciales, como el mítico Aki Aleong,
la vietnamita Truong Ngoc Anh o Mike Leeder y para ir terminando y
resumiendo, Abduction es una
película con una historia algo alocada llena de estupendas peleas y stunts, que aprovecha la figura de Roger
Corman para poder ser algo estrafalaria pero entretenida y sobre todo poder
disfrutar de los combates, que incluye un duelo entre Adkins y On que, por el
propio guion, no puede ser tan brutal como se espera pero que satisface a
quienes quieran pasar un buen rato viendo una serie B modesta. Por cierto, el
final podría indicar que habrá secuela, y la verdad, me encantaría ya que
apunta a ser más alocada y que ofrecería más artes marciales, pero de momento
no se sabe nada, así que disfruta de este film y si aparece la secuela, mejor
que mejor.
NOTA: 6’75
Comentarios