NIAFFS'20 - WU ASSASSINS (2019)


Desde que se anunció el rodaje de Wu Assassins, con Iko Uwais como protagonista, la expectación iba en aumento con cada noticia e incorporación al rodaje. Y por fin, después de muchas esperas, ha llegado el momento del estreno. La crítica no traerá spoilers, evitando así destripar una serie llena de fantasía y artes marciales. El resultado es una entretenida serie con un reparto excepcional, lleno de nuevos valores marciales y mucha gente conocida delante y detrás de las cámaras. Una apuesta de Netflix que satisfará a los amantes de las artes marciales que espero que tenga la continuidad que indica el final, pero tranquilo, que ya he dejado claro que no habrá spoilers en las siguientes líneas, pero que remarcará el alto nivel, sobre todo marcial, que tiene y que debería colocarla entre las mejores series occidentales de artes marciales y acción, sin olvidar el toque fantástico que tiene. De esta forma Iko Uwais pisa con fuerza en Occidente, a pesar de bajar, de alguna forma, el nivel ofrecido en sus películas indonesias, pero convirtiéndose en un referente en el género.

Un elegido para acabar con cinco malvados, cinco señores de la guerra reencarnados con poderes sobre los cinco elementos, Fuego, Madera, Tierra, Agua y Metal. El elegido tiene mil monjes para ayudarle y protegerle, aunque sobre todo veremos a uno. Una premisa que ya ha sido usada anteriormente, sobre todo el tema de los elementos, pero que no resulta repetitiva ni aburrida, todo lo contrario. A pesar de los elementos fantásticos, estos terminan siendo secundario en lo referente a la acción, permitiéndonos disfrutar de unas coreografías estupendas, muy por encima de lo esperado, pero sin llegar a las cotas asiáticas a las que el propio Uwais nos tiene acostumbrados. Es algo normal ya que los conceptos del cine (e incluso el televisivo) marcial oriental es muy diferente al occidental, y es algo que debemos tener en cuenta a la hora de visionarla. No es una serie asiática, aunque el propio Iko sea productor de la misma o tengamos al gran Stephen Fung como productor y director de algunos episodios. El concepto es asiático, pero la producción y el mismo creador, occidental, Tony Krantz, junto a John Wirth, por lo que es una occidentalización de conceptos orientales peri que buscan entretener, y lo consiguen con creces. Ambos son guionistas y productores televisivos, con mucha experiencia, y saben hacer productos entretenidos. A pesar de todo, el desenlace podría ser mejor, pero lo importante es el desarrollo, así como las peleas, y si tenemos a un repartazo y a un excelente coreógrafo, podemos estar contentos. Al margen de Iko, experto en Silat, tenemos a Lewis Tan, hijo de una leyenda, Philip Tan, director de acción, actor y coreógrafo, experto en Muay Thai y Kickboxing, a Byron Mann, con experiencia en Wushu, a Juju Chan, experta en Taekwondo, Thai Boxing y en el uso de los nunchakus, a Katheryn Winnick, tercer Dan de Taekwondo y segundo de Karate, además de profesora con Dojo propio que abrió a los 17 años en su Canadá natal o al gran Mark Dacascos, que no creo que haga falta presentar, a pesar de ser el que menos presencia tiene en los diez episodios. Y para coreografiarlos, Dan Rizzuto, un maestro de Jiu-Jitsu Brasileño, luchador de UFC bajo la tutela de Frank Shamrock, instructor de Jun Fan Jeet Kune Do y diversas artes marciales filipinas bajo la tutela de Ron Balicki y Diana Lee Inosanto, la hija de Dan Inosanto e ahijada de Bruce Lee. Con estos créditos, las coreografías prometían ser buenas, y lo son, mezclando estilos diferentes para cada personaje evitando copiar técnicas vistas en las anteriores películas o series de cada actor.  Todos tienen sus momentos de lucimiento, con Dacascos sobre todo en su inicio, para dejar la mitad de la serie en manos del resto del reparto. La dualidad entre Iko y Dacascos es uno de sus puntos fuertes en la primera mitad de la serie, abandonándose posteriormente en favor del indonesio. Las coreografías son muy rápidas, con momentos sangrientos que demuestran el buen hacer de todos ellos y el del equipo de especialistas, coordinador por el estadounidense Kimani Ray Smith.


Por otro lado tenemos que hablar de la evolución de los personajes. No todo es blanco y negro, con Byron Mann como villano pero que va cambiando mientras avanza la historia, algo similar a lo ocurrido con Juju Chan, cuyo personaje va cogiendo una importancia que como actriz se merece más allá de ser una secundaria. Su presencia y aplomo la convierten en alguien muy importante, y respecto al villano, Tommy Flanagan se encarga de interpretar a Alec McCullough, el verdadero malo de la serie. Esta evolución de los personajes es algo poco usual en las series norteamericanas, acostumbradas a delimitar a los buenos y malos sin muchos matices. Aquí los giros de guion están trabajados, ofreciendo así un aire fresco a este tipo de series y dejando claro que no sólo han trabajado las peleas.
Si tuviese que hablar de algún aspecto negativo, serían los efectos especiales, que aunque son buenos, digamos que se notan demasiado y resultan casi de dibujos animados, pero no resta calidad a la serie ya que como he dicho, no son tan importantes como deberían, a pesar del supuesto peso en la propia historia. Y para ir terminando, tengo que mencionar dos cosas, la banda sonora, que incluye temas de rap chino, como la estupenda Vava o al grupo coreano Blackpink, y a algunas estrellas invitadas que tenemos, como a Tzi Ma (doblado por el habitual de Jackie Chan, Ricky Coello) Jeff Fahey, Kevin Durand o Summer Glau en papeles menores pero los dos últimos, relativamente importantes en la trama. Resumiendo, una muy entretenida serie, con estupendas coreografías de lucha y que espero tenga continuidad, con el crecimiento de algunos secundarios y que además ruego por tener el mismo nivel marcial que esta.

NOTA: 7

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