NIAFFS'20 - COMANDO SUICIDA (2001)


Isaac Florentine es conocido por la saga de Invicto a partir de su segunda parte, pero antes de esa película tiene Desert Kickboxer (1992), Savate (1995), muchos episodios de Power Rangers o el film que traigo esta semana, que podríamos decir que es una de sus mejores películas a pesar de no haber tenido la repercusión de las películas con Boyka y Scott Adkins. El motivo es rodearse de un elenco maravilloso en cuestiones marciales además de un espíritu del cine de Hong Kong brutal.  Aunque continua una película del 2000, Misión Suicida (U.S. Seals), una serie B militar, es puramente una película de artes marciales trepidante y maravillosa, disfrutable de principio a fin, una auténtica joya llena de coreografías magistrales, muy bien rodadas y que debería convertirse en un clásico de este principio de siglo XXI en el que se estrenó. Por suerte llegó a nuestro país, aunque no es fácil encontrar una copia de ella. Pero si tienes la oportunidad de conseguirla, no lo dudes ni un segundo si te gusta el cine de Kung Fu y, en general, el marcial.

Lanzada directamente en vídeo en los albores del siglo XXI, este Comando Suicida nos presenta a un grupo de Navy Seals estadounidense que tendrá que detener a un antiguo compañero de un desastre nuclear. Así de sencilla es su trama debido a estar destinada a los videoclubs, siguiendo la estela de la serie B ochentera y noventera pero con el aliciente de beber del cine hongkonés de artes marciales. Para ello, Isaac Florentine tuvo la suerte de tener como coreógrafo y director de segunda unidad a Andy Cheng, miembro del equipo de especialistas de Jackie Chan y coreógrafo de, por ejemplo, la serie Into the Badlands. La película se divide en tres actos, algo habitual, claro está, con la presentación del héroe, Michael Worth, y el villano, Damian Chapa, para presentar posteriormente la misión, al resto de compañeros del héroe, y, por último, la misión, que ocupa la mayor parte del metraje para deleite nuestro. Contar, además, con un reparto experto en artes marciales, favorece la labor de Cheng, empezando por Worth, experto en Tang Soo Do, bajo la tutela del maestro de Chuck Norris, Joey Escobar, y Jeet Kune Do, aprendido del mismísimo Dan Inosanto, además de ser un fan de la Bruceploitation (no en vano lleva años preparando un documental y con el que además hablé de cara a mi libro) y continuando con Sophia Crawford, experta en Taekwondo bajo las enseñanzas de Simon Rhee, en Eskrima y Jiu-Jitsu, además de estudiar como especialista con Yukai Oshima y que hemos visto en diversas producciones hongkonesas, Hakim Alston, conocido por su participación en Mortal Kombat (1995) y toda una máquina en Kickboxing, Taekwondo y Karate o Dan Southworth, que ha formado parte del equipo del propio Cheng. Bueno, y Andy Cheng también es uno de los actores, completando así este estupendo reparto marcial que, en manos del coreógrafo, la convierte en una maravillosa película llena de momentos espectaculares. Que sea Cheng además el director de segunda unidad, encargado de las secuencias de acción, favorece mucho el resultado final, siendo una de las películas norteamericanas más hongkonesas de la época. Un uso de cables limitado pero muy efectivo con coreografías espectaculares, muy rápidas y espectaculares cambian el género del bélico, que puede parecer que es en el que se circunscribe, al marcial, con un uso muy limitado de las armas de fuego. Gracias a las peleas, es una película tan sumamente buena, a pesar de la simplicidad del guion, que no es malo, sólo una excusa bien llevada para las secuencias de acción, llena de estupendos stunts que hacen las delicias del aficionado.


Otro de los puntos fuertes es la dirección. El tándem Florentine/Cheng consiguen mostrarnos la acción de forma estupenda, con planos amplios y largos, cambiando de personajes cámara en mano para dejar sus momentos de lucimiento a cada actor. También tenemos algunos pequeños giros de guion habituales en el género, con traiciones y demás, pero todo llevado con mucho ritmo, sin permitirnos un momento de descanso. Diversos estilos de lucha, diversas armas, desde bastones largos hasta cadenas, pasando por espadas e incluso bufandas (o fular), enriquecen las escenas de pelea. Resumiendo, un reparto estupendo, unas coreografías estupendas y una dirección estupenda llena de momentos estupendos. ¿Se puede pedir más?

NOTA: 8

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