NIAFFS'20 - SILVER HAWK (2004)


A finales de los noventa y principios del nuevo siglo, el cine de Hong Kong intentaba renovarse, pero manteniendo sus señales de identidad. Es decir, la misma cantidad y calidad de la acción, pero con un uso de los efectos digitales no del gusto de todo el mundo y ciertas miras hacia occidente. Surgieron películas como Gen X-Cops (1999), su secuela Gen Y-Cops (2000) o Tokyo Raiders (2000), ésta última dirigida por Jingle Ma, quien a su vez dirigiría en el 2004 un vehículo para lucimiento de Michelle Yeoh, Silver Hawk. Además, este film se anticipaba a la actual avalancha de cine de superhéroes estadounidense. Una desenfada película llena de Kung Fu, cables y un estupendo reparto junto a Yeoh como Richie Jen, Luke Goss, Michael Jai White o Li Bing Bing. La propia Michelle produjo este film tras El Secreto del Talismán (2002), soltándose el pelo mucho más en esta peripecia superheroica hecha para disfrutar de principio a fin, cosa que consigue sin demasiados problemas.

Tenemos un malo muy malo con ansias de dominar el mundo, sus duros esbirros, una superheroina imbatible, un policía que persigue a la enmascarada y un joven hacker fan de ella. Un guion sencillo, que va directo al grano, que establece muy bien los tres actos, con la presentación de Silver Hawk en una secuencia de acción, presentación del resto de personajes, con flashbacks sobre ella incluida, el desarrollo de la historia con sus tópicos y el desenlace, la batalla final por todo lo alto. Elementos que podrían parecernos predecibles, y lo son, pero en la línea del cine marcial y de acción que amamos tantos. El uso de cables está bastante justificado, sin exagerar demasiado y justificado en casos muy concretos como la pelea de la protagonista en la base del villano contra esos cuatro oponentes con gomas para permitirles hacer acrobacias que en otro tipo de cine justificarían con superpoderes. De esta forma tenemos un film de superhéroes, pero de esos sin capacidades extraordinarias, exceptuando alguna acrobacia puntual. Este espíritu lúdico trasciende la pantalla haciéndonos partícipes de esas ganas de entretenerse sin dramas ni subtramas que entorpezcan la historia. Michelle Yeoh está fantástica, divertida y como he dicho en la entradilla, soltándose el pelo con un personaje positivo y algo alocado, que disfruta de su doble vida y sobre todo de los momentos de lucha. Los flashbacks mencionados dan un trasfondo a su personaje y establece la relación con el superintendente que quiere atrapar a la heroína. Este policía chulo y algo torpe, interpretado por Richie Ren, es un mero arquetipo, visto en producciones similares, pero tras esos inicios torpes y cómicos, se va desarrollando un personaje que estará a la altura en la batalla final. Ailen Sit (Tokyo Riders) se encargó de dirigir la acción, llenas de Kung Fu y cables, pero que junto a las habilidades de Yeoh y del resto del reparto, se convierten en un auténtico disfrute, sobre todo viendo a Michael Jai White, que en estos años buscaba su camino tras participar en Tyson (1995), Spawn (1997), Soldado Universal: El Retorno (1999) o Herida Abierta (2001), sin encontrarlo. Claro que no sería hasta el 2006 que lo conseguiría con Invicto 2, pero mientras tanto probó suerte en el cine de Hong Kong, cosa que los amantes del cine marcial agradecemos al disfrutar de su estupenda técnica en cada participación que hace en el film, acompañado de Li Bing Bing (Megalodón) con sendos personajes silenciosos pero muy muy contundentes. Y como gran villano, Luke Goss (Hollow Point), actor actualmente convertido en estrella del cine de acción de serie B, siendo su sexto largometraje como actor tras la carrera musical ochentera en el grupo Bros. Su Alexander Wolfe corresponde al típico megalómano, y convence con creces, con esa pelea final espectacular, aunque realmente son todas espectaculares, las cosas como son. Puede que vistas ahora, te parezcan ya habituales, pero este film conseguía mantener ese nivel ochentero del cine hongkonés sin devaluar. Respecto a la acción tengo que mencionar a Kenji Tanigaki como coordinador de especialistas en Japón, uno de los lugares de rodaje junto a diversos puntos de China incluyendo Shanghai. De esta forma el trabajo de los especialistas es estupendo, convirtiéndose en una gran película de acción no lo suficiente valorada. Está claro que no es una obra maestra del género, pero sí una buena transición y una especie de canto del cisne del mejor cine de acción de los ochenta, a pesar de tener muy buenos títulos después y hasta la actualidad en China o Hong Kong.


He mencionado el tema de la proyección internacional, y es que tras la invasión hongkonesa de Hollywood con John Woo, Tsui Hark, Ringo Lam, Kirk Wong, Yuen Woo Ping, Jackie Chan, Corey Yuen o Jet Li, muchas producciones de la ex-colonia comenzaron a estrenarse en Estados Unidos y a usar el Kung Fu para las secuencias de acción, por lo que la propia industria comenzó a lanzar películas de cara a ese nuevo público occidental, como ésta que traigo al blog hoy. El aspecto visual que encandilaba a las audiencias estadounidenses y europeas se mantenía, con tramas de consumo rápido pero manteniendo una calidad mínima como la que ofrece Silver Hawk, que además se apoyaba en el éxito de Tigre y Dragón (2000), igual que El Secreto del Talismán, pero sin cometer los errores que dicho film cometía, suavizando demasiado su espectacularidad artesanal y sustituyéndola por infames efectos digitales hasta en las peleas. Aquí no ocurre esto, y los efectos especiales, aunque mejorables, no “cantan” tanto como en su anterior film. Resumiendo, una película muy entretenida, divertida, con grandes momentos marciales, todo construido para lucimiento de una Michelle Yeoh radiante que te hará pasar un muy buen rato.

NOTA: 7

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