NIAFFS'20: ABDUCTION (2019)


Scott Adkins tiene tres tipos de película, las muy buenas, las alimenticias y las superproducciones de Hollywood donde suele ser un secundario. ¿En qué categoría se puede encuadrar Abduction? Curiosamente entre medias de las dos primeras categorías. Tenemos una historia algo rebuscada y una ausencia de presupuesto elevado, pero peleas de calidad. Un film prometedor y que da lo que promete en lo referente a la acción, además de un reparto de calidad marcial indiscutible que además aparece en el apartado de los especialistas. Y no podemos olvidar que el productor es el mismísimo Roger Corman, un nombre asociado con el cine de bajo presupuesto pero que es capaz de montarte una película con cien euros. A pesar de esto, que puede resultar irrisorio para otro tipo de crítico, es, para los que amamos la serie B, sinónimo de entretenimiento sin necesidad de grandes presupuestos ni caros efectos especiales. Y es que en muchas ocasiones, el mejor cine de entretenimiento y de artes marciales aparece en la serie B, dejando a la serie A otro tipo de películas pretenciosas que no suelen ofrecernos estas dosis de emoción y peleas que nos encantan, y en muchos casos convirtiéndose en fracasos que necesitan recaudar mucho dinero para ser éxitos, por no hablar de los productores que suelen ignorar el cine de artes marciales.

Una historia sobre entidades interdimensionales secuestrando humanos para poder volver a su hogar es lo que nos ofrece esta película. Un guion con algunos fallos, pero cuyo punto fuerte es la acción gracias a contar con Adkins y Andy On, que no trabajan juntos desde 2002 con Black Mask 2: City of Masks. Este reencuentro es lo más interesante, aunque no podemos quejarnos del resto de acción que tienen ambos actores por separado, coreografiados por Tim Man, usando algo de cables de forma obligada por la historia, pero sin exagerar demasiado, usando algunas técnicas habituales en el cine hongkonés de Kung Fu. De nuevo consigue ofrecernos algo diferente a lo que Adkins nos tiene acostumbrados, sin dejar de lado algunas patadas acrobáticas marca de la casa. Esto es algo que muchos seguidores de Adkins suelen reclamar, las técnicas habituales suyas, las que hace cuando interpreta a Boyka en la saga de Invicto. Pero cuando veo una película del británico donde no se repite, lo aplaudo, ya que evita encasillarse y quemarse, algo en lo que otros seguidores del actor y yo no solemos coincidir. Pero además aquí tiene que compartir el protagonismo con Andy On, otro actor marcial impecable. La combinación de ambos hace que el film sea trepidante, y si a esto sumamos el resto del reparto, con Brahim Chab y Temur Mamisashvilli y una buena dirección de Ernie Barbarash, el resultado es satisfactorio. No obstante, sé que muchos fans de Adkins podrían quejarse del resultado final, esperando otra peli de Boyka, o incluso más cercana al cine de Hong Kong de On, pero su mezcla junto a la figura de Roger Corman, hacen de ella una delicia, uno de esos placeres culpables, definición que no me suele gustar ya que parece que es una forma de avergonzarse de que te guste una película. La cosa es que es entretenida, con fallos de guion y falta de efectos especiales en ocasiones que se suplen gracias a la dirección de Barbarash, que firma su segunda mejor película tras Falcon Rising (2014) Un detalle de Corman es que en el pasado usaba un actor para diferentes personajes, caracterizándole de diversas formas, y es el caso de Brahim, que se desdobla en dos personajes diferentes, lo cual es un acierto ya que podemos disfrutar de su técnica de forma doble. Por otro lado, Adkins tiene un papel bastante diferente al habitual, y curiosamente demuestra sus dotes dramáticas en la primera mitad.


Tengo que destacar otros actores, no marciales, como el mítico Aki Aleong, la vietnamita Truong Ngoc Anh o Mike Leeder y para ir terminando y resumiendo, Abduction es una película con una historia algo alocada llena de estupendas peleas y stunts, que aprovecha la figura de Roger Corman para poder ser algo estrafalaria pero entretenida y sobre todo poder disfrutar de los combates, que incluye un duelo entre Adkins y On que, por el propio guion, no puede ser tan brutal como se espera pero que satisface a quienes quieran pasar un buen rato viendo una serie B modesta. Por cierto, el final podría indicar que habrá secuela, y la verdad, me encantaría ya que apunta a ser más alocada y que ofrecería más artes marciales, pero de momento no se sabe nada, así que disfruta de este film y si aparece la secuela, mejor que mejor.

NOTA: 6’75

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